En este momento en el que nos encontramos en el que los procesos migratorios se intensifican y cobran una gran importancia en las noticias, es importante poder entender cómo funciona todo el proceso de una persona migrante cuando cuando llega a España. Esta parte de la emergencia humanitaria con la llegada de personas migrantes en situación de vulnerabilidad extrema a las costas de Ceuta o Canarias es atendido por nuestro área de Atención Humanitaria, que pone a disposición de las mismas, las herramientas, recursos y dispositivos necesarios para poder cubrir las necesidades básicas en los primeros momentos de estas personas en nuestra territorio. Una labor que requiere de mucho temple, responsabilidad y diplomacia, pero sobre todo, de mucha humanidad. Y para hablar de esta labor, tenemos a dos de las personas con más sensibilidad de esta casa, como son José Miguel García Oliveri ‘Oli’, y Belén María Padín. Hemos hablado con ellos para ver en profundidad la labor de Cruz Roja en este área y todo lo que conlleva trabajar en la emergencia y que no se ve a ojos de la población. Pero además, el juntarles a los dos tiene un motivo personal, y es que Oli deja el puesto de responsable y coordinador del área de Atención Humanitaria y Emergencia Social, puesto que ya está ocupando Belén, la nueva coordinadora. Nos han hablado de sus trayectorias, de sus aprendizajes, pero también del puesto y de la responsabilidad que conlleva, así como del desgaste que produce.
No te pierdas esta emotiva entrevista!
Lo primero de todo, contadnos vuestra trayectoria en Cruz Roja.
Belén.- Entré en 2018 como mediadora social en el dispositivo de Atención Humanitaria de Francos Rodríguez, luego pasé a Cruz Roja Juventud, primero de técnica en las asambleas de Pinto y de Parla, y luego como técnica autonómica de CRJ en la parte de desarrollo institucional, y hace un año y medio entré en la dirección técnica de Alcorcón, sustituyendo a su actual directora por su baja de maternidad, y posteriormente, en la dirección técnica de Parla, hasta que hace un par de meses entré en el puesto actual, como coordinadora del programa de Atención Humanitaria y Emergencia Social.
Oliveri.- Entré en Cruz Roja en 2010 como trabajador social en el CIE, después me fui al equipo del programa de Personas Refugiadas durante 3 años, luego pasé a coordinar la Fase de Acogida Temporal de Personas Refugiadas hasta que en 2018 empecé a coordinar el programa de Atención Humanitaria y Emergencia Social, hasta hace un par de meses.
Esta entrevista se produce por vuestros cambios de puesto. ¿Qué motivación personal ha existido en estos cambios?
Oliveri.- Creo que todo tiene un ciclo, y mi vida laboral se ha basado en ciclos de 5 o 6 años, por lo que estaba convencido de que ya me tocaba moverme. En este nuevo ciclo he querido buscar el equilibrio entre la vida personal y profesional. Cuando yo cogí la coordinación en 2018 el programa era bastante más reducido en cuanto a la labor que abarcaba, así como con el personal que estaba dentro de él. En estos años hemos ido incluyendo la emergencia social, la atención humanitaria con todas las crisis humanitarias y todos los centros y dispositivos que hemos ido abriendo, y eso ha supuesto mucha responsabilidad y desgaste. Por ello, creo que ha llegado el momento de que otra persona llegue con savia nueva, con otras motivaciones y que coja los mandos del mismo. Yo necesitaba este cambio y ahora soy el nuevo responsable del proyecto de Personas Refugiadas en el aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez. Es como una vuelta a mis orígenes, para seguir en contacto con personas de origen migrante que llegan a territorio nacional en procesos complejos. Y estoy encantado de que Cruz Roja me haya dado esta nueva oportunidad.
