Por casualidades de la vida, Ana Durango, nuestra entrevistada, cumple justamente hoy, 7 de septiembre, 11 años exactos trabajando en Cruz Roja. Casi todos sus cambios de proyecto dentro de la entidad se han producido en septiembre, así que, como no podía ser de otra manera, este mes ha asumido su nuevo reto profesional: ser Directora Técnica de la asamblea de Pinto-Valdemoro.
En Zona CREO hemos hablado con ella sobre esta nueva etapa en toda una andadura profesional ligada a la casa que, nos cuenta, le ha cambiado completamente la vida tanto a nivel profesional como personal. Os dejamos con la entrevista:
Cuéntanos, ¿quién es Ana y cuál es tu experiencia en Cruz Roja?
Soy trabajadora social de profesión, entré en Cruz Roja en septiembre del año 2009, hace justo 11 años, como Técnico de centro de día infantil en el distrito de Tetuán. Unos 5 años después pasé a ser Técnico de Juventud en la Escuela de Ocio y tiempo libre en la local de Madrid.
Estuve algunos meses en el área de Formación, porque se reformuló uno de los proyectos, hasta que llegué como Trabajadora social en la asamblea de Galapagar y de ahí a la de Majadahonda-Las Rozas, donde he estado los últimos 3 años. Durante ese tiempo también estuve coordinando un proyecto de acogida de Personas Inmigrantes en la local de Madrid.
Como trabajadora social, en estas dos asambleas he tenido la oportunidad de tocar casi todos los palos de intervención social. Solo me faltaba Empleo para completarlo, y ahora creo que en la dirección técnica ya los voy