Ferrán & Concha. Concha & Ferrán. Podrían ser los personajes principales de un nuevo producto televisivo de éxito. Una serie en el que los valores de la lealtad, la entrega y el amor hacia una labor social serían sus ingredientes principales, en esta nueva temporada marcada por las grandes dosis de realidad. Y es que, si tuviéramos que lanzar un spoiler sobre esta serie, lo tendríamos clarísimo: una secuencia de titánicas labores llenas de HUMANIDAD.
Charlar con ellos fue como sumergirse en lo más profundo y delicado de nuestra entidad: una verdadera y fraternal conexión entre la labor voluntaria y la labor técnica. Una perfecta y estrecha colaboración para atender sin descanso y ofrecer una respuesta inmediata y de garantías desde el proyecto de Atención Humanitaria. Concha Herrero (voluntaria) y Ferrán Blavi (Coordinador) fueron las cabezas visibles del programa de Atención Humanitaria que activaron el recurso de emergencia y atendieron, durante 9 días, a más de 60 personas de origen sirio que llevaban viviendo durante un par de semanas en el parque Salvador de Madariaga en el distrito de Ciudad Lineal.
Para que pudieran contar de primera mano en qué consistió el inmediato recurso de emergencia, los principales problemas que se encontraron y las inesperadas soluciones que aportaron para coordinarse y atender en las mejores condiciones posibles a las personas que llegaron al centro de Francos Rodríguez que gestionamos, y para conocer un poquito más de cerca a quienes están detrás de la respuesta social y que demuestran con sus actos, su implicación y dedicación a la gran labor de nuestra entidad, hemos llevado a cabo este encuentro con Ferrán y Concha en su lugar de trabajo.
Sin duda, una de las entrevistas más especiales y emocionantes que hemos hecho y que seguro que al leerla, nos hace sentirnos un poquito más orgullosas y orgullosos de la labor que realizamos todas y todos bajo el paraguas de Cruz Roja.
Como la entrevista dio para mucho, la hemos dividido en dos partes. Os dejamos con la primera de ellas.
Lo primero de todo, ¿Quiénes sois y cuánto tiempo lleváis en Cruz Roja?
Concha Herrero: Comencé mi actividad en Cruz Roja hace, aproximadamente, unos siete años. En el Proyecto de Atención Humanitaria llevo dos años y desempeño las funciones de referente del voluntariado.
Ferrán Blavi: Yo actualmente, soy el coordinador de atención humanitaria de la asamblea local Madrid. Empecé en CR en el año 2011 y he pasado por las áreas de Infancia y Personas Mayores. También, soy voluntario del ERIE psicosocial desde el año 2010.
En Zona CREO contamos en un artículo, cómo fue la gestión de Cruz Roja cuando se produjo el revuelo mediático a finales del mes de julio. Pero en esta ocasión, nos gustaría que nos contarais, de primera mano, cómo ha sido la gestión en el recorrido que han tenido las familias sirias hasta la llegada de la actuación de Cruz Roja Madrid y vuestras reflexiones en cuanto a esta gestión.
Ferrán Balvi: Para poder entender toda la situación, vamos a contar la trayectoria del clan para poder entender cómo y por qué llegan a Madrid y cómo Cruz Roja trabaja con ellos durante estos 9 días.
Es un clan familiar formado por 66 personas que salen de Siria y que llevan 5 años fuera de su país pasando por varios países, malviviendo y trabajando de forma irregular para poder tener recursos económicos que ayuden a pagar a traficantes que les ayuden superar un nuevo país. De esta manera llegan a Melilla y son interceptado por las autoridades españolas. La mayor parte de ellos, entran directamente en el CETI (Centro de estancia temporal de inmigrantes). Desde allí solicitan la documentación pertinente para poder solicitar la protección internacional. Según como está la situación actual en Siria es cierto que las autoridades nacionales y europeas, la protección internacional es casi inmediata por lo que todo el clan familiar entra dentro de esos procesos y se les va asignando diferentes plazas dentro del sistema de protección internacional.
Esta asignación de plazas se hace de forma repartida por todo la península y esto provoca que toda la familia se tuviera que disgregar en pequeños núcleos, cuestión que entra en contradicción directa con el funcionamiento del clan: Tienen un sistema familiar conjunto y no se separan. Por esta cuestión, van abandonando estos dispositivos dentro del sistema de protección internacional español y deciden viajar a Francia pensando que van a poder tener la posibilidad de estar todos juntos. Consiguen hacerlo porque ocupan un edificio muy cerca del aeropuerto de Orly, que son antiguas viviendas de trabajadores de una empresa aeronáutica. Esto les permite vivir de forma conjunta y, mientras, el gobierno francés les concede ciertas ayudas sociales, escolariza a los niños y niñas, etc. Pero hace un mes, la policía francesa intercepta a varios de los varones del clan y les aplica el Convenio de Dublín, en el que las personas solicitantes de protección internacional deben permanecer en el primer país de acogida para resolver todos los trámites y requisitos.
Como alguno de los hombres deben regresar a España por lo que dicta el convenio, esto provoca que todas las familias decidan acompañar a estos hombres, lo que implica no separarse por lo que todos vuelven a nuestro país
Llegan a Madrid y se instalan en el en el parque Salvador de Madariaga en el distrito de Ciudad Lineal. Debido a que está justo al lado de una mezquita, esta les proporciona cobertura de duchas, etc. Pero no de alojamiento. Eso va generando una situación de malvivir en el parque. Muchos de ellos tienen la tarjeta roja caducada o el permiso de residencia caducado e intentan, durante el tiempo que están en Madrid, hacer todo tipo de gestiones para poder actualizar su situación. Pero como no tienen ningún tipo de asesoramiento no saben muy bien qué puertas tocar. El día 25 de julio es cuando Cruz Roja recibe la llamada del ministerio que en coordinación con el Ayuntamiento de Madrid, a medida de que esta situación llega a los medios de comunicación, provoca que este tema tenga que solucionarse.
