En relación al proyecto y la campaña del Juguete educativo llevada a cabo por nuestras compañeras y compañeros de Cruz Roja Juventud, ayer iniciamos una serie de publicaciones para poner en valor los valores relacionados con esta campaña: juguetes no bélicos, no sexistas y sostenibles. Valores que tratamos de transmitir a través de la sensibilización y el reparto de los mismos, los compartimos con otros actores como la empresa de Juguetes DIDECO, a quien invitamos a compartir una tarde para poder charlar sobre la importancia que tiene, en un mundo abanderado por la tecnología, este tipo de campañas desde diferentes puntos de vista: el de la entidad social, las familias, las empresas y la sociedad en general.

Por este motivo, reunimos a Isabel Rubio, directora de la empresa juguetera DIDECO y coordinadora de las tiendas y de producto. Enma López Monge, voluntaria referente del proyecto de Juguetes de CRJ en la Comunidad de Madrid y que lleva con nosotros 1 año, y Desiree Cervera, técnica de CRJ  en la Comunidad de Madrid, que lleva 3 años con nosotros y gestionando el proyecto del juguete educativo 2 temporadas.

En esta segunda parte la entrevista desgrana asuntos como el peso de la decisión de la elección de los juguetes en la familia, el avance de la tecnología en relación al juego tradicional, y las estrategias empresariales y publicitarias de grandes compañías con respecto a empresas exclusivas de venta de juguetes educativos.

¡Os dejamos con esta segunda parte! Si todavía no has leído la primera, te la dejamos en este enlace.

Una de las cuestiones que muchas familias y expertos en educación se preguntan es por la ‘adicción’ de los más peques a los videojuegos y aparatos tecnológicos. ¿Os llegan muchos padres pidiendo un juego que saque a su hijo de la tecnología?

Isabel – No te puedes imaginar la de veces que entra un padre o una madre y nos pide un juguete para que su hijo deje la Tablet o la consola. Desde los 9 años tienen la batalla perdida. Con las tecnologías y su respuesta inmediata hemos perdido la capacidad de esperar. Los niños no están acostumbrados a hacer algo hoy y que no pase nada hasta dentro de unos días, minutos, u horas. Creo que es bastante importante fomentar el tiempo de espera, ya que cuando sean adultos no van a tener una respuesta inmediata para todo.

«Los niños y niñas no están acostumbrados a hacer algo hoy y que no pase nada hasta dentro de unos días, minutos, u horas.»

 

El niño o niña que no se entretiene con la Tablet por si solo. Esto ocurre porque el padre o la madre son los que se lo han ofrecido, con la excusa de estar tranquilos. ¿Os llegan también padres que os piden ayuda para educar a sus hijos, que os preguntan de qué manera pueden cambiar los hábitos o que cómo pueden reeducar a sus hijos para que no estén todo el día pegados a una pantalla?

Isabel – Sí sí claro, parece mentira porque ahora que hay mucha más información que antes, los padres se encuentran más desinformados que nunca. Parece que se ha perdido un poco esa intuición. Antes las cosas se hacían por intuición, mi madre no tenía un manual ni 70 libros como hay ahora para leer sobre educación. Simplemente tenía ese instinto que venía de años atrás. Si tu a un niño o niña de un año no le has dado un móvil, no te lo va a pedir. Si tu vas a un restaurante, le  pones la Tablet y ya, para rizar el rizo, le pones los cascos, el niño se queda totalmente aislado. Si al día siguiente le quitas la Tablet y los cascos, el niño se queda que no sabe lo que hacer porque no sabe cómo aburrirse, no ha aprendido. El aburrimiento es la base de la creatividad. Los padres no quieren que los niños se aburran para que no les den la murga. Hay que controlar a los hijos, no puedes decir «no puedo quitar a mi hijo de la consola» cuando tu hijo tiene 8 años.

