Las mujeres refugiadas, por el hecho de ser mujeres, viven situaciones de mucha más vulnerabilidad que los hombres en el contexto de la protección internacional: persecuciones por motivos específicos de género; las experiencias que sufren durante el proceso migratorio; y las barreras de género en los propios procedimientos de solicitud de asilo. Por todo ello resulta esencial que nuestra entidad, personal voluntario y laboral de CRE seamos conscientes de la importancia de introducir el enfoque de género en los procesos de apoyo y acogida a personas refugiadas.
Para poder sensibilizar a todo el personal sobre el problema que arrastran estas personas cuando llegan a nuestro país y para dar a conocer el trabajo que se desarrolla desde el área, hemos mantenido entrevistas con dos mujeres que son (o han sido) participantes en nuestro programa de acogida en Madrid y han compartido sus logros y su trabajo con nosotros acompañándolas en el día a día durante las tres fases de acogida del programa y con las diferentes áreas transversales que les han apoyado (intervención social, apoyo psicológico, jurídico, orientación para el empleo y aprendizaje del idioma).
Durante las conversaciones mantenidas hemos constatado la fuerza y la enorme resiliencia de estas mujeres, sus historias nos inspiran a todas y dan propósito a nuestra labor diaria.
La historia de Luz Marina
Colombiana de pura cepa, Luz Marina es todo un ejemplo de superación. Con una carrera política a sus espaldas, Luz Marina tuvo que salir de su país natal buscando la tranquilidad y seguridad que no encontraba. Aquí, fue recibida con los brazos abiertos en el recurso de Collado Villalba y apoyada por el área de Refugiados. En este vídeo podrás conocer la fortaleza de Luz Marina, sus ganas de salir adelante y el testimonio de Rocío Palomino, técnica de empleo y Javier Pérez, mediador en Collado Villalba, dos personas que se han volcado para que Luz Marina pueda tener una estabilidad en nuestro país.
La historia de Viviana
Viviana también es otro ejemplo de superación, constancia y ganas de aprender. Durante su estancia en su Colombia natal, Viviana ha sufrido tratos desiguales por su condición de ser mujer. Por este motivo y por querer labrarse un futuro mejor junto a su hijo, quiso venirse a nuestro país en busca de una seguridad y una estabilidad para su vida. José Antonio Tapia, trabajador social, y Pilar Lainez, psicóloga del programa son dos personas importantes en la vida de Viviana, ya que le han ayudad a conseguir sus metas, a dar un cambio en su actitud y poder generar una estabilidad en su vida.
El trabajo con las mujeres refugiadas desde Cruz Roja en la Comunidad de Madrid
Lucía Requena, abogada del programa de Refugiados y Natalia Fernández, técnica de aprendizaje de español en el programa, nos hacen un pequeño tour por la sede de Valdecanillas y nos cuentan en qué consiste su trabajo diario. Un ejemplo más de la labor coordinada de todo un equipo cuya misión no es otra que aliviar el sufrimiento y aclarar la situación de las personas migrantes más vulnerables que llegan a nuestras sedes.