Belén.- Cuando salió la plaza de Coordinación en la Atención Humanitaria y Emergencia Social, me llamó la atención porque es un campo que siempre me ha gustado, donde creo que puedo tener recorrido para poder desarrollarme profesionalmente. Además, mis inquietudes dentro de Cruz Roja, dentro de los programas de desarrollo del personal en los que ido participando, han ido dirigidas siempre a este campo de la Atención Humanitaria y la emergencia social. Cuando salió la plaza me pregunté si me apetecía, y me di cuenta que sí, y arriesgué de nuevo. Es verdad que es volver a cambiar otra vez, cuando hace un año y medio me embarqué en el nuevo puesto de dirección técnica, pero esta oportunidad suponía un reto para mí, y aquí estoy.
«Atención Humanitaria representa los Principios Fundamentales de Cruz Roja: La Humanindad, la Imparcialidad, el Voluntariado o la Unidad, porque los veo muy tangibles en la actividad del día a día. «
Hablemos de vuestros aprendizajes en vuestros puestos anteriores y cómo os van a ayudar en esta nueva etapa profesional.
Oliveri.- A nivel personal, creo que he tenido una gran capacidad de aprendizaje porque he podido desarrollar una serie de competencias que pensaba que no tenía. Esto me ha permitido desarrollar habilidades y tener recursos para poder afrontar situaciones a la que nunca hubiera pensado que sería capaz de llegar. He aprendido cuáles son mis límites, también a gestionar y a afrontar emocionalmente el estrés en situaciones conflictivas y complicadas. También he aprendido a no tener miedo a los retos, y cierto sosiego y calma para afrontar situaciones muy complicadas de gestionar, como cuando nos manejamos en estrés y en conflicto y hay un toque de riesgo y vulnerabilidad con las situaciones de las personas. Esto hace que en todo momento tu te sientas vulnerable. Y poco a poco vas aprendiendo herramientas suficientes para que esa vulnerabilidad vaya disminuyendo y así, desarrollar cierta confianza en ti mismo para que los pasos y las decisiones que vayas dando las hagas de manera correcta. También he aprendido a confundirme y a poder fallar. Y he aprendido mucho de que cuando he cometido un error, se convierta en un aprendizaje de manera rápida, gracias a la institución y a los equipos. A nivel profesional he aprendido un montón de la casa, y de todas las personas con las que he trabajado, que son personas extraordinarias, inteligentes y con un trato y una capacidad excelente para con las personas más vulnerables. Estos años me han permitido llegar también a ver la realidad y las respuestas en entornos públicos con tomas de decisiones, comprendiendo cómo funciona todo.
Belén.- Cuando entré en la dirección técnica entré con el propósito de aprender lo más rápido posible como reto, y siempre he pensado en escuchar a los equipos para ver cómo funcionaban, revisar los procesos con ellos/as, y así, con esa información, poder aportar mi granito de arena para poder ayudarles y mejorar el día a día de la asamblea. Volver a una asamblea local me hizo volver al día a día de un proceso completo de atención a personas, en lo tangible, como cuando empecé en Cruz Roja. Aparte, la dirección técnica me ha dado unas herramientas para poder gestionar las relaciones institucionales con los Comités, administraciones públicas, etc. que voy a utilizar en mi puesto actual, cuando tenga que hablar con la administración pública en mi campo. En este nuevo reto, como siempre hago, voy con pies de plomo para poder escuchar, ver y entender cómo funciona la labor y los equipos, y así, luego poder aportar mi valor para mejorar, simplificar y fluidizar los trabajos.
Oliveri, ¿Qué funciones vas a hacer en tu nuevo puesto y qué objetivo te marcas en este primer año?
Oliveri.- Como decía antes, el puesto es el de responsable de la Fase de Acogida a Personas Refugiadas en el aeropuerto de Madrid Barajas. El objetivo es atender a todas las personas que llegan a nuestro país por vía aérea y se encuentran en la sala de asilo de las T1, T2 y T4. Vivimos en un entorno actual en el que parte de la población ve o marca a las personas migrantes bajo un estereotipo negativo, por lo que hay que recordar que todas las personas migrantes son un valor que aporta a la sociedad de llegada. En cuanto a mi objetivo personal, me marco el poder desarrollar un entorno de trabajo amable y adecuado para la a tención de las personas solicitantes de protección internacional en un entorno de privación de libertad como es el entorno de Barajas. Y que la actividad que desarrolla Cruz Roja se desarrolle y siga garantizando los derechos de estas personas en una situación que genera un aumento del estrés y de la ansiedad, en la espera de la tramitación de su solicitud de entrada en nuestro país. Además, me gustaría poder desarrollar una correcta coordinación con las instituciones que trabajamos en este entorno, como son la Policía Nacional, la oficina de Asilo de Refugio, Aena y nosotros, Cruz Roja.
