Como comentamos en el post que publicamos ayer, desde el departamento de Comunicación hemos querido reflejar y dar protagonismo al 8M  en la figura de 10 compañeras, voluntarias y trabajadoras, de diferentes puestos, responsabilidades, procedencias y edades de CRE Madrid.

Ayer repasamos el significado y la importancia de conmemorar el 8M, de los comportamientos y actitudes que nos encontramos en nuestro día a día y de la evolución de la figura de la mujer desde hace 40 años hasta nuestros días, en la sociedad española. En este nuevo post, ponemos el foco en las soluciones. En qué está en nuestra mano para poder cambiar las cosas y también, pero también, ponemos el foco en nuestra organización y cómo estamos fomentando la igualdad y la equidad.

Os dejamos con esta segunda parte de la entrevista.

 

5.- Hay otra estadística publicada en el Periódico El País, el 7 de marzo de 2018, que comenta, y cito de forma textual, Al ritmo actual, se necesitarán cien años para cerrar la brecha de género, según datos del Foro Económico Mundial. Un siglo en lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, en la política, en el acceso a la educación, en el reparto de tareas domésticas.

De cara al presente y al futuro, ¿Qué está en nuestra mano para acelerar este proceso? ¿Qué tiene que cambiar? ¿Pensáis que es posible alcanzar la sociedad igualitaria?

Beatriz.- Pienso que quizá 100 años no, pero sí va a costar. Es difícil cambiar la mentalidad que hay hoy en día ya que la mentalidad machista que tienen ciertos hombres, no va a cambiar. Esa mentalidad está perdida.

Los hombres, que cada vez más se están uniendo a las marchas feministas y están sumándose al movimiento, siempre han pensado así y quizás, antes no se unían tanto por el ‘qué dirán’. Creo que el futuro es la educación de los más pequeños, tanto niños como niñas: inculcarles respeto e igualdad.

Blanca.- Discrepo con la opinión de Bea. Creo que la educación de los más pequeños y pequeñas es por supuesto imprescindible, pero creo que, a lo largo de la vida, también somos capaces de aprender de todo. Yo lo he vivido con mi pareja y siempre le digo que es mi proyecto educativo. Con la llegada de mi hija he tenido que desmontar muchos pensamientos y actitudes a mi pareja, por ejemplo, como el hecho de no poner pendientes a la niña hasta que ella no quiera.

Considero que es fundamental la educación durante toda la vida ya que, con trabajo, en tu entorno, muchas veces, eres capaz de cambiar las cosas.

Carmen.- A mí 100 años me parece poco tiempo. Estamos hablando de dos generaciones, y me daría con un canto en los dientes si mis nietas viviesen en una igualdad real. Lo firmaría ahora mismo. Estoy con Blanca en que la forma de hacerlo es día a día.

Ana.- Mi marido a día de hoy se declara feminista, como creo que no puede ser de otra forma. Creo que esto es un pilar fundamental, que ellos se declaren feministas, porque así llegaremos más rápidamente a la igualdad. Educar día a día, hablar día a día. El otro día leí una entrevista que me pareció muy importante en la que hablaba no sólo de la igualdad hombre – mujer, sino también, de la equidad, porque es verdad que somos complementarios, no solo iguales.

Es verdad que quizás que el término ‘igualdad’ crea cierto conflicto, y quizás ese término, ‘equidad’, puede ser muy interesante. Quizás podemos respetar nuestras diferencias y tener nuestros derechos laborales y sociales igual que el de los hombres.

Adriana.- Serán 100 años, pero yo, por ejemplo, en mi casa veo a mis hijos y mis nueras, y creo que eso ya lo tienen bastante asumido. Ambos trabajan fuera y dentro de casa, y si hay que cambiar los pañales a un bebé se les cambia. Son ellos mismos los que han llegado a eso.

