Hace menos de una semana tenemos nueva presidenta en la Comunidad de Madrid, Pilar Roy. Esta licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid y Filología Hispano Francesa por la Universidad de Salamanca, llega a la presidencia tras el proceso democrático que se celebró el pasado miércoles en el Comité Autonómico Extraordinario. Pilar lleva 18 años en Cruz Roja como voluntaria, de los cuales, en los últimos 12, ha compaginado sus labores de presidenta de la asamblea comarcal de Jarama con la Vicepresidencia autonómica, entre otras funciones.
Pilar llega con muchas ganas, nuevas ideas y con la ilusión de que sigamos en la tendencia al alza de hacer bien las cosas en la Comunidad de Madrid. Pilar es directa, con las cosas claras, y esa fuerza que demuestra seguro que nos va ayudar para sensibilizar y defender con ahínco y gran ímpetu los intereses de nuestra entidad en todos los planos de la actividad.
En Zona CREO, hemos hablado con Pilar para que nos pudiera contar su trayectoria en Cruz Roja, y lo más importante de todo, sus ideas y líneas estratégicas para los próximos 4 años.
Pregunta.- ¿Quién es Pilar Roy y cuál ha sido tu trayectoria dentro de Cruz Roja?
Pilar Roy.- Es una voluntaria que en un momento determinado de su vida personal y profesional tiene tiempo libre y decide colaborar con Cruz Roja.
A través de un anuncio en prensa, hace 18 años vi que Cruz Roja necesitaba personas voluntarias para dar clases de español a inmigrantes. Después me hice cargo del área de voluntariado y formación, captando voluntarios y voluntarias y organizando los cursos para formación interna y externa. De ahí pasé a ser vicepresidenta del Comité local de Alcobendas – San Sebastián de los Reyes y, poco a poco, presidenta de la Asamblea comarcal de Jarama, vicepresidenta autonómica y miembro del comité nacional de Cruz Roja.
¿Cuál fue el momento en que pensaste ‘me tengo que presentar a presidenta’? ¿Por qué te presentaste?
En 12 años como presidenta de la asamblea comarcal de Jarama me fijé, en su momento, una meta: pasar de una sede más deteriorada a una sede moderna y con muchas más posibilidades para la atención de colectivos vulnerables. En el momento en que se inauguró esa nueva sede de Cruz Roja en San Sebastián de los Reyes y vimos que creció la actividad y el número de voluntarios y voluntarias, entendí que había cerrado un ciclo y que podría presentarme como nueva presidenta de Cruz Roja Comunidad de Madrid.
Y lo que se está preguntando toda la gente, ¿En qué se basa tu proyecto electoral? ¿Cuáles son las líneas estratégicas que vas a seguir?
Yo soy muy institucional y entiendo que las líneas estratégicas que vamos a seguir son las que marca Cruz Roja Española. Si lo que me preguntas es cómo lo vamos a hacer y qué es lo que me gustaría hacer, lo principal es que haya una simbiosis absoluta entre la oficina autonómica y las asambleas locales y comarcales. Me gustaría que desde las asambleas locales pensaran que desde la oficina autonómica estamos aquí para echarles una mano y ayudarles, y que desde la oficina autonómica fuera recíproco, y entendieran qué es una asamblea local y lo que se hace en el día a día. Si todo eso lo consigo, habremos avanzado mucho y, a partir de ahí, todo irá mejor.
La semana pasada en el Comité autonómico extraordinario comentabas que era necesario contar con más voluntariado y presencia de las locales en las reuniones de Dirección, y que es necesario generar una estructura más funcional y menos jerárquica. ¿Cómo se va a llevar a la práctica esta disposición?
Estamos en una organización de personas voluntarias por lo que no tendría ni que decir que se necesita más voluntariado. Sin los voluntarios y voluntarias, Cruz Roja no podría existir ya que es su esencia vital y uno de nuestros principios fundamentales.
Respondiendo a cómo voy a llevarlo a la práctica, hoy he tenido mi primera reunión de Dirección con el secretario autonómico y la coordinadora autonómica donde les he transmitido cómo quiero hacer las cosas, en sintonía con ellos. Ellos han estado de acuerdo y tras el verano, se empezarán a ver los cambios. Y si nos equivocamos en el cambio, volveremos para atrás y reenfocaremos la situación.
Dentro de mis objetivos está llevar a la práctica que haya más presencia de las asambleas locales en la actividad y en la Dirección de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid.
Cuando hablas de esos cambios que se van a producir, ¿nos puedes ofrecer un pequeño adelanto?
Todo lo que haga y todo lo que decida, en compañía de la coordinación y secretaría, siempre se va a comunicar. Parto de la base de que soy una mujer con carácter, pero también soy muy transparente, cuando no me gustan las cosas lo digo y cuando me gustan, también. Espero que se empiecen a ver los cambios después del verano, pero antes se tiene que proceder al nombramiento de nuevos presidentes y presidentas. Una vez que esto suceda me reuniré con cada uno de ellos para conocer en qué se pueden comprometer y en dónde y qué es lo que pueden hacer.
