Hace poco más de un mes, nuestro compañero Javier Ávila se embarcó en una nueva e ilusionante etapa capitaneando, desde Buitrago de Lozoya, la asamblea comarcal de Cruz Roja en Sierra Norte, donde ejerce como Director Técnico.
Con más de 10 años de experiencia en Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, es un trabajador veterano que conoce a la perfección la entidad a nivel autonómico. Javier es una persona tranquila, leal, comprometida. De esas personas que, poco a poco y sin hacer ruido, te van conquistando el corazón, porque sin duda, el suyo es enorme. Tan grande como las ganas que tiene de hacer bien las cosas en esta nueva etapa, tras su paso por el departamento autonómico de Voluntariado.
Hablamos con el para hacer un repaso a su trayectoria, sus principales aprendizajes en todos estos años y cómo afronta este nuevo reto en el que espera formar un gran equipo y llegar a más personas en su ámbito de actuación.
¡Enhorabuena Javi, y mucha suerte! ¡Dentro entrevista!
Lo primero, como siempre, cuéntanos, ¿quién es Javier Ávila y cuál es tu trayectoria en Cruz Roja?
Es curioso porque acabo de cumplir 10 años en Cruz Roja en la Comunidad de Madrid. lo recuerdo porque ese mismo día me saqué el carnet de conducir, hice la entrevista y me cogieron ese mismo día, en febrero de 2011.
Yo soy Educador social de profesión y mis inicios en Cruz Roja fueron en Centro de Día Infantil (CDI), que es donde he pasado más tiempo, porque estuve 5 años y pasé por varios centros. Hice una labor de apoyo al principio, que me parece importante remarcar para todas esas personas que entran en Cruz Roja vean que con trabajo y con esfuerzo se puede llegar a donde tú quieres estar. Fueron unos años maravillosos en CDI, con equipos increíbles de los que he aprendido muchísimo.
Luego dejé Infancia y entré en Juventud, presentándome en una oferta de CRJ en Madrid Zona Norte, donde estuve 2 años y pusimos en marcha muchos proyectos, reactivamos Infancia hospitalizada, creamos nuevos grupos de Éxito Escolar, fueron los inicios de Éxito para jóvenes… creo que se revalorizó la sección de Juventud en la zona.
De ahí quise dar el salto a la oficina autonómica, para ampliar mi visión de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, centrándome en Voluntariado, que creo que es el aspecto fundamental de la entidad para que podamos cumplir nuestros retos y objetivos. La visión que me ha dado este área ha sido espectacular, he conocido todas los departamentos y a las personas implicadas en la organización y me ha dado la perspectiva adecuada para poder ejercer el puesto de Director Técnico en Sierra Norte.
¿Cómo surge esta oportunidad de pasar a ser DT de una asamblea local y cuáles han sido tus motivaciones para apostar por este puesto?
Yo, desde hace tiempo, he querido volver a una asamblea, porque a mí lo que me gusta es estar con la gente, con el voluntariado a pie de calle, y echaba en falta eso. Mi objetivo final creo que era recalar en un sitio donde pudiera sentirme a gusto y poder desarrollar mis habilidades, competencias y conocimientos.
Cuando vi la oferta en verano para Pinto-Valdemoro y Sierra Norte, me animé a probar suerte. Creo que la DT es un puesto muy bonito, porque al final se trata de hacer equipo, estar con el equipo, tener todo un poco abierto, estar con todas las áreas y proyectos. No paras un segundo, porque tienes reuniones con asociaciones, ayuntamientos, etc.
Me presenté a la plaza, pero no hubo suerte en esa primera ocasión. Pero ahora, tras las reestructuraciones, la entidad ha confiado en mi para este puesto.
¿Qué aprendizajes te llevas de esta última etapa en Voluntariado que consideras que te van a venir bien en el puesto de DT?
Llego a Sierra Norte con dos objetivos importantes, que son Juventud y Voluntariado. La oficina autonómica me ha hecho ver la importancia que tienen las personas voluntarias para la entidad. Son la principal figura, el buque insignia de Cruz Roja y sacan adelante gran parte de la actividad. Esa visión es la que quiero trasladar a Sierra Norte, porque es una asamblea que tiene un número bajo de personas voluntarias, y espero que con mi incorporación podamos captar más voluntariado, desarrollar nuevas acciones…
Lo mismo pasa en Juventud. Allí ahora mismo no hay consejo, el voluntariado joven no está muy implicado en la asamblea, y queremos revertir esto y que sean una pieza clave de la asamblea.
