10 menores de entre 4 y 14 años participan a través de la Asamblea de Galapagar en las actividades de ocio terapéutico de ‘Creando Ilusiones’, la iniciativa que Cruz Roja y Fundación Mutua Madrileña han puesto en marcha para la recuperación emocional de los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género.
Se espera que más de 300 niños y niñas de toda España atendidos en proyectos específicos de violencia de género de Cruz Roja se beneficien de una iniciativa que, desde el pasado mes de octubre, pone las actividades de ocio y tiempo libre al servicio de la recuperación emocional de menores que han vivido situaciones de violencia en sus hogares.
“Se quiere fomentar la relación de las madres con sus hijos en espacios seguros a través de diversas actividades de tiempo libre”, explica la trabajadora social Sara Fayed. “Creamos dinámicas para favorecer que las madres y los niños y niñas se comprendan mejor, y fortalecer así el vínculo materno-filial”.
Algunas de las actividades inicialmente previstas, en especial excursiones y visitas socio-culturales, han tenido que ser reformuladas como consecuencia de la crisis sanitaria derivada de la Covid 19. Como alternativa, el equipo de Galapagar ha querido fomentar el ocio de los menores y sus madres a través de la cocina, proponiendo a las 4 madres y los 10 menores que participan en el programa un curso para el que les ha dotado de kits con ingredientes y materiales de repostería, así como tablets con las que compartir sus experiencias.
Cruz Roja Española atiende anualmente a más de 20.000 mujeres víctimas de violencia de género, de las que el 85 por ciento tienen hijos a su cargo, en su gran mayoría menores. Una de cada dos mujeres asegura que sus hijos han presenciado escenas de violencia contra ellas, y el 43,6% de los menores ha sufrido también lesiones.
La iniciativa se vincula con los ODS 3 (Salud y Bienestar), 10 (Reducción de las Desigualdades) y 17 (Alianzas para lograr Objetivos), y pone de manifiesto, una vez más, el compromiso de nuestra asamblea con la infancia y por la erradicación de la violencia, lo que también implica combatir sus secuelas.