 

Retomando un poco el tema, cuando en la campaña de entrega de juguetes  las familias reciben este tipo de juguetes educativos, no bélicos, no sexistas, ¿cuál es la primera reacción que tienen si a lo mejor ellos estaban esperando otro juego? Cuéntanos algún ejemplo que hayas visto tú de alguna familia, y qué hacéis cuando pasa eso.

Enma – Te cuento una experiencia de la campaña de Navidad del año pasado cuando estábamos repartiendo juguetes después de haber acabado la sensibilización. Todos los padres y madres acabaron muy contentos y convencidos después de aquella sensibilización. Yo a esa sensibilización llevé, recuerdo, un juguete bélico y uno sexista para mostrárselo como ejemplo y el juguete sexista era una muñeca muy conocida.

A la hora del reparto me vino una madre a la que le habíamos dado uno de los juguetes, concretamente, un juego de mesa, un trivial junior super divertido. El juguete era para unas hermanas y lo pensamos, en concreto, para ellas, para que pudieran jugar juntas. Cuando se lo dimos a la madre, lo vio y dijo que no, que ese juguete era de niños y que la diéramos la muñeca esa de ahí, la muñeca que había sacado para la sensibilización. Los voluntarios y voluntarias nos quedamos un poco sorprendidos, ya que acabábamos de explicar con esa muñeca el ejemplo de los valores sexistas que transmitía. Al final, a regañadientes, conseguimos que se llevara el juego.

Lo importante vino a los dos días cuando volvió a decirnos que le había encantado, diciendo que se habían pasado las dos hermanas todo el fin de semana jugando. Al final fue satisfactorio ver que se había dado cuenta de que el juego de mesa no era de niño ni de niña, que era un juego de cooperación, al que había estado jugando con su hermana y con sus padres.

Isabel – Es un poco la lucha interna. Crea contradicción.

Enma – Si porque además esa madre durante la sensibilización había estado súper de acuerdo en todo y aportando.

 

¿Suele ser una reacción puntual o ocurre más de lo que os gustaría que ocurriera?

Enma – Ocurre bastante. Pero bueno, si que se nota la cantidad de sensibilizaciones que lleven. A veces vienen con unas ideas, que nos hacen plantearnos si dar juguete o no. Sensibilización tras sensibilización, al final parece que acaban viendo las cosas desde otro punto de vista.

Trabajar con los niños en muy importante también, en ese sentido, ya que pierden la vergüenza de pedir a sus padres, aquello que realmente les motiva, porque saben que no se lo van a comprar o, incluso, les van a reñir por pedirlo. Una de las cosas que hacemos es crear ese ambiente de confianza con los niños para que puedan decirnos lo que quieran , como por ejemplo, lo que nos dijo una niña: «me gusta jugar mucho con balones en el cole con los chicos y no tengo ningún balón en casa». Con esa información, podemos hablar con los padres o enfocarnos en el regalo.

En Dideco trabajáis con diferentes ONG. ¿Por qué decidisteis colaborar con Cruz Roja Comunidad de Madrid?

Isabel – Respondemos a la llamada de organizaciones que por estas fechas nos solicitan muchos juguetes para donar a gente sin recursos. Además, en Navidad tenemos gran acogida con la recogida en nuestras tiendas. La gente con aquello de “quiero vaciar para poder volver a llenar” nos entrega muchos juguetes usados, aunque seamos partidarios del consumo responsable. Cuando nos hablasteis del proyecto del juguete educativo, pensamos que llevaba nuestro nombre.

Realmente nuestra historia con Cruz Roja viene de hace tiempo. Hemos tenido desde hace muchos años una relación comercial, tanto a nivel de compra de material para talleres, campamentos, etc. como otras cosas. Con otras organizaciones puede ser algo más puntual pero con Cruz Roja compartimos muchas ideas. Los vínculos que nos une con Cruz Roja son bastantes, como para colaborar por ejemplo con esta campaña. Creemos que es también una organización con mucho prestigio y reputación, elementos que no están en otras ONGs.

