Desde el área de PRL, continuando con la campaña “Comprometidos con tu Seguridad y Bienestar”, queremos alertar sobre los cuatro hábitos más nocivos para la salud: el sedentarismo, el tabaquismo, el alcohol y la mala alimentación, que de manera combinada pueden llegar a acortar la vida hasta 12 años.
Tras hablaros del sedentarismo la pasada semana, hoy os dejamos información sobre la mala alimentación.
MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS
En nuestro día a día desarrollamos una serie de hábitos a los que quizá no les prestamos atención, pero que están perjudicando a nuestra salud. Los síntomas no son ni claros ni evidentes, pero a la larga pasan factura resintiendo nuestro estado físico y mental.
Un alto consumo de grasas, bajo consumo de frutas y verduras, muchas bebidas altamente azucaradas y mucho sodio (producto de alimentos muy salados) son un factor alto de riesgo para enfermedades como obesidad, hipertensión y diabetes, condiciones que a su vez elevan las posibilidades de infartos, males circulatorios y derrames cerebrales.
En el otro extremo, no comer y hacer ejercicio excesivo en pos de la delgadez, también preocupan a las autoridades de salud, pueden generar problemas mentales y físicos.
Ahora estamos a tiempo de mejorar la salud de nuestro cuerpo incorporando a nuestra rutina diaria una serie de hábitos alimenticios:
- Planifica lo que vas a comer y cenar durante la semana, incluyendo el desayuno y los tentempiés. La planificación para alcanzar una alimentación saludable evitará “caer en tentaciones”.
- Intenta incluir en tu dieta más frutas, verduras y legumbres.
- Consume 1,5 litros de agua al día.
- Intenta realizar 5 comidas diarias. De esta manera evitaremos atracones y nos sentiremos mejor.
- Evita comer fuera con demasiada frecuencia.
- No comas rápido o con prisa. Es mejor comer lentamente, bebiendo agua de manera frecuente, así seremos más conscientes de la cantidad que necesitamos ingerir.