Una receta bien sencilla que solo necesita de un buen producto para que salga espectacular.
Por ello, lo primero con que debemos contar es con fruta de calidad, un mango de tamaño medio-grande, maduro y bien aromático y un plátano ya maduro. En cuanto a las frambuesas podemos escoger entre comprarlas congeladas o elegir otra fruta roja.
Primero pela el mango y corta la pulpa en cubos pequeños. Tritúralo con una picadora, procesador de alimentos o batidora, hasta tener una especie de puré sin filamentos ni grumos. Añade un poco de vainilla si quieres (solo un toque, es opcional). Incorpora el plátano pelado y troceado y tritura un poco más.
A continuación, machaca las frambuesas con el zumo de naranja hasta formar una salsa espesa. Pruébalo para ajustar el punto dulce por si estuvieran muy ácidas, añadiendo algo más de naranja. Si quieres, puedes colarlas con un colador fino para retirar las semillas.
Reparte las frambuesas en el fondo de los moldes de polos. Dependiendo del tamaño, tenderemos unas 4-6 unidades. Rellena con la mezcla de mango y plátano, pon los topes con los palitos y al congelador, donde deben estar al menos dos horas.
Además de refrescante, una manera divertida de que los más pequeños coman fruta.
Ingredientes
1 mango grande maduro
1 plátano grande maduro
80 g de frambuesas frescas o congeladas
Zumo de media naranja
Esencia de vainilla (opcional)