 

¿Para Cruz Roja, porqué es importante colaborar con empresas como Dideco?

Desi – Cruz Roja española y Dideco llevan mucho tiempo con ese acuerdo comercial, no solo en Juventud, también en otros proyectos en los que la infancia tiene mucho protagonismo. Siempre hemos colaborado con Dideco como proveedor de juguetes. Cuando nos planteamos en el proyecto del juguete educativo ir un poco más allá del asistencialismo de entregar juguetes y de hacer de forma aislada sensibilizaciones, quisimos encauzar las dos líneas para que tuvieran sentido.

Para ello se nos ocurrió contar con Dideco para crear ese convenio y así, que Cruz Roja no tuviera que comprar los juguetes y dárselos a la familia, si no que hubiese esa fluidez para que el padre o la madre recibiera una sensibilización y que Cruz Roja le diera el recurso económico, y que así la familia pudiera ir a la tienda a escoger el juguete acorde a la inquietud del menor, a su edad y al gusto, teniendo en cuenta que ya ha recibido una sensibilización por parte de Cruz Roja.

Hacer el convenio con Dideco nos facilitó mucho la realización del proyecto ya que la visión de Dideco es muy parecida a la nuestra.

Isabel, ¿qué tipo de publicidad y marketing lleváis a cabo para promocionar el juguete educativo? En este mundo en el que sabemos como juega la publicidad y el marketing a la hora de elaborar un catálogo de juguetes, para que los niños lo vean y los padres hagan la compra en esta campaña de Navidad, ¿es difícil competir con el catálogo por ejemplo de grandes superficies que venden juguetes que no tienen objetivos tan concretos como los vuestros?, ¿cómo lo hacéis? ¿cómo planteáis una campaña como la de la Navidad para poder competir o poder mostrar una realidad alternativa a lo que se ha hecho siempre?

Isabel – Evidentemente cuando llega la Navidad los juguetes más comerciales son los que invaden tanto las estanterías como los anuncios de Televisión. Nosotros como somos muy fieles a nuestra idea original lo que intentamos cada año es traer de las diferentes partes del mundo, todos aquellos juguetes que vienen con la premisa de base “educativo, no bélico, no sexista…”.

Nosotros tampoco competimos con juguetes comerciales ni de licencias. Para empezar el tema del precio nos aleja ya de los grandes grupos que básicamente siempre tienen los mismos productos y que lo único que les diferencia es que aquí la referencia de X cuesta tanto y que en este otro lado cuesta otro tanto. En este caso no estoy hablando de que tengamos juguetes únicos, porque ahora con el mercado abierto ‘a golpe de click’ puedes encontrarlos perfectamente. Sí que nuestra selección está muy cuidada para cubrir una serie de necesidades que a lo mejor un gran grupo o un mass market no tienen en cuenta. En esa oferta tratamos de cubrir las necesidades de las diferentes etapas del desarrollo del niño, cosa que las otras empresas no hacen ya que traen más stock de la licencia que más se va a vender en esa campaña. Nosotros intentamos siempre cubrir las necesidades educativas de las diferentes etapas, tanto en juguetes como en libros, utilizamos las mismas premisas. Se puede ver todo lo que hablo en el catálogo de juguetes que desarrollamos con nuestros productos más representativos o aquellos que nos caracterizan.

Vemos ejemplos en el catálogo, de niños con la escoba o la aspiradora que defienden esos valores que vosotros buscáis.

Si, en ese sentido intentamos poner el foco en cosas que son delicadas. A lo mejor te vas a un juego de mesa y los actores de la fotografía pasan más desapercibidos, pero en cosas que siempre han estado muy vinculadas a un género o a otro intentamos cambiar el rol, que el que esté fregando sea un niño y la que esté vestida de astronauta sea una niña.

Siempre educativo pero lúdico, el catálogo tiene que ser divertido.