Icíar.- Desde ese punto de vista, los hombres creo que deben ser nuestros cómplices, y poner límites, como no callaros ante comentarios sexistas o chistes ofensivos. Simplemente, con eso, para mí un paso súper importante. Creo que también hace falta mucha labor pedagógica, aún hay gente que entiende el feminismo como lo opuesto al machismo y no tiene nada que ver.

De izquierda a derecha: Beatriz, Esperanza, Nieves, Ana, Iciar y Lucimara

 

6.- Vamos con nuestro trabajo en la respuesta social, dentro de CRE Madrid. ¿Qué estamos haciendo desde los diferentes programas de Intervención social para sensibilizar sobre la igualdad? ¿De qué manera vosotras, desde vuestros puestos en Cruz Roja Madrid, apoyáis o intentáis mejorar y empoderar la situación de la mujer?

Blanca.- En nuestra respuesta social, en CRE Madrid, hacemos una labor de sensibilización muy importante desde CRJ, que es la base. Luego para mujeres adultas, tenemos proyectos específicos, además de la sensibilización a la población en general, de empoderamiento a las mujeres, donde al final no solo tienen que ser víctimas de violencia de género. Como comentábamos anteriormente, es muy importante tener esa seguridad, quererte y que estés empoderada para pelear ante ciertas situaciones que puedas vivir.

Y luego tenemos otros proyectos que son más paliativos, dispositivos de acogida a mujeres o el servicio ATENPRO para mujeres que sufren violencia de género, que por tema de seguridad deben llevar un teléfono donde podamos localizarlas siempre que lo necesiten.

Son paliativos porque, por desgracia, el problema está de una manera tan latente que hay que ir y a atajar ese problema.

El miércoles (ayer, día 6 de marzo), realizamos un acto conmemorativo del 8M en el que visibilizaremos la labor que hace Cruz Roja, del trabajo de las mujeres voluntarias y las mujeres trabajadoras de la organización.

Y, a nivel interno, hay que hacer muchos cambios alrededor. Yo entré aquí hace 12 años y sí que he notado bastantes cambios, pero creo que aun así, hay que seguir cambiando actitudes, chascarrillos o comentarios. Debemos acostumbrarnos a no tolerar estas actitudes y a, de alguna manera, seguir educando.

Saray.- Estoy completamente de acuerdo con Blanca, creo que tenemos que trabajar mucho en la sensibilización y la prevención. Desde CRJ tenemos el Proyecto de Prevención de Conductas Violentas, donde uno de los módulos específicos es la Prevención de Violencia de Género. Aquí se trabaja toda la parte del empoderamiento de las mujeres. Intentamos hacer visibles todas esas desigualdades que muchas veces no se ven, para no seguir escalando en la pirámide de la violencia. También tenemos el proyecto ‘Educación para la Salud’ donde impartimos Educación Sexual, que hay que enseñar también desde la perspectiva de género, para que todas las decisiones se tomen desde el placer y que saber decir NO también podemos decirlo con placer y no sentirnos mal por ello.

Por otra parte tenemos también coeducación y perspectiva de género y una comisión de feminismo y LGTBI para trabajar todos los temas y que en todos los proyectos se trabaje estas temáticas de manera transversal, tanto en el proyecto PINEO, como en Éxito Escolar. Creo que a nivel externo estamos trabajando poco a poco para sensibilizar a la población infantil y juvenil.

A nivel interno, creo que nos queda mucho por avanzar, muchas veces también por desconocimiento.

Icíar- Dentro de mi perfil como trabajadora, he facilitar un encuentro en mi asamblea del Corredor Sur, que va a ser la presentación del libro de Francisca de Pedraza, que es una figura muchas veces olvidada, pero que es la primera mujer que logró una sentencia favorable de violencia de género y una orden de alejamiento. Pequeñas acciones de este tipo, para hablar del tema y darle visibilidad, es lo que yo intento hacer desde mi posición en Cruz Roja.

