El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio sin discriminación a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de las personas en todas las circunstancias.
Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.
El Principio de Humanidad es esencial en el Movimiento, ya que establece el fin prioritario de la Institución: “Prevenir y aliviar el sufrimiento humano en todas las circunstancias”, los objetivos generales son:
- Proteger la vida y la salud
- Hacer respetar a la persona humana
También especifica una determinada forma de acción que nos permitirá conseguir los objetivos favoreciendo:
- La comprensión mutua y la amistad
- La cooperación
- Una paz duradera entre los pueblos
Este Principio se fundamenta en el valor de la persona, dotada de dignidad y derechos inviolables y en la solidaridad con todos aquellos que sufren.
Es la expresión del compromiso del Movimiento con la defensa de los derechos humanos.
El Movimiento ha estado presente en la defensa de los derechos humanos desde sus orígenes, aunque no siempre explícitamente. Destacan particularmente las acciones en los siguientes temas: tortura, desapariciones forzadas o involuntarias, discriminación racial, derechos de la infancia, campos en los que puede desempeñarse un cometido movilizador. Ello sin dejar de tener en cuenta otros muchos derechos de contenido económico social y cultural, y en los conocidos como de la “tercera generación” o derechos de solidaridad (paz, desarrollo y medio ambiente), se realizan de hecho numerosas contribuciones.
En la consecución de estos objetivos l@s voluntari@s expresan su solidaridad mediante actitudes de:
- Comprensión, cooperación, amistad, interés afectuoso y desinteresado
- Respeto, que nace del reconocimiento de la individualidad del otro, de sus capacidades y posibilidades
- Relaciones abiertas, horizontales, sin caer en redes afectivas, que pueden bloquear.