También espero que los consejos de Dirección se amplíen, y que haya más reuniones conjuntas entre la oficina autonómica y las asambleas locales. En definitiva, van a ser cambios que enseguida se van a notar.
Quizá, los que llevamos más tiempo no hayamos sabido transmitir al personal laboral que una de sus funciones es la coordinación y apoyo a un equipo de voluntarios y voluntarias.
Hace unos días, entrevistamos a Carlos Payá, expresidente autonómico, al cual le trasladamos la misma pregunta que te hacemos a ti ahora. Según tu experiencia, ¿Cuál es la fórmula para que puedan convivir en armonía y plena confianza tanto el personal laboral como el personal voluntario?
Es una fórmula compleja y difícil. En un momento dado, dentro de la casa, ha habido una tendencia en la que se ha tecnificado mucho la labor que hacemos, y eso ha traído consigo la incorporación de nuevo personal que ha llegado con una mentalidad completamente diferente. Quizá, los que llevamos más tiempo no les hayamos sabido transmitir que una de sus funciones es la coordinación y apoyo a un equipo de voluntarios y voluntarias. Yo creo que ese hecho ha producido que alguna parte del voluntariado haya sentido que realizan su labor por debajo de sus capacidades personales. Por otra parte, el personal laboral percibe a veces que los voluntarios y voluntarias estamos aquí para realizar determinadas funciones y responsabilidades de los puestos de actividad, y nada más lejos de la realidad.
El voluntariado es la seña de identidad de Cruz Roja. Pero sin personal laboral no haríamos nada. Si conseguimos que el personal voluntario sepa en qué nivel está, se sientan apoyados y conseguimos que el equipo técnico sea consciente de que puede contar con un equipo de personal voluntario, habremos conseguido el objetivo. Creo que es un problema de mentalidad. Todos y todas somos Cruz Roja Española
En estos 18 años que llevas en Cruz Roja, ¿Qué has aprendido de esta casa? ¿Qué lecciones de vida te ha enseñado?
Es una pregunta difícil ya que cuando yo entré en Cruz Roja ya era una mujer madura con un amplio rodaje personal y profesional. Lo primero que he aprendido es a ser mejor persona y valorar lo que tengo. Somos unos privilegiados y eso lo tenemos que valorar. ¿De qué nos podemos quejar cuando hay personas que viven mucho peor que nosotros? Es profundamente enriquecedor estar dentro de Cruz Roja y poder ayudar a esas personas.
¿Qué significa ‘ser de Cruz Roja’? ¿Qué nos diferencia de otras entidades sociales?
Yo no puedo explicar con palabras el orgullo que siento al pertenecer a Cruz Roja. Cuando llegas a casa después de un día duro y enciendes la tele para ver el telediario, puedes ver a alguien de Cruz Roja o de la Media Luna Roja. Desgraciadamente, siempre vas a ver a alguien de nuestra organización en unas situaciones muy complicadas. Y eso, es lo que somos nosotros. Un granito de arena en una organización que está en todo el mundo y continúa ayudando a colectivos vulnerables en muchas situaciones. Llevamos más de 150 años y eso será por algo.
¿Cómo le explicarías a alguien que no pertenece a la organización lo que significa ser de Cruz Roja?
Ser de Cruz Roja significa atender a las personas más vulnerables de la sociedad, en su difícil y complicada vida cotidiana, en desastres naturales, en conflictos bélicos, en emergencias médicas y sociales.
Significa no hacer distinciones por raza, por sexo, por ideologías políticas o religiosas.
Significa ser neutral e imparcial. Significa ser muchas cosas y todas muy importantes.
Mirando hacia adelante, como entidad, ¿Cuáles son los retos a los que nos enfrentamos en el futuro?
Tenemos muchos retos por delante: Desde lo económico hasta los cambios políticos y sociales. Nos vamos a tener que adaptar a esos cambios y lo vamos a hacer lo más rápido posible. Vivimos en una sociedad muy tecnológica, pero que, sin embargo, demanda una serie de necesidades que parecían desaparecidas ya que una profunda desigualdad que se ha generado tras una gran crisis económica. Además, tenemos un reto muy importante que es trasladar una serie de valores y principios a toda la sociedad.
Pero estoy segura de que lo vamos a conseguir.
¿Qué te gustaría decir a todo el personal laboral y voluntario de Cruz Roja Comunidad de Madrid?
Primero, que se sientan tan orgullosos y orgullosas como me siento yo de pertenecer a Cruz Roja. Pertenecemos a la mayor red humanitaria del mundo.
Segundo, que somos una red de personal voluntario y laboral extraordinario. Tenemos un caudal humano envidiable, cargado de valor y talento en todas las edades, desde Cruz Roja Juventud hasta el excelente personal voluntario de mayor edad.
El mensaje que quiero trasladar es que sigamos como estamos, en la línea de la mejora. Lo estamos haciendo muy bien y hay que seguir avanzando en esta línea.