Belén, ¿qué objetivo te propones para este primer año?
Belén.- Como objetivo principal, aprender lo máximo posible como funciona este programa, y ver qué mejoras podemos introducir para que funcione un poco mejor. La realidad es que ahora mismo estamos atendiendo a una gran cantidad de personas bajo este programa en la Atención Humanitaria y tenemos que revisar los procesos porque hemos triplicado el número de personas atendidas. Tenemos que mejorar la metodología y recursos para poder seguir garantizando la cobertura de las necesidades básicas de estas personas y su atención. Mi labor es gestionar los equipos, dar herramientas y facilidades a dichos equipos para poder llevar a cabo de la mejor manera posible todos los procesos, y tener ese enfoque global para poder seguir dando una mejor respuesta.
Hablemos de la Atención Humanitaria. ¿Cómo atendemos en este programa? ¿Qué necesidad respondemos y qué labor hacemos?
Oliveri.- La Atención Humanitaria a personas de origen migrante permite poder atender a todas las personas que llegan por costas en una situación de vulnerabilidad extrema. Estas personas llegan en unas condiciones físicas muy disminuidas y además, son acogidas en un entorno donde no están regularizados. Estas personas necesitan una acogida inicial donde atendemos sus necesidades más básicas, les ayudamos a entenderse con el idioma y les damos las primeras orientaciones y herramientas legales y administrativas para poder incorporarse a la sociedad española. Este programa surge en 2006, cuando se produce la primera crisis migratoria en Canarias. Antes, no estaba sistematizado ni institucionalizada el proceso de atención a estas personas. Esto hizo que en ese año se planteara la realización de un proceso para poder atender y dar cobertura a las personas migrantes.
Belén.- Atención Humanitaria representa los Principios Fundamentales de Cruz Roja: La Humanidad, la Imparcialidad, el Voluntariado o la Unidad, y los veo muy tangibles en la actividad del día a día.
¿Qué es aquello que está ahí y que no se ve en la Atención Humanitaria? ¿Qué es lo más complicado de este área?
Oliveri.- La impotencia que se genera tanto en los equipos como en las personas que llegan a nuestro territorio, a la hora de no poder cubrir sus necesidades básicas ni sus sueños. Hay una serie de limitaciones que están fuera de nuestro alcance y que hacen que estas personas no puedan alcanzar sus sueños. Esto genera mucha impotencia porque estás viendo que son personas muy capaces de desarrollar su vida de forma normalizada, pero por las condiciones en las que llegan de vulnerabilidad administrativa, se ven perjudicadas para poder seguir adelante, y desarrollarse personal y profesionalmente en la sociedad de acogida.
Belén.- La labor del personal voluntario y técnico, que son unos todoterrenos desplegados por los dispositivos y recursos. Por eso, está en nuestra mano hacerles más sencillo su trabajo y dedicación, porque es una labor que está ahí y a veces, no se ve.
«El personal voluntario y técnico, son unos todoterrenos desplegados por los dispositivos y recursos.»
¿Qué precio se paga?
