La Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Majadahonda-Las Rozas, ha puesto en marcha un Centro de día infantil (CDI) en Las Rozas, para ayudar a las familias de la zona y facilitar la atención y cuidado de sus hijos -de entre 3 y 12 años- al finalizar la jornada escolar, de manera que se favorezca la conciliación de la vida familiar y laboral.
El CDI de Las Rozas atiende a 40 niños y niñas y cuenta con 21 voluntarios que desarrollan su trabajo en el Colegio San Miguel en horario de 16 a 20 horas de lunes a viernes y puntualmente en días no lectivos.
Con esta iniciativa se pretende, también, evitar los factores de riesgo que la ausencia prolongada de padres/madres y tutores puede ocasionar a los niños y niñas; favoreciendo, además, el desarrollo de habilidades sociales, la adquisición de valores, normas, límites y respeto mutuo, según nos explica el técnico referente del Proyecto Brian Huerta Murphy.
El CDI se puso en marcha el pasado 16 de enero y las actividades principales que se desarrollan son: Apoyo escolar, actividades socioeducativas que promueven la inteligencia Intra/inter-personal, la psicomotricidad, la educación a la salud, educación al medio ambiente, actividades relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías y de ocio y tiempo libre.
Su Presidenta Montserrat González García y su Directora Técnica, Mercedes Morales Ruiz, visitaron el nuevo centro nada más comenzar a funcionar
El acceso al Centro de día es por derivación, a través de los Servicios Sociales, del propio Centro Educativo donde se ubica el CDI y desde Cruz Roja Española. Los niños no pertenecen únicamente al colegio San Miguel, sino que también tienen niños y niñas procedentes del colegio Siglo XXI, Vicente Alexandre y Fernando de los Ríos, por ejemplo…
El trabajo con estos niños se resume, según Brian, en “darles cariño y atención”, aunque subraya que, también, “hay que marcarles límites y organizarles una rutina que es buena para ellos y para el grupo”.
“Para las familias es un desahogo –afirma- Es la tranquilidad de saber que su hijo o su hija está en un entorno bueno para ellos, que no están pegados a la pantalla o en una casa donde a lo mejor comparten piso con dos o tres familias más”. “Aquí están en un espacio seguro”.
Brian querría reforzar el aspecto del apoyo escolar con más voluntarios, aunque recuerda que no son una academia, sino un centro infantil, donde hacer los deberes es una parte de la actividad. “La parte académica no es tan importante como el ámbito familiar. No todos los niños tienen dificultades en los estudios. Muchos de ellos llegan y se ponen a hacer sus tareas y apenas piden ayuda del equipo voluntario y lo que no tienen, a lo mejor, es un sitio donde estudiar o una red de apoyo y aquí sí.”
“Es verdad que el mejor sitio donde va a estar un niño es con sus padres, pero, si no puede ser, mejor aquí, porque hacen cosas de niños, juegan estudian y aprenden valores. Si no, la alternativa es que las madres y los padres dejen de trabajar o paguen a alguien que les cuide al niño, dejándose un dinero que no tienen.”, añade.
La mayor parte de los niños que acuden al CDI son miembros de familias inmigrantes de origen y monoparentales, o con una familia nuclear, padre y madre, pero con unos horarios que les dificulta ocuparse de los niños. También es frecuente que compartan piso con otras familias. “Hay una familia de cuatro miembros que está en una habitación, y otra de siete miembros, en una casa de dos habitaciones”.
Brian resalta la buena colaboración que mantienen con el Ayuntamiento de Las Rozas y con los equipos de orientación de los colegios. A muchos niños les derivan de los servicios sociales, aunque en bastantes ocasiones las familias son usuarias de Cruz Roja, participantes de algún programa
A la pregunta sobre qué le aporta este trabajo, Brian explica que le ha ayudado a descubrir algo nuevo en él “porque los niños te enseñan a conectar con tu niño interior, básicamente “ y añade que “Emocionalmente te lo llevas más a casa, pero es muy bonito porque al final te enseñan sencillez. A veces los adultos nos complicamos muchísimo las cosas pensando demasiado”.
Por último, sobre ¿Qué le diría a un voluntario para animarle a entrar en el CDI?, responde que “Los niños son muy agradecidos. Con cuatro cosas que hagas con ellos te van a responder con una sonrisa, con un abrazo y es cuando una personita te enseña que con poco se puede vivir muy bien. Y eso es muy enriquecedor”.