Adriana.- En mi Asamblea, la de Pozuelo de Alarcón, dentro del Programa de Mujer, estamos llevando a cabo una gran labor, ‘rescatando’ usuarias de distintas proyectos, y llevando a cabo con ellas una serie de charlas. Estas charlas están enfocadas para que se sientan cómodas y puedan compartir, que hablen, que cuenten sus problemas. Esto conlleva a que muchas veces nos encontramos con situaciones muy complejas. El maltrato psicológico creo que está mucho más extendido, por muchas razones, sociológicas sobre todo, y que estas mujeres sean capaces de hablar de este tipo de maltrato, que lo verbalicen, es ya muy importante.

 

De izquierda a derecha: Saray, Adriana, Carmen y Beatriz

 

7.- De puerta para dentro, vamos con unas estadísticas del personal laboral y voluntario en CRE Madrid.

  • La plantilla de CRE Madrid en 2018 la compusieron 917 personas, de las cuales un 74,70 % fueron mujeres y un 25,29 % hombres.
    • En cuanto al personal voluntario, de aproximadamente, 12.000 personas: Existen un porcentaje de mujeres del 63.7 % y de Hombres  del  36.3 %.
  • En cuanto a puestos de responsabilidad: De 52 puestos entre Direcciones técnicas y autonómicas: el 78,8% son mujeres y el 21,1% son hombres.

Si comparamos estos datos con el sector privado o las administraciones públicas, según el estudio realizado por el periódico ABC que salió publicado el 22 de octubre de 2018, decía que:

  • El porcentaje de mujeres directivas se congela en España en el 27 % en 2018
  • El porcentaje de empresas que no tiene ninguna mujer al mando se ha reducido del 22 al 20 por ciento.
  • Entre los 35 países analizados, el informe sitúa a España en el puesto 23 de los más avanzados en liderazgo femenino. Según el estudio, «en comparación con la evolución europea y global en este tema, España no puede considerarse como un rezagado, pero el clima de estancamiento y lenta evolución es claramente preocupante».
  • En el mundo, la proporción de empresas sin participación de mujeres en la alta dirección ha descendido del 34 % al 25 %, mientras que el porcentaje de puestos directivos ocupados por mujeres ha pasado del 25 % al 24 % en el último año.

Teniendo en cuenta todos estos datos, siendo persona voluntaria o trabajadora, ¿notamos que estamos en una entidad igualitaria y que se están haciendo todas las acciones posibles para fomentar dicha igualdad? ¿Por qué creéis que en CRE Madrid existe tal mayoría de mujeres respecto a los hombres?

 

Blanca.-  Con respecto a la última pregunta, mi opinión es que creo que las mujeres estamos siendo educadas para cuidar. No es por fisiología, es por educación. Este es el panorama de ´lo social´ y CRE es la viva imagen de eso. Las carreras de lo social son así históricamente, aunque cada vez estén más equilibradas.

Lucimara.- Yo soy ingeniera de caminos, y cuando me gradué, mujeres éramos el 10%. Sí es verdad que cada vez más está cambiando. Una anécdota es que, en mi facultad, los baños de mujeres no estaban en todas las plantas del edificio. Había baños para mujeres en plantas alternas en cambio, para los hombres, había baños en todas las plantas del edificio.

Ana.- Yo soy ingeniera agrónoma y es cierto que, en mi carrera, había más % de mujeres. Vamos poco a poco equilibrando y pudiendo libremente decir qué estudiar y dónde trabajar. Vengo de una familia de mujeres y siempre me han dejado decidir.

Carmen.- Creo que Cruz Roja Madrid no refleja la realidad de la sociedad. Refleja lo que dice Blanca, el sector donde nos encontramos, que hay mayoría de mujeres.

Con respecto a los porcentajes que se han comentado, de cara al exterior, en el mercado laboral, hay medidas de conciliación, pero realmente, hasta que la conciliación no venga derivada de una igualdad salarial, de una igualad de derechos y obligaciones, de igualdad en permisos de maternidad y paternidad, seguirá habiendo desigualdad. Porque simplemente, a la hora de seleccionar a una persona para un puesto de trabajo, ya tienes en mente si esa persona está en edad fértil y el periodo de baja por maternidad o paternidad que va a tener.  Y eso sólo lo podemos cambiar con medidas políticas.

