En la fría mañana de lunes, Mariví Juez, compañera de la Asamblea local de Madrid, quiso ofrecer un poco de calor a todos y todas las compañeras de la Oficina Provincial de Cruz Roja Madrid. Alrededor de un chocolate caliente, unas porras y churros, Mariví invitó a todo el personal de Muguet a compartir con ella, su último día de trabajo en la entidad. 37 años. Se dice pronto, pero Mariví ha encandilado con su cercanía, amabilidad y sensibilidad a todos y cada uno de los compañeros y compañeras que han compartido una parte de su tiempo junto a ella.
Tanto nuestro Presidente Autonómico, Carlos Payá, como la Presidenta de la Asamblea de Madrid, Lola Casteleiro, quisieron acompañar y agradecer la labor de nuestra compañera, a toda una vida profesional dedicada a Cruz Roja. Fotos, regalos y mucho cariño fue lo que compañeras y compañeros de Mariví, la profesaron durante su despedida. Además, han elaborado este genial vídeo en el que se nota el cariño que la han tenido durante todo este tiempo.
Por su parte, Mariví, que dedicó emocionada unas palabras a todas las personas que acudieron al desayuno, nos ha dejado en esta pequeña entrevista, las conclusiones y reflexiones de toda una vida dedicada a la que, como ella bien dice, ha sido su casa. Os dejamos con sus reflexiones.
¿Cuándo empezaste en Cruz Roja y por cuantos departamentos has pasado?
Empecé en el año 1982 en el área de Secretaría en el edificio de Doctor Santero.
Cuando yo entré, hay una anécdota que siempre cuento. En la entrevista, el secretario general que estaba en aquellos tiempos, me estaba haciendo la entrevista. En un momento dado, en un ataque de sinceridad, dije que estaba embarazada de dos meses y si eso suponía algún problema. Acto seguido, el secretario lo único que me preguntó es… ¡que si estaba casada! Esta anécdota siempre la cuento para mostrar cómo han cambiado los tiempos desde hace 37 años.
Tras 5 años en Secretaría, pasé al departamento de Económico-Financiero, en el que estuve 25 años. Los últimos 5 años he estado en la Asamblea Local Madrid, en el proyecto de Centro de Día Infantil.
En este recorrido de 37 años, ¿Qué evolución has vivido a nivel de entidad en Cruz Roja?
He visto un cambio muy grande. Para nosotros, Cruz Roja siempre ha sido ‘La Casa’. Antes éramos muchos menos, los departamentos eran mucho más pequeños y nos conocíamos mucho más entre nosotros. Había pocos proyectos en lo social y la gente se dedicaba mucho más a la captación de fondos, por ejemplo, el día de la banderita. Los proyectos que se llevan a cabo hoy, y la atención y herramientas con las que contamos hoy no tiene nada que ver con hace 37 años. ¡Yo empecé escribiendo en una máquina de escribir que no era eléctrica! La gente joven no entiende que nosotros nos hemos tenido que adaptar a la llegada de la nueva tecnología y de las aplicaciones a ritmo forzado.
¿Qué has aprendido en Cruz Roja en todos estos años?
Sobre todo, lo más importante es que si no formas parte de un grupo o un equipo, esto no tiene sentido. Siempre me ha gustado ser una persona que se siente parte de un equipo. Me parece que es lo más fundamental para que un proyecto se pueda gestionar bien y que salga adelante. Y yo misma me lo he aplicado siempre en cualquier proyecto o departamento que he estado.
A nivel personal, ¿Cómo ha influido Cruz Roja en tu vida y en tu crecimiento personal?
Sobre todo, los últimos 5 años porque me han permitido estar en el terreno, ayudando directamente a las personas y eso, se nota mucho. En los otros 32 años he estado en el área de gestión y claro, es un trabajo muy diferente que no te da una visión real de cómo funcionan las otras áreas y el trabajo de intervención. He tenido la suerte de estar en ambos lados y lo que más me ha llamado la atención es el comportamiento que tienen tanto los técnicos como los voluntarios con los usuarios. En mi caso, al pertenecer al proyecto de Centros de Día Infantil, lo he podido ver de forma directa.
¿Qué significa ‘ser de Cruz Roja’? ¿Qué nos diferencia de otras entidades sociales?
Pienso que mayoritariamente, por ser una de las entidades sociales de mayor antigüedad, es su capacidad de atención. Esto nos ha creado una marca y una imagen con el paso de los años. Estamos en muchos lados cuando hay una catástrofe natural o humanitaria y otras entidades sociales, quizá no tengan esa capacidad de llegar a todos los lados.
Mirando hacia adelante, ¿Qué consejo para el futuro nos das para continuar siguiendo quienes somos?
Lo importante es estar cómodo y a gusto en el trabajo. Yo siempre he estado muy a gusto aquí dentro. Lo principal de todo es venir al trabajo con ilusión. Teniendo ilusión y haciendo el esfuerzo necesario es lo que mejor determina la buena realización de un proyecto. No sólo para Cruz Roja, sino para todas las empresas.
¿Qué es lo que vas a hacer a partir de mañana?
Soy una persona muy activa. Me voy a dedicar a muchas cosas que no he podido hacer antes. Lo primero, tengo un vuelo cogido al Reino Unido para estar dos meses estudiando inglés. Hacer mucho ejercicio para cuidarme y seguir haciendo cursos para seguir aprendiendo. Pero viajar, es una de mis prioridades.
Mariví, ¡Te deseamos todo lo mejor en esta nueva andadura que comienzas!
¡Mil gracias por tu dedicación!
