La ciudad de Madrid cuenta con más de 136.000 personas socias y más de 1.100 empresas socias que con sus aportaciones ayudan a que más de 6.000 personas voluntarias desarrollen proyectos que ayudaron de forma directa a más de 123.000 personas durante el año 2018.
En el día de ayer, más de 200 personas socias celebraron junto a la familia de Cruz Roja en la asamblea de Madrid su constante compromiso solidario. Un día merecidísimo en el que pudimos dar las gracias a todas aquellas personas que hacen posible con sus recursos, nuestra acción.
Como escenario, no podíamos tener mejor fondo que el castizo barrio de Chamberí. En el auditorio Rafael del Pino, este año hemos incorporado al reconocimiento de socios con 15 años, 20, 25, 35, 40 y más de 45 años de antigüedad, a socios y socias que llevan con nosotros 5 y 10 años para ir reconociendo su labor.
Además, también se reconoce la labor de las empresas que colaboran con Cruz Roja local Madrid como fruto de la colaboración codo con codo que llevamos a cabo durante años.
«Tenemos un gran sentimiento de solidaridad y lo que más me atrae es la labor que sigue haciendo Cruz Roja», comentaban justo antes de comenzar el evento Francisco Bolaños y Carmen Ibañez asistentes de 95 años de edad de los cuales 45 han sido socios y que venían acompañados de Francis Bolaños, una de sus hijas,
Aniceto Arnés y María Teresa Ruiz, tras 46 años siendo socios, nos comentaban que «Cruz Roja está presente de todas las calamidades y atiende al que más lo necesita» como razón de fondo para seguir siendo socios de nuestra entidad.
Marta Landín, reconocida presentadora de la cadena Telemadrid fue la encargada de conducir el evento. Marta, habitual colaboradora de la casa, nos comentaba lo emocionada que estaba al haber podido presentar este acto. «Ha sido muy emotivo y emocionante compartir estos momentos con gente que colabora de forma tan altruista».
Lola Casteleiro, presidenta de la asamblea local de Madrid, fue la encargada abrir el acto y presentar los datos de la actuación de Cruz Roja local Madrid durante el año 2018. «Este acto es uno de los más importantes para la asamblea de Madrid a lo largo del año. Reconocer la labor de las personas socias y rendirles cuentas y mostrarles qué estamos haciendo con sus aportaciones es casi más importante que dar las gracias. Decirles que hay personas que cambian sus vidas gracias a ellos y a ellas es muy importante en este acto».
Además, Lola hizo hincapié en que uno de los principales focos de actuación dentro de Cruz Roja en Madrid está destinado a las personas mayores. «El año pasado atendimos a más de 6.000 personas mayores con las que pudimos trabajar en la autonomía e independencia de estas personas para que puedan estar activas. Es nuestra forma de luchar contra la soledad no deseada. También ponemos el foco en sensibilizar sobre el buen trato a las personas mayores y así evitar la discriminación por edad»
El hilo conductor de este año, como no podía ser de otra manera, se basaba en los proyectos relacionados con las personas mayores. Un ejemplo de ello fue la experiencia ‘Aprendiendo de sabias’, un proyecto liderado por Idoia Pérez, técnica de empleo de la asamblea local Madrid Zona Sur, y Ruth Segovia, técnica de mayores de la asamblea local Madrid Zona Sur, y cuyo objetivo es reunir a personas del proyecto Enrédate de Mayores y POEJ Pulsa de Jóvenes y propiciar un espacio de intercambio que permitiera el conocimiento mutuo y la planificación de actividades conjuntas que nacieran de su propia iniciativa.
Durante el evento, Ruth e Idoia nos estuvieron contando los entresijos del proyecto para demostrar que no existe una brecha generacional tan marcada y que la involucración hace que se saquen muchas cosas positivas para ambos grupos.
«Cuando ambos colectivos se han puesto a conocerse y experimentar entre ellos, el proyecto ha ido solo. Si ellos y ellas no hubieran querido integrarse, no hubiera tenido el éxito que tuvo.» En cuanto a uno de los factores principales del éxito de integración entre ambas generaciones, Ruth seguìa comentando, «La experiencia es el principal ingrediente que aportan las personas mayores a los jóvenes que asisten al programa.»