Hemos hablado de las labores de sensibilización que se están ahora con la campaña, desde la propia empresa pero, ¿queda mucho por hacer todavía? ¿Cuáles son los siguientes pasos que tiene que tomar la sensibilización para que cale más el mensaje del juguete educativo, no bélico no sexista en la industria, las familias y los propios niños?

Desi – Por parte de Cruz Roja, trabajamos con el equipo de voluntarios en la dirección hacia donde queremos dirigir las sensibilizaciones.

Sí que es verdad que este año hemos utilizado un tema que a lo mejor en campañas anteriores no le hemos dado tanta importancia, que es la importancia del juego en familia; nos hemos dado cuenta como bien ha dicho Isabel que, cada día, el juego es más individual, no hay tiempo de juego en familia, ni tiempo libre en familia…, nos hemos planteado en las sensibilizaciones que hacemos a las familias que haya un espacio donde poder trasladar esa importancia. Nos parecía muy importante también la premisa de efectivamente, intenta encontrar pequeños espacios para estar con tu hijo y compartir espacios de ocio con ellos y ellas.

Cuando nos sentamos con esa programación y planificación, nos dimos cuenta que con el auge de los videojuegos, también es muy importante tanto para las familias como para los niños y niñas, empezar a sensibilizarles con que hay un diccionario de iconos que explica qué contenido va a tener el videojuego (si va a tener contenido violento o sexista) para que sepamos lo que estamos comprando.

Emma – En el seno de la familia es donde más tiempo estamos y donde menos se juega. A lo mejor por falta de tiempo, o por el ritmo de vida rápido, no encontramos ese espacio para jugar en familia y olvidarnos del resto de cosas que tenemos que hacer. Eso es algo muy importante y donde tendremos que seguir sensibilizando.

 

Isabel – Gran parte del peso recae en casa que es donde el niño pasa más tiempo. A nivel diario, en la etapa escolar, mucho tiempo está en el colegio, pero si cuentas tiempo libre, fin de semana, vacaciones, es la familia la que tiene mayor poder de influencia, sobre todo, en edades tempranas. En la adolescencia la influencia de la familia pasa a un segundo plano, por el entorno y las amistades. Por eso es fundamental crear una buena base para que cuando tengan un poquito de madurez sepan lo que está mal y está bien. Lo ideal sería que llegara un día en que estos conceptos fueran naturales y que no hubiera que enseñarlos. Que la única diferencia sea a nivel de desarrollo de habilidades personales, no de género. Lo ideal sería que no hubiera que inculcar nada, ahora es cierto que hay mucho camino avanzado y luego, hay momentos en los que notas que se va para atrás otra vez. Espero que llegue un día que sean más pasos para adelante y poquitos para atrás, para que lleguemos a un punto en el que todo esto esté normalizado, como en otros países de nuestro entorno no tan lejano.

Isabel ¿cuánto tiempo lleváis con Dideco? Haznos un pequeño resumen con datos, sobre tu cargo dentro de la empresa.

La empresa nació en el año 89. Dideco pertenece a la empresa madre que se llama Ferán, que es distribuidora de libros de texto y material escolar. De la madre salió el hijo que es Dideco y empezó vendiendo material solamente a colegios, y como he comentado antes, se abrió la mano a todo tipo de público interesado en juguete educativo.

Empezamos con alguna tienda y a día de hoy tenemos 13 tiendas en diferentes sitios, y también la página web, que es una de las principales vías de expansión de este negocio.

Yo en la empresa empecé haciendo colaboraciones puntuales trabajando en Navidades, me empezó a gustar la cosa, empecé a implicarme más, y de ser empleada de una tienda por un golpe de suerte del destino, fui directora de una de las tiendas, y ya empecé a colaborar con producto y ya salté a lo que soy ahora que soy directora de Dideco coordinadora de las tiendas y de producto.

 

 

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