Durante el estado de alarma y ante una situación de emergencia social, la Comunidad de Madrid confiaba en Cruz Roja para dar un paso adelante y ofrecer una respuesta a las personas que residen en la Comunidad y que por circunstancias sobrevenidas por la pandemia se han quedado en situación de calle. Por este motivo, el 31 de marzo se inició el dispositivo situado en la calle Atocha 45 con un total de 33 plazas pero que, al poco de abrir y ante la gran demanda existente de personas en situación de calle, se decidió aumentar la ocupación a 50 plazas, hasta el día el próximo 31 de julio, fecha en la que este dispositivo cierra sus puertas en otra gran intervención de nuestro personal laboral y voluntario.
Una de las figuras clave de la gestión del dispositivo ha sido su coordinadora, Laura Ballesteros, nos comenta cómo ha sido vivir este dispositivo desde dentro. Laura, que antes de la pandemia trabajaba como técnica en el programa de personas mayores de nuestra entidad, no tuvo ninguna duda en asumir este puesto desde que se lo propusieron, por ello, ha sido un enorme reto personal y laboral para ella, que nos transmite sus impresiones en el siguiente vídeo.
Cuando hablamos de personas atendidas que por circunstancias sobrevenidas por la pandemia se han quedado en situación de calle, hablamos de que en todos los casos las personas que hemos atendido eran personas que tenían una vida normalizada pero que la pandemia les ha llevado a una situación de exclusión residencial.
«El recurso de Atocha ha sido un ejemplo de lo que significa intervenir en la emergencia social. Hemos aprovechado todos los recursos que había disponibles para dar un servicio de calidad y con calidez. El secreto ha sido el aplicar todas las áreas de conocimiento de Cruz Roja en un tiempo récord: desde el área de Salud nos han ayudado con las medidas sanitarias, la parte de servicios generales nos ayudó a que en menos de 24h, el dispositivo fuera funcional, el área de formación nos ayudó a formar a todas las personas en temas de Covid-19, etc.» nos comenta José Miguel García Oliveri, Coordinador del programa de centros para inmigrantes y Ayuda Humanitaria.
El dispositivo de Atocha ha estado ubicado en el centro de Madrid, en un Hostel lo que ha permitido la dignificación del espacio de acogida. Como no podía ser de otra manera el dispositivo se abrió en menos de 72 horas y nuestros compañeros y compañeras pudieron poner en marcha este espacio gracias a la intervención de todas las áreas de conocimiento que tenemos en CRE, destacando la planificación para espacios de confinamiento y adaptando los espacios comunes para que se mantuviera la distancia de seguridad. El reto que ha supuesto esta respuesta a las personas solo se ha podido llevar a cabo gracias al equipo, ya que no existían precedentes de dispositivos similares en un confinamiento.
«Según iba avanzando la situación y estábamos saliendo del estado de alarma, nos dimos cuenta que el dispositivo se cambiaba. Ahora teníamos que empezar nuestra metodologías para aplicar el MAP (Marco de Atención a las Personas) en el propio centro. Por ello, por ejemplo, comenzamos los itinerarios de empleo para ayudar a las personas que estaban alojadas a encontrar trabajo.» nos comenta Oliveri, al preguntarle sobre el día a día en el dispositivo.
Para seguir profundizando en cómo ha sido el día a día en el dispositivo, también pudimos hablar con otra pata fundamental en la gestión, la labor de las personas voluntarias. Por ello nos entrevistamos con Andrés y Minerva, dos personas voluntarias que durante estos meses han estado colaborando en este dispositivo, aportando su granito de arena para dar la mejor atención posible a las personas usuarias. Son razones diferentes las que les llevaron a nuestros dos protagonistas a echar una mano durante esta pandemia pero, en el siguiente vídeo, podemos comprobar que a ambos les une las ganas de ayudar y sentirse útiles en un periodo que ha sido muy complicado para la población.
Los datos del dispositivo
Una de las personas beneficiarias de este dispositivo es Michel, con quien hablamos para saber cómo ha sido su experiencia en el dispositivo durante su estancia y en qué le ha ayudado Cruz Roja durante la pandemia:
«Ha sido una respuesta más en el marco del Plan Responde detectada a través del centro de emergencias del 112. Muchas de las familias que debido a sus recursos, estaban viviendo en un umbral límite, con la llegada del Covid-19, empeoraron su situación y por eso se montó este dispositivo, para ayudar a familias o a personas solas que no fueran las personas que viven en calle de manera cronificada, sino que debido a la situación de la pandemia, se quedaron sin hogar. Esto ha supuesto una gran coordinación entre las Unidades de Respuesta Social Específicas y el Plan Responde y la experiencia ha sido muy positiva: hemos sido capaces de montar un dispositivo de emergencia en un periodo muy corto de tiempo, el papel del voluntariado ha sido crucial», nos comenta David de Miguel, director autonómico del área de Intervención social y empleo.
Para finalizar, Los compañeros y compañeras quieren dar las gracias a los compañeros que han estado dándolo todo en el dispositivo y que por circunstancias, han tenido que permanecer en sus domicilios confinados durante un tiempo: Concha y Antonio.
Una vez más, con este reportaje queremos poner de manifiesto la labor realizada en perfecta coordinación con las administraciones correspondientes para poder solventar y ser un brazo auxiliar en la tremenda situación que han vivido muchas familias pertenecientes a colectivos vulnerables. Esa es nuestra misión y esto es lo que seguiremos haciendo siempre.
¡¡¡Enhorabuena equipazo!!! Muy buen trabajo.