La borrasca Filomena ha tenido consecuencias en la vida cotidiana de toda la Comunidad de Madrid. Pero, como siempre sucede con una catástrofe de estas características, las personas vulnerables son las más afectadas. Para atender al mayor número de personas posibles durante la emergencia social, Cruz Roja en la Comunidad de Madrid activó todos los equipos que podían dar respuesta a las necesidades de estas personas.
Una de las respuestas que Cruz Roja ha reforzado debido a la Borrasca, han sido los Recursos y albergues de atención a personas sin hogar. Para atender esta emergencia social y alojar a estas personas, en coordinación con los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, readaptamos los dispositivos de atención disponibles: Atocha, Usera, CAT San Blas, Albergue de Torrejón, y otros dispositivos habituales de atención a personas sin hogar en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz.
Hemos hablado con José Miguel García Oliveri «Oli», Coordinador del programa de centros para inmigrantes y Ayuda Humanitaria, para que nos cuente en detalle en qué han consistido los recursos que ha dado la organización a personas sin hogar, así como la coordinación y el trabajo de los equipos de Cruz Roja y la situación de estas personas, una vez que hemos superado la primera ola de frío intenso de 2021:
Cuéntanos Oli, ¿cómo y cuándo se habilitan los dispositivos para dar cobertura a personas sin hogar durante el temporal y la ola de frío?
El inicio de todo viene porque, una vez pasada la borrasca Filomena, pasamos una semana de frío helador, con temperaturas de -10 y -12ºC en muchos lugares de la Comunidad. Esto complicó mucho las respuestas que dábamos a todas las personas que estaban en situación de calle, y alargó mucho las necesidades de estas personas tras la nevada.
Por ello, el Ayuntamiento de Madrid habilitó todos los espacios disponibles, incluidas la entradas de metro, para dar cobertura a las personas sin hogar. Por parte de Cruz Roja, activamos todos los recursos disponibles y actualizamos algunos requisitos. Por ejemplo, en los centros de pernocta se habilitó la presencia 24 horas.
También en centros que tenían plazas libres, como el de Atocha o el de Usera, que están pensados para familias, se habilitaron plazas para que entraran personas sin hogar en situación cronificada. Digamos que se flexibilizó el perfil para que entraran todas estas personas, independientemente de su situación, y facilitarles esta alternativa. A partir de entonces, se nos pidió aumentar 10 plazas más de emergencia, que pudimos abrir en el Hostal Welcome.
Para completar la intervención, se nos informó desde Socorros y Emergencias de que se había activado el Convenio con Carrefour para dar una respuesta de emergencia alimentaria en la Cañada Real. Esta parte la hemos hecho durante los tres últimos días, para colaborar con la asamblea de Tajuña y las URS y poder entregar esta dotación a 280 familias en menos de 30 horas.
¿Cuál crees que ha sido el punto fuerte de la intervención de Cruz Roja?
Creo que ha sido la gran rapidez que tenemos en adaptarnos, en la metamorfosis de la organización para dar una respuesta en la emergencia. Tenemos las claves para transformarnos en un momento puntual de dificultad, de tal manera que podemos rediseñar los dispositivos para dar más alternativas y ofrecer un abanico de respuestas que no puede ofrecer cualquier otra entidad.
De cara a los próximos días, ¿qué opciones se va a dar para las personas que están alojadas en estos centros?
En este caso, el trabajador o la trabajadora social de cada dispositivo verán las alternativas caso por caso, mediante el MAP y con todos los agentes que intervienen. Si se puede ofrecer un recurso residencial estable, una alternativa de apoyo en sus redes, si necesita un apoyo económico puntual, o si es un perfil extremadamente crónico, que no ofrece una salida tan sencilla.
¿Cómo ha sido la coordinación con los servicios sociales autonómicos?
Tanto con los servicios del Ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid, nuestra interlocución es ágil y tenemos la capacidad de responder muy rápido a las demandas que nos hacen, en pocas horas tenemos todo montado.
¿Qué os dicen estas personas cuando llegan al recurso? ¿qué piensan de la ayuda que les ofrece Cruz Roja?
Nos encontramos un poco de todo. Las personas con perfiles cronificados, están bastante preocupadas por sus pertenencias y por no perder su sitio en el entorno en el que ellos se mueven. Son conscientes de su situación de vulnerabilidad y del riesgo que corría su salud por esta nevada y este frío. También tenemos que entender que su capacidad de resiliencia es mucho más alta que la nuestra, y se han visto en situación de peligro muchas veces.
Para ellos, Filomena ha sido una situación difícil, sí, pero es una más en su vida. Nosotros no somos los «salvadores» de su situación. Yo creo que les hemos dado un apoyo en un proceso vital y, desde luego, siempre que lo necesiten van a encontrar a Cruz Roja y vamos a estar ahí para hacer lo que podamos por ellos.
Lo que podemos hacer también, y es importante, es que se tome conciencia general de que estas personas padecen sinhogarismo, que viven en una situación muy complicada. Lo que más les preocupa es perder los elementos que tienen en el entorno urbano en el que tienen arraigo y se mueven.
La coordinadora de Atocha me comentó que algunas de las personas que llegaron tras la nevada, llevaban años sin dormir en una cama. Esto ocurre porque no suelen aceptar la ayuda habitacional, y suelen ayudarles equipos de calle de entidades sociales. Esta vez se han visto obligados a ello porque su vida corría peligro.
¿Cuántas personas ha movilizado Cruz Roja para esta actuación tras Filomena?
El programa de Emergencia Social y Atención Humanitaria hemos estado al 100%. Me gustaría dar las gracias a Ferrán Blavi, que ha estado al frente de la primera parte de Filomena, y siempre disponible para lo que fuera. También a las compañeras que han estado coordinando los albergues, y las compañeras de las URS. Estamos montando un equipo muy interesante para atender la emergencia social, muy unidos y somos capaces de dar respuestas interdisciplinares en muy poco margen de tiempo.
Tanto las URS como los albergues de Campaña de Frío de la Comunidad de Madrid, pudieron adaptarse a las nuevas demandas de la crisis meteorológica. El apoyo del CAT de San Blas y el área de Atención Humanitaria, han aportado tanto conocimiento como soporte material. Gracias a ellos y ellas, hemos dado una gran cobertura a todas las necesidades de las personas vulnerables.
