Desde que comenzó la pandemia de la COVID-19 hace ya más de un año, son muchas las personas que han perdido la vida, pero también son muchas las experiencias de aquellas personas que lograron superar la enfermedad después de luchar durante mucho tiempo contra ella. En esta ocasión os traemos la historia de Sara Marina López, Técnica en Emergencias Sanitarias en la Asamblea de Cruz Roja de Getafe. Una joven de 31 años que tras más de cinco meses luchando contra la enfermedad logró superarla, no sin quedar con ciertas secuelas.
Desde que comenzó la pandemia Sara estuvo trabajando, sin llegar a contagiarse, pero fue a finales de 2020 cuando comenzó a sentir síntomas. Después de meses enfrentando el virus cara a cara y no haberme contagiado, en mi ámbito privado en unos días libres que tenía, y poniendo todas las medidas de protección pertinentes, la pesadilla se desencadenó. El día 31 de diciembre empiezan los síntomas, el 1 doy positivo en antígenos y me aíslo de mi familia, de mis amig@s.… me quedo metida en una habitación, sola», nos comenta Sara.
Durante esos primeros días la joven pudo aguantar en casa, pero en menos de una semana tuvo que poner rumbo al hospital: “El día 6 de enero no puedo más y voy al hospital, del cual no saldré hasta el 10 de febrero. Me ingresan en planta con Neumonía bilateral, fiebre alta y disnea de mínimos”. Algo que menciona es que, con 31 años, sin ninguna enfermedad, siendo deportista y no fumadora la enfermedad logró llevarla hacia una situación complicada.
“Después de dos sustos en planta, el día 10 de enero me bajan a la UCI, necesito aporte de oxígeno a alto flujo, y para ello me ponen unas gafas nasales “especiales” y avisan que quizás no sea suficiente y tengan que intubarme…16 días estoy en la UCI, luchando cada día con este maldito virus”, comenta Sara, que solamente recuerda de su estancia en la UCI el estar muy cansada y dormir mucho, diciendo que lucho mucho durante ese momento para evitar ser entubada.
El objetivo por el cual Sara Marina López nos ha contado su historia es el de concienciar a toda la población joven, la cual se ha sentido un poco despreocupada durante toda la pandemia, con el pensamiento de que la edad suponía un factor favorable para evitar casos graves de COVID-19. “Ojalá mi historia llegue a concienciar a la población, aunque sea sólo a una persona de que esto no ha acabado, que seguimos igual, que esto sigue, que la COVID-19 mata, que da lo mismo la edad, que da lo mismo el sexo…”, comenta la joven.
A día 21 de mayo Sara continuaba de baja y recuperándose poco a poco de las secuelas que le ha dejado la COVID-19: “Uso una máquina de oxígeno en mi casa y cuando salgo a la calle también la necesito, estoy haciendo rehabilitación pulmonar, voy poco a poco recuperándome, pero es un proceso muy largo, se necesita mucho apoyo, se necesita fortaleza mental y sobre todo necesitamos salir de esta”
Una historia que nos muestra que da igual la edad que tengas y que tu estado de salud sea bueno, porque cuando te contagias de COVID-19 puedes llegar a este tipo de situaciones, en las que te ves en una UCI a punto de ser entubado porque tu nivel de oxigeno es ínfimo. La vacunación sigue avanzando y poco a poco vamos superando la pandemia, pero no hay que bajar la guardia, ya que el virus sigue ahí y solamente respetando las medidas de seguridad podremos seguir avanzando para lograr vencer a la pandemia.
Desde Cruz Roja en la Comunidad de Madrid siempre hemos promovido campañas de información y sensibilización sobre la vacunación contra el coronavirus, así como la importancia de mantener las medidas de seguridad y protección pertinentes como ya hemos informado en anteriores ocasiones a través de nuestros canales internos y externos. Puedes leer más información en el siguiente enlace.
Mensajes como este, son los que mentalizan a todos mayores y jóvenes.
Mucho ánimo compañera has demostrado ser una luchadora nata.