Ana.- Con respecto a las estadísticas y a conseguir la igualdad, una prueba está en que incluso las mujeres políticas no respetan sus bajas maternales y son derechos que hemos tardado mucho en conseguirlos y que deberían disfrutar, por lo menos, del mínimo de baja que exige la ley, también para dar ejemplo y por la visibilidad que tienen. En mi caso personal, hace años, tuve un caso claro de discriminación de género. Cuando me quedé embarazada y ya había conseguido un trabajo en otra entidad, justo antes de incorporarme, llamé a la empresa para decir que me acaba de enterar de que estaba embarazada. Me llamaron para que no me incorporara porque claro, iba a ser madre y eso era un hándicap para el trabajo .Yo era muy joven en ese momento y no reaccioné como tendría que haber reaccionado. Me quedé intacta.

Blanca.- Según una de las estadísticas comentadas, ha bajado el porcentaje de mujeres con puestos de responsabilidad respecto al pasado año.  (el porcentaje de puestos directivos ocupados por mujeres ha pasado del 25 % al 24 % en el último año.). Parece ser que, a nivel social, no se puede ser una mujer de éxito y ser madre, cuando no tienen por qué ser incompatibles. Al final parece que está mal visto que seas madre, que trabajes, porque te tienes que ocupar de tu bebé y claro, si estás trabajando, ¿de dónde sacas el tiempo?

O te pones el mundo por montera y te empoderas o puedes caer en una depresión post-parto.

De izquierda a derecha y de arriba a bajo: Lucimara, Esperanza, Ana, Sara, Carmen, Adriana, Iciar, Beatriz, Blanca y Saray

 

8.- Nos plantamos en el 8M de 2018. Una movilización sin precedentes contra la desigualdad de género y todas sus consecuencias (brecha salarial, discriminación o violencia sexual) y situaron a España a la vanguardia del feminismo mundial. Centenares de miles de personas inundaron las calles en 120 ciudades en las concentraciones de mediodía y las manifestaciones de la tarde.

Y en donde más gente hubo, Madrid.   En Madrid se superó ampliamente la asistencia del año pasado: la Delegación del Gobierno cifró los manifestantes en 170.000 —en 2017, habló de 40.000—. Fuentes sindicales elevaron el número a un millón —500.000 personas según los organizadores en 2017—

(Información de EL PAÍS publicada el 9 de marzo de 2018)

¿Qué os hacen sentir estos datos? ¿Estamos en el buen camino? ¿Es suficiente el trabajo que se está llevando a cabo?

 

Adriana.- A mí me parece que cualquier tipo de iniciativa para que no se nos olvide, para que el problema siga latente está bien, siempre y cuando no se nos utilice como mujeres.

Saray.- Creo que si tantas personas salieron a la calle en 2018, es porque algo está cambiando en la mentalidad. El día 8 tiene que ser algo en conmemoración, y no solamente trabajarlo un día, sino que seguir haciéndolo siempre. Lo que sí hemos podido ver en el 2018 es que han existido muchas más acciones, más allá del 8M. Y eso, hay que seguir fomentándolo desde todos los puntos de la sociedad.

Lucimara.- Yo pido visibilidad para que no se nos olvide.

Icíar.- No dar nunca por hecho las cosas, porque los derechos se van conquistando y más ahora, que estamos en pleno debate político.

Blanca.- Estamos en el camino, pero no en el bueno, porque si no nos relajamos. La manifestación del año pasado la viví en casa, porque estaba de maternidad y estaba emocionada de ver tantas mujeres, tanta lucha y de sentir que algo está cambiando en la sociedad.

 

Prevención de conductas violentas, PINEO y Educación para la Salud son proyectos cofinanciados por la Comunidad de Madrid a través de los fondos provenientes de la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

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