Oliveri.- Hay una implicación emocional muy elevada, ya que hay mucho estrés en las situaciones, y tienes mucho equipo a tu cargo. Estas situaciones generan mucha preocupación y responsabilidad de manera consciente. Tú eres consciente de esa responsabilidad, pero desarrollarla es un trayecto largo, y tener ese grado de consciencia con respecto a toda la responsabilidad que tienes, es el precio a pagar. Tu quieres dar lo mejor de ti para poder atender situaciones de extrema vulnerabilidad, pero estas situaciones ocupan mucho espacio en la cabeza, más de lo que nos gustaría. Además, estas situaciones son algo que se reproduce de manera constante, por lo que hay que saber gestionar bien el estrés y cansancio que conllevan. Esto no es un trabajo de 8 a 3. Esto va más allá, porque pagas una factura emocional elevada por el tipo de situaciones: las crisis migratoria que se producen en verano, la crisis de Afganistán, la guerra de Ucrania, etc. Tu lo das todo en cada una de estas situaciones, pero el proceso es cíclico, es una rueda que nunca para, y eso te desgasta mucho emocionalmente.
¿Y aquello que te llevas? ¿Qué recompensa te deja esta labor en este área?
Oliveri.- Lo que es bonito es ver la capacidad de respuesta que tiene Cruz Roja en cualquier emergencia social o crisis humanitaria. No hay otra entidad que tenga la misma capacidad de respuesta, de recursos y de inmediatez que tiene Cruz Roja. Consigues hacer cosas que jamás hubieras pensado hacer. Yo me llevo una gran satisfacción profesional y personal en el momento en que podemos cubrir cualquier tipo de crisis social y humanitaria.
Otra parte que me llevo es la sensación de compañerismo y apoyo con la que he convivido en esta labor. Ha sido muy especial y muy nutritivo para mí. Aunque estuviéramos en una situación con un estrés muy elevado, el hecho de llegar a la oficina y poder hablar con tus compañeros/as, y descargar emocionalmente, permite afrontar estas situaciones de crisis de una mejor manera. Siempre ha habido mucho apoyo y comprensión entre nosotros/as. Esto lo he visto con muchas personas muy cercanas a mí. (Ferran, David, Berta, Vicky, Sara, José, etc.)
También me llevo el cómo atender una emergencia y entender que una emergencia no se acaba cuando acaba la crisis, sino que acaba cuando está todo justificado a nivel administrativo.
«Otra parte que me llevo es la sensación de compañerismo y apoyo con la que he convivido en esta labor»
Belén.- La parte del compañerismo que, aunque hay mucho estrés y cansancio, tienes un ambiente agradable y amable en el que compartir y estar. Esto es un valor que no se encuentra en cualquier lado. Para mi, que he entrado hace poco, el sentirme tan acogida desde el minuto 1, me hace estar muy bien dentro del equipo.
¿La sociedad es consciente de la labor que hace Cruz Roja en estas crisis humanitarias, como la que estamos viviendo ahora en las costas de Canarias?
Oliveri.- Es importante remarcar que Cruz Roja es la única institución que se encuentra en todas las fases del proceso migratorio. Somos clave porque somos un entorno seguro para estas personas. Cuando una persona llega a la costa y ve el emblema de Cruz Roja, la gente se acerca a el, porque es un entorno seguro.
Belén.- Tenemos que sentirnos orgullosos/as de la respuesta que damos en la Atención Humanitaria, porque somos los que estamos desde el principio hasta el final del proceso migratorio. Trabajamos los 365 días del año para generar un impacto positivo en las personas a las que ayudamos.
Oliveri, ¿qué consejo le das a Belén para afrontar este nuevo reto?
Oliveri.- Qué confíe en ella misma. Belén tiene las suficientes capacidades y habilidades para manejar este nuevo puesto. Siempre van a aparecer situaciones novedosas que te ponen en el filo, por eso hay que confiar en uno mismo y en su instinto, y Belén está preparada para ello.
¿Qué significa para vosotros/as ser de Cruz Roja?
Oliveri.- Significa llegar a sitios y ayudar a gente para contribuir a su bienestar. Esto nos da una potencialidad enorme de conocimiento y responsabilidad.
Belén.- Significa poder confluir mis valores y principios personales a mi espacio laboral. Y que tú en tu día a día puedas desenvolverte en un espacio en el que te sientes bien, estable y se te trata de una manera amable, te hace sentirte reconocido y perteneciente a esta familia. Y creo que esta combinación completa no sé si podría tenerla en otra entidad.