José Miguel García Oliveri, Coordinador del programa de Centros para inmigrantes y Ayuda Humanitaria, y Ana Mateos, trabajadora social del equipo de Aranjuez, de una forma muy dinámica, han planteado un espacio de reflexión sobre el proceso migratorio, hecho inherente a los seres humanos, que tiene lugar desde los tiempos del Homo Sapiens, los diferentes modelos por los que han optado los países para atender estos procesos, la interculturalidad… y la atención humanitaria.
También han explicado el trabajo que realizamos en Cruz Roja desde la llegada de las personas a las costas españolas, país principalmente de tránsito. La primera atención es realizada gracias un equipo de personas voluntarias que funciona 24 horas al día, todos los días del año, como un engranaje bien engrasado donde la coordinación y la organización hacen gala de un trabajo digno de admirar y gracias al cual se montan y desmontan dispositivos en tiempo récord.
Tras explicar el proceso de filiación por el que pasan estas personas cuando llegan a costas españolas, se presenta la realidad y el trabajo que realiza la Asamblea local de Aranjuez, a través del equipo de personas voluntarias y técnicas. El principal objetivo es la cobertura de necesidades básicas, restablecimiento de contacto con familiares o personas de referencia y la formación y capacitación en diferentes herramientas que sean de utilidad en su proceso migratorio (sociales, lingüísticas, psicológicas…).
Es en el marco de esta capacitación donde se encuadra la propuesta de puesta en marcha de los » Espacios de Conversación», gracias a la colaboración con la URJC. Se trata de sesiones donde de manera igualitaria se pueda practicar el idioma, aportando por ambas partes, con el fin de además aprender castellano, conocer y compartir otras realidades que pueden ser muy nutritivas tanto para los y las participantes de Ayuda Humanitaria como para los estudiantes de la universidad.
Confiamos que la iniciativa sea todo un éxito, pues por parte del estudiantado se ha recibido, su agradecimiento y un feedback positivo, según el cual, afirmaban haber aprendido algunas pinceladas sobre las migraciones y haberse acercado a la posibilidad del voluntariado con personas migrantes para conocer y compartir de primera mano otras realidades, con las que ampliar el espectro de nuestro universo individual, para seguir creciendo y compartiendo juntos momentos que ayuden a mezclarnos y seguir construyendo una cultura en constante movimiento.