Además, otro de los grandes momentos de la tarde fue cuando subieron al escenario María Antonia, Simona y Alejandro para contar su historia e impresiones dentro de la iniciativa. (En el siguiente enlace puedes leer la entrevista que les hicimos hace unos meses en Zona CREO)
Uno de los momentos más divertidos y entrañables se produjo con la reproducción del vídeo en el que dos generaciones que distan bastantes años en el tiempo se tenían que enfrentar a los retos que no corresponden a su época. Hacer una llamada en una cabina telefónica, escribir una carta a máquina, utilizar google maps para ir a un dirección, etc. fueron los retos que se pueden ver en el siguiente vídeo.
Además, algunos y algunas ya conocíamos a otra de las protagonistas de la noche, Celia. A sus 96 años es la voluntaria más longeva de la asamblea de Madrid pero ella tiene el espíritu de una joven de 20 años. Celia es voluntaria del programa de mayores para ayudar a otras personas más jóvenes que ella, y que lo necesitan más. «Yo tengo vinculación con Cruz Roja desde 1955. Además, desde hace 42 años soy socia con una cuota fija, y si hay cualquier evento, suelo colaborar. Pero un día me llamaron de Cruz Roja y me dijeron que estaban contactando con todas las personas mayores y que querían preguntarme si yo necesitaba algún tipo de ayuda. Les respondí que, por fortuna, lo que estaba era en condiciones de ayudar a otros, no de que me ayudasen a mí. Así que Alicia, que es técnica de la organización, me tomó la palabra, y a partir de ahí empecé a hacer esto»
Y como si de un termómetro se tratase, los momentos más emotivos esperaron al final del acto, con el reconocimiento sorpresa de dos personas muy especiales. Antonio Garrido, con 45 años siendo socio de Cruz Roja, subió al escenario sorprendido y emocionado para agradecernos este reconocimiento y hacernos reflexionar con sus palabras «Quien no vive para servir, no sirve para vivir. Cruz Roja es la que mejor la hace de todas, servir».
Luis Galán fue sin duda, el gran protagonista de la noche. Simplemente, quedaros con este dato: 69 años siendo socio de Cruz Roja, desde marzo de 1950. Pero lo que más nos enterneció no fue verle emocionado mientras subía toda su familia para homenajearle, o cuando pudo ver en pantalla un vídeo que habían grabado otros familiares que no habían podido asistir, no. Lo que más nos enterneció fue escuchar como nos decía con una humildad y sinceridad tremenda que su ilusión era volver el año que viene para llegar a los 70 años como socio. «Empecé con unos cursos de socorrismo y mira dónde he llegado» comentaba Luis. «Lo que hace Cruz Roja es una labor humanitaria mundial y eso es lo que me ha gustado siempre. Me impresiona la ayuda que hace Cruz Roja con los refugiados para acogerles y ayudarles a cambiar sus vidas».
Además, para poner la guinda en el evento, el Centro de interpretación musical de El Escorial llevaron a cargo dos pequeños recitales de música clásica que pusieron el toque musical a la tarde.
El evento concluyó con la intervención de Pilar Roy, presidenta autonómica, quien alabó la labor de las personas socias haciéndolas ver la importancia que tienen para la entidad. «Sin ustedes no podríamos llegar a nada. Muchísimas gracias por formar parte de Cruz Roja y por depositar su confianza en nosotras y nosotros. Si no fuera por ustedes no podríamos atender a miles de personas. A veces cuando un socio o una socia me dice -¡Qué bien lo hacéis!, yo siempre les digo -No, ¡qué bien lo hacemos!, porque sin ustedes no podríamos seguir adelante»
Al evento también asistieron F. Gabriel Sánchez Parodi, secretario autonómico, Nieves Morales, coordinadora autonómica, Sandra Sánchez-Rubio, directora técnica de la asamblea y Sonia Pozo, coordinadora de la asamblea local Madrid zona centro.
Al finalizar, fuera de los focos, pudimos hablar con Marta Landín y preguntarle sobre la labor que lleva a cabo nuestra entidad. «Cuando eres consciente de que Cruz Roja atendió el año pasado a más de 102.000 personas en Madrid en 2018, me parece increíble. Que haya gente que todavía se acuerde de que más allá de la rutina y el estrés en el que vivimos, es necesario echar una mano a gente que no tiene recursos, me parece digno de mención y habría que darle más presencia todavía.»
Marta quiso añadir algo sobre la labor de poder contar éstas y otras historias a través de los diferentes canales y medios de comunicación. «Es fundamental poder contar estas historias. Es necesario que los medios de comunicación pongamos más el foco en la labor que hace un voluntario de Cruz Roja que en otros asuntos que son menos importantes»
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