Porque somos Cruz Roja, sabemos actuar ante los incendios y antes de los incendios. Y justamente esta última opción es la que nos parece más atractiva: atajar los incendios forestales antes de que se produzca la primera chispa, con las dosis necesarias de información y de prevención.
Un total de doce voluntarios y voluntarias de la Asamblea de Galapagar-Colmenarejo han dedicado los meses de julio y agosto a sensibilizar a la población que disfruta los espacios naturales de nuestra zona de actuación para prevenir incendios, y a facilitar una formación más específica a los vecinos que viven en las casas más cercanas a estos parajes. Y lo seguirán haciendo a lo largo del mes de septiembre.
Es, por cierto, la primera actuación del grupo de Medio Ambiente de la asamblea en espacios naturales, puesto que otras sensibilizaciones sobre diversos aspectos de cuidado del medio ambiente se realizan en la sede a través de juegos, dinámicas y/o talleres y charlas.
Una de las rutas de vigilancia determinadas por Cruz Roja y Comunidad de Madrid —que han sido seleccionadas con el criterio de reforzar áreas que cuentan con menos atención de los agentes forestales— es la del embalse de Cerro Alarcón, en Valdemorillo. Aquí, como en el resto de rutas, nuestros voluntarios y voluntarias han actuado para informar a las personas que lo visitan y habitantes de la zona del nivel de alerta de incendios, así como de las buenas prácticas ambientales en el monte.
Erik es uno de los voluntarios del grupo de medio ambiente. Nos dice que “los vecinos y quienes visitan la zona, muchos de ellos pescadores, suelen estar bien informados en lo que se refiere a prevención y limpieza. La mayoría lleva, incluso, sus propias bolsas para eliminar desechos. Sin embargo, muchos no saben contestar a cómo han actuar en caso de incendio”. Erik concluye con una frase esperanzadora: “las personas que buscan de manera habitual relacionarse con la naturaleza, quieren preservarla”.
El Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid mantiene un dispositivo permanente durante todo el año para la prevención y extinción de los incendios forestales, que se refuerza en verano. Pero de nada sirve el dispositivo más potente sin la colaboración de unos ciudadanos bien informados y sensibilizados. De ahí la importancia de nuestras campañas de prevención que se suman a (e intentan evitar) las de intervención en los incendios forestales, con la evacuación, alojamiento, atención psicológica y atención sanitaria a las personas afectadas.
La vida humana depende de la tierra para su sustento, y la flora provee el 80% de nuestra alimentación, como sostiene el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres) que promueve Naciones Unidas. Es por eso, porque es una cuestión que afecta a la Vida, con mayúsculas, que nuestra asamblea trabaja y trabajará por la prevención de los incendios forestales.
