Como cada viernes, llega nuestra cita con ‘MACEDONIA’, un espacio fresco y desenfadado donde nos centramos en conocer a las personas que forman parte de los diferentes proyectos y áreas de este popurrí de culturas, personas y proyectos que forman Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, haciéndoles 5 preguntas breves, cortas y directas para conocer más sobre su trabajo en nuestra entidad.
Hoy conocemos la labor de los compañeros y compañeras de Cruz Roja del Proyecto de Intermediación en Patologías Adictivas (PIPA) que desarrolla el área de Intervención Social de la Asamblea Local Madrid de Cruz Roja en la Zona Centro.
Actualmente, los compañeros que componen el equipo son los mediadores Neda Deihim, María Hidalgo y Javier Galiana (sustituye a María que actualmente está de baja) y las personas voluntarias Raúl Herranz, Alicia Domínguez, Alba Palomo y Laura López.
Además de los testimonios del equipo, en este MACEDONIA incluimos al final del post una pequeña entrevista a Alfred, usuario del proyecto, que nos cuenta cómo ha sido su experiencia y en que le ha ayudado Cruz Roja en los momentos de dificultad.
❤️?PROYECTO INTERMEDIACIÓN EN PATOLOGÍAS ADICTIVAS (PIPA)??
1.- Contadnos, ¿a qué se dedica el proyecto PIPA de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid? ¿Cuáles son vuestras principales labores?
La población a la que se dirige nuestro proyecto presenta graves dificultades y carencias a la hora de mantener la adherencia a los tratamientos de adicciones, siendo esta muy baja o inexistente.
En muchos casos tampoco hacen buen seguimiento de patologías orgánicas y/o de salud mental. A través del seguimiento y acompañamiento longitudinal se logra establecer un vínculo con la persona que redunda en la puesta en marcha de acciones encaminadas a la reducción del daño y a la mejora de su calidad de vida. Intentando que la persona sea autor y protagonista de su proceso de cambio.
2.- ¿Cuáles son los principales aprendizajes que ha os han dejado estos meses de trabajo durante la pandemia?
Durante la pandemia las necesidades de nuestros y nuestras participantes se han incrementado y hemos notado que los perfiles vulnerables se han visto envueltas en situaciones aún más complicadas, con el cierre de los establecimientos, comedores, lugares a los que acudían con asiduidad, al estar cerradas, se han visto solos y solas y sin acceso a necesidades básicas, muchos de ellos no disponen de un hogar.
Que a pesar de la oscuridad y de la tristeza que puede dejar a su paso una pandemia tan devastadora, somos una sociedad solidaria, que juntos nos hacemos fuertes y nos ayudamos, alejándonos más del individualismo y formando una red colectiva de fraternidad y compañerismo.
3.- ¿Cuáles son los principales objetivos del área a corto y medio plazo?
A corto plazo: Acompañar a las personas, ya sea a una gestión administrativa o a una cita médica. Dar cobertura a las necesidades básicas como alimentación o higiene personal durante el proceso de tramitación de ayudas o gestión de plazas de alojamiento.
A largo plazo: Contribuir a la mejora de la calidad de vida de personas con problemas de adicciones a través, por un lado, de la atención a sus necesidades específicas y, por el otro, mediante el diseño de acciones grupales de prevención y promoción de la salud.
4.- ¿Qué valor y qué importancia tiene el proyecto PIPA en el área de Intervención Social de Cruz Roja? ¿Qué necesidad resuelve dentro de la casa?
La salud como línea estratégica de intervención en CR, de vital importancia en nuestro proyecto donde llevamos a cabo múltiples acompañamientos dirigidos a mejorar la salud de nuestros participantes. Como por ejemplo iniciar y mantener citas con el especialista en el tratamiento de alguna patología grave y que la propia persona presenta dificultades a la hora de realizar su seguimiento. Intentamos reducir el impacto de los determinantes sociales de la salud, en una población cronificada y muy vulnerable.
De esta manera colaboramos en la reducción del daño y en mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de adicciones, enfermedades infectocontagiosas o cualquier sintomatología o patología relacionada con la salud.
El valor y la importancia que tiene es muy grande, porque al ser un colectivo muy vulnerable, necesita de un equipo como el de PIPA, que permite dar un soporte de recuperación que va más allá de una colaboración puntual.
5.- ¿Qué deseo para el área y para la propia Cruz Roja en la Comunidad de Madrid queréis que se cumpla en 2021?
Seguir interviniendo al nivel que hacemos ahora, mantener las condiciones del proyecto. Una ilusión sería poder continuar creciendo con personal voluntario que nos permita implementar nuevas acciones y así poder cubrir las necesidades de los y las participantes. Seguir manteniendo la coordinación tan fluida que tenemos con el resto de equipos y entidades que intervienen en este sector.
Desearíamos que el gran equipo humano creado en CR, pueda seguir desarrollando esa labor intangible e incalculable para el apoyo de los más vulnerables, revertiendo en toda la sociedad. Nuestro deseo para la cruz roja en este 2021, es que cada día podamos ser más los personas que formamos parte de CRE, para poder llegar a mayor número de personas que lo necesitan y cada día más, debido a las terribles condiciones que está dejando a muchísimas familias esta terrible pandemia.
La otra cara de la intervención, es la de las personas usuarias. Para ello os traemos el testimonio de Alfred, que nos cuenta brevemente en qué ha mejorado su vida la atención del equipo de Cruz Roja. Alfred es de origen sierraleonés, y llegó a las Islas Canarias cuando tenía 12 años en un pequeño barco pesquero, huyendo de la extrema pobreza de su país. Sin embargo, son muchos los obstáculos que le ha ido poniendo la vida:
Alfred, ¿cuál era tu situación cuando llegaste a España?
Han pasado muchos años, yo era un niño cuando llegué a Canarias en barco, no había tanta dificultad para llegar a España, no había las crisis migratorias que tenemos ahora, ni llegaban tantas personas.
Pero los problemas para regular la situación sí que siguen siendo igual. Yo he pasado muchas temporadas viviendo en la calle y ha sido muy duro. Yo no conseguía tener un trabajo
¿En qué te ha ayudado el proyecto PIPA de Cruz Roja?
Yo estaba en un programa de tratamiento de adicciones cuando conocí a María, que es mediadora del proyecto y me comenzó a ayudar junto a otros profesionales en muchas cosas, porque yo estaba en una situación muy mala, consumiendo… También me han ayudado dándome tarjetas para comprar comida, para ir al hospital.
Sobre todo nos acompañaban, nos decían que teníamos que cambiar de vida, de rutina, que cuando consumimos no somos conscientes de lo que nos perdemos. Dábamos paseos, salíamos a respirar, a hablar, y nos hacían reflexionar sobre nuestra vida, que hay muchas cosas buenas que nos perdemos y que tenemos que cambiar.
En esa época yo estaba muy atascado con mi situación personal, y lo que hacían en Cruz Roja era activarnos, así no piensas que necesitas consumir, y nos iba a ir mucho mejor. Y tenían razón, te sientes mejor, tu vida va mejor… les agradezco y valoro mucho todo lo que han hecho por mí.
¿Cuál es tu situación actual?
Estoy viviendo en el piso de unos amigos, antes pude estar durante unas temporadas en varios pisos de Cruz Roja. El problema es que yo no tengo todavía los papeles, todavía se tiene que resolver mi caso porque tengo una causa abierta y una vez resuelto espero encontrar un empleo, que es lo que más me gustaría hacer ahora mismo.
Mientras tanto gano un poco de dinero tocando música en el metro con unos amigos. Yo voy con la guitarra y ellos con otros instrumentos y tocamos canciones de reggae, de rock, un amigo toca flamenco muy bien… hacemos un popurrí y a la gente le gusta mucho. Ahora con la pandemia se ha vuelto más difícil poder tocar, pero al menos podemos sacar un poco de dinero.
