Te presentamos a Juan Manuel Amaro, Juanma, un joven científico que compagina su faceta investigadora con su labor como voluntario de Cruz Roja. O quizá tengamos que decirlo al revés, pues dedica unas 20 horas a la semana a ayudar a los demás desde la dirección de CRJ de la Asamblea de Móstoles – Navalcarnero.
Juanma es graduado en Biología Sanitaria, máster en Dianas terapéuticas y actualmente está cursando el doctorado en Biomedicina, en el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz. Abandona unos minutos el laboratorio para que charlemos con él.
¿Qué estás investigando actualmente?
Dentro de la investigación biomédica trabajo en una doble dirección. Por un lado, trato de relacionar la diabetes con el cáncer renal, y, por otro, estudio el daño que provoca la hemoglobina a los riñones y las arterias.
¿Siempre has tenido claro que querías ser científico?
Sí, desde pequeño quería ser científico e investigador. Y lo quería ser con el objetivo de ayudar a las personas. Por eso estudié Biología sanitaria.
Entonces, ¿por eso te hiciste también voluntario de Cruz Roja?
Podría sonar a tópico pero sí, me hice voluntario para ayudar a los demás. Cuando cumplí 18 años me sentí muy atraído por los ideales y las actividades de CRJ. Ellos me dieron herramientas muy importantes para desarrollarme y pronto descubrí que yo quería también poner mis capacidades personales al servicio de los demás. Así comencé como voluntario de infancia hospitalizada.
¿Qué te resulta más satisfactorio: la investigación o el voluntariado?
Ambas actividades me encantan y me llenan mucho. El laboratorio es mi lugar de trabajo pero una cosa tengo clara: puedo cambiar la investigación por otro empleo pero nunca me plantearía dejar mi actividad como voluntario.
¿Qué les dirías a las personas que se plantean comenzar voluntariado?
Que recibes mucho más de lo que das. Siendo voluntario eres muy feliz y mi experiencia me dice que esta actividad te hace volver a creer en las personas.