La posibilidad de retomar los talleres presenciales está siendo bien aprovechada por el equipo de Inclusión Social de la Asamblea de Galapagar-Colmenarejo como un recurso más para que la información de su programa sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) llegue mejor a las personas que lo pueden percibir.
Esta agenda de actuación se puso en marcha en pleno confinamiento —el IMV fue aprobado el 29 de mayo— y el teléfono ha sido hasta hace poco el único medio para hacer llegar una información compleja y de vital importancia, por lo que no es extraño que el equipo tuviera la impresión de que algunos posibles beneficiarios no terminaban de comprender sus recomendaciones vía telefónica. Por eso convoca ahora que es posible —con todos los protocolos de seguridad de distancia, higiene y aforo— talleres presenciales con los que superar cualquier barrera de comprensión, especialmente la del idioma.
De hecho, la mayoría de las personas que atienden Consuelo y Arancha, las dos voluntarias que han organizado el primer taller sobre IMV en la Asamblea de Galapagar, son inmigrantes y mujeres, dos de los colectivos más expuestos a la exclusión y a la pobreza, con y sin pandemia.
Consuelo explica la satisfacción que sienten con este programa cuando gracias a sus llamadas “alertan a algunas personas de que pueden solicitar el IMV y ellas no lo sabían”. Aunque también ocurre lo contrario, nos dice Arancha. “Hablamos con personas que creían poder solicitar el IMV y descubren que no es así”. «El mayor hándicap lo sufren los inmigrantes», apuntan las dos voluntarias, y suele radicar en el hecho de tener o no el permiso de residencia. Han sido testigos de coincidencias tan desafortunadas como las de quienes iban a recibir dicha autorización durante las semanas que finalmente vivimos todos confinados.
Los talleres informativos de IMV no van a tener una periodicidad precisa. Se irán programando a medida que se identifique su necesidad a través del contacto telefónico previo o en las valoraciones sociales que realiza el equipo de Valoraciones.
Con esta actuación, la Asamblea de Galapagar-Colmenarejo confirma su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, en concreto los ODS 1 (Fin de la Pobreza), ODS 2 (Hambre Cero) y ODS 10 (Reducción de las Desigualdades), y sigue firme en su lucha contra la vulnerabilidad y en defensa de la dignidad de las personas.