El gobierno activa, a través de Cruz Roja, el dispositivo de emergencia que se tiene pensado para personas que entran a España por la costa. Cuando se aplica el dispositivo, se comunica el desalojo a las familias, el Samur se persona para ayudar en el traslado de las familias y es Cruz Roja quien lidera todo el trabajo para llevar a las familias al centro de acogida que hay en Francos Rodríguez.
¿De qué manera os llega a vosotros la trayectoria y la historia de este clan de personas sirias?
Ferrán.- En un primer momento, por los medios de comunicación. Desde Oficina Central, en colaboración con el ministerio, es quien nos hace llegar toda esta información. Es cierto que la prioridad del gobierno y de CRE es conocer la legalidad administrativa de todas las personas del clan.
En cuanto al dispositivo, lo que se hace es que se abre un proceso de filiación de todas las familias para llevar a cabo un control de todas las personas: Se les solicita toda la documentación que tengan, caducada o no, y se hace una recomposición de todas las unidades familiares que conforman el clan. Vemos que dentro del clan existen unos roles, como por ejemplo, el del patriarca. Una persona más mayor que el resto y que es la persona que lidera todas las conversaciones con el SAMUR y con nosotros para negociar el traslado.
Hecho esto, activamos todo el sistema de logística. Al día siguiente, entrevistamos a cada familia para que nos cuenten cómo han salido de Siria, como han llegado a España y luego a Francia y nos muestren toda la documentación que tienen. Todo esto, con la ayuda de un intérprete, ya que todos ellos hablan árabe. Éste ha sido uno de los hándicaps porque manejamos el francés pero no el árabe. Durante los 3 primeros días son unos compañeros de ACCEM los que están con nosotros ayudándonos pero, a partir de este día, son los compañeros y compañeras de Cruz Roja del área de refugiados quienes, con un intérprete por turno, tenemos el apoyo para todo lo necesario.
Con toda la documentación, armamos un archivo que compartimos con Oficina Central y el Ministerio que, con una base de datos, comprueba toda la trayectoria de estas familias y es cuando comprobamos que familias han hecho toda la documentación de protección internacional y podrían volver a España y qué familias dejaron los trámites a medias y no pueden regresar. Por lo tanto, al cuarto día ya teníamos claro qué familias si van a poder ser readmitidos en el sistema de protección internacional y qué familias no pueden ser readmitidas.
Cuando hablamos de la actuación de Cruz Roja ante situaciones como esta, ¿Cómo nos coordinamos? ¿Cómo funciona por dentro la organización para llevar a cabo una buena coordinación en la actuación?
Concha.- El equipo de personas voluntarias lo formamos alrededor de 30 personas, de las cuales, 15 estamos en el núcleo duro de la emergencia. Como ya tenemos el bagaje del año pasado con la llegada de personas de origen migrante, lo más importante de este año ha sido la formación que nos propuso Ferrán en enero, para que adquiriéramos los conocimientos necesarios para poder atender a estas personas. Han sido varios cursos, entre los que estaban los idiomas con el inglés o el francés.
Los voluntarios, que contamos con el apoyo inestimable de compañeras y compañeros técnicos, llevamos un peso muy grande en este proyecto de Atención Humanitaria y además con bastante autonomía, que nos permite estar muy contentos.
En reparto de tareas, el equipo de personal voluntario nos organizamos en función de las prioridades de la situación y de las que tiene cada persona. Unos van a la parte de logística e intendencia, del ocio y tiempo libre, etc. Diversas parcelas que forman parte de la vida cotidiana de estas personas migrantes.
Con respecto a la llegada de las familias sirias, se nos envió un mensaje solicitando nuestra colaboración al que, finalmente, acudimos cuatro personas. A mi, concretamente, se me encargó la parte de logística alimentaria, que es lo que sé hacer. Fue muy curiosa la primer toma de contacto ya que tuvimos que idear una estrategia para ver cómo descongelábamos comida para 66 personas en un tiempo récord. Además, como había mujeres embarazadas y niños pequeños, la situación era todavía más dramática. Al final lo conseguimos y a las 22h de la noche estaban cenando.
Ferrán.- En el modelo que tenemos, que creo que ha funcionado muy bien, la responsabilidad del modelo está compartida y así los equipos lo saben. Esto nos ha dado muy buen resultado porque aunque ambos (Concha y Ferrán) tenemos nuestras parcelas, son complementarias y esto nos facilita mucho el trabajo, la toma de decisiones es más rápida. Que Concha asumiera toda la parte de la gestión del equipo de personas voluntarias y la logística e intendencia, a mí me facilitaba que me concentrara en el trabajo técnico, en las relaciones sociales, en las comunicaciones con el ministerio, el ayuntamiento, etc. Las negociaciones, etc.
Concha.- Para que esto haya funcionado es fundamental que el personal voluntario, en este caso yo, me haya incorporado a las reuniones de equipo. En este proyecto, estamos interrelacionados completamente. Sabemos toda la información sobre el proyecto y sobre los trámites que hay que hacer, así como las decisiones que se están tomando. Por eso, esto hace tener más ganas para poder trabajar con más fuerza en el proyecto. El conocimiento del proyecto por parte del voluntariado ha sido fundamental para el éxito del dispositivo. Yo como referente, soy la persona que se encarga de transmitir al resto de compañeros y compañeras voluntarias toda la información.
(Próximamente, la segunda parte de la entrevista.)
Equipazo!! Enhorabuena a los dos!!
Equipazo!! Enhorabuena a los dos!!