¿Cuál dirías que es tu sello personal como profesional?
Creo que mis puntos fuertes o positivos son crear un buen clima de trabajo, el trabajo en equipo, escuchar, ofrecer apoyo a los demás, dejar también autonomía a las y los trabajadores… Estar cerca de ellos y ellas, sobre todo cuando necesitan ese apoyo.
Sierra Norte es una asamblea diferente, de carácter rural y que aglutina muchos municipios muy dispersos, ¿cómo estás viviendo tus primeros días como técnico? ¿has notado ese cambio de registro de autonómico a la local?
Me parece muy bueno el trabajo que han hecho Paloma y Jordi para acercar la acción de Cruz Roja a los municipios, porque había mucho desconocimiento de la organización más allá de las ambulancias o las unidades de donación. Se ha hecho un buen trabajo en acercar los servicios que ofrecemos a la población.
Lo que comentas es cierto, hay 44 municipios muy dispersos geográficamente, la comunicación no es buena en cuanto a transportes, no todos los pueblos están bien conectados a nivel de transporte público…
Es diferente, creo que la atención es más cercana, más boca oreja, de estar en la calle… y uno de los retos más importantes que nos marcamos en 2021 es estar y tener visibilidad en todos los municipios. Al final, una ciudad va más a la vanguardia, pero en Sierra Norte los medios tecnológicos no es algo generalizado. Las personas se comunican más en la calle, quieren que les escuches y les recibas. El cambio es estar más con el voluntariado y esa cercanía.
En cuanto a los primeros días, estoy muy a gusto, el equipo me ha dado muy buenas vibraciones, es joven y muy fuerte y trabajador. También destacar la labor del presi, Jordi, que es una figura súper cercana, muy presente en la asamblea y que tiene muy buenas relaciones institucionales. Así que cogiendo el ritmo cuanto antes para poder aprender mucho y dar el máximo.
Para febrero de 2022, ¿qué retos te gustaría haber conseguido en la asamblea?
Los retos que me pongo en un año es que más personas conozcan qué es y qué hace Cruz Roja en todos nuestro municipios. También crear un equipo, un Consejo y una red de Cruz Roja Juventud potente. Y sobre todo, un voluntariado que esté implicado con el trabajo que se realiza en las sedes, que participe, no tanto el número de personas que sean voluntarias, sino que hagan horas, que trabajen y fomentar las relaciones con empresas, incrementar el número de personas socias…
¿Qué significa para ti «pertenecer a Cruz Roja»?
Toda mi vida laboral está ligada a Cruz Roja, no he trabajado en otro sitio. Al final lo que soy y lo que me gustaría ser es «one club man» (risas). Vamos, me encantaría estar toda la vida ligado a Cruz Roja. Para mí significa todo desde que empecé. Aquí he dado mis primeros pasos, y los vínculos con los compañeros y compañeras, son muy fuertes. Hay muchas personas que son ya parte de mis amistades cercanas.
Además el tema identitario es muy fuerte, porque formas parte de una organización con presencia global, mundialmente conocida. Te alegra contar a los demás que trabajas en Cruz Roja.
¿Qué mensaje le quieras dejar a los que han sido tus compañeros y compañeras en Voluntariado?
Son un equipo muy veterano en la casa, que conoce perfectamente la entidad y he aprendido de ellos una barbaridad. Desde Begoña, Alberto, Víctor, Marta, etc. Me han enseñado un montón de procesos, metodologías, trabajo en equipo… Son 2 años que serán difíciles de olvidar y que se echará mucho de menos estar con ellos.
Tú que has tenido mucho contacto con personas voluntarias, con la pandemia hemos visto que se incorporaban muchos voluntarios y voluntarias jóvenes, pero ¿cuál es la tendencia y la implicación del voluntariado joven?
Sí, hemos visto un incremento brutal de voluntariado joven durante la pandemia. Puede ser que sea por motivos de tener mayor disponibilidad o de tener menos ocio compartido, pero yo creo que la razón principal es que se han dado cuenta de que tenían que aportar a la sociedad. Estaban viendo que sus familiares necesitaban ayuda, que las personas tenían dificultades, y ese tocar el corazón ha sido la motivación para hacer voluntariado, estar en primera línea y dar un paso adelante.
Es cierto que el voluntariado joven se ha implicado mucho en tareas que no son solo de CRJ, como las URS o en proyecto RESPONDE, y necesitamos revitalizar un poco todo ese voluntariado y que sea potente.