En 2013, se repitió una realidad de años anteriores: la crisis socioeconómica y las dificultades que ésta plantea.
Por un lado, el contexto situó a la organización frente al reto de dar una respuesta a las necesidades sociales emergentes, apoyar a un mayor número de personas desde la proximidad y la cercanía.
Por otro lado, el impacto de la crisis nos mostró su rostro más duro a través de las personas con las que trabajamos y que acuden a Cruz Roja para solicitar ayuda. Su problemática más recurrente es no llegar a fin de mes, presentando dificultades para sufragar hipotecas, alquileres, gastos del hogar, situaciones de privación de material y la falta de cobertura y subsidios.
Por ello, gran parte de la actividad realizada durante el 2013 ha estado volcada en paliar las consecuencias del aumento de la vulnerabilidad y la agudización de la pobreza, al mismo tiempo que se mantienen otros proyectos que ya realizábamos con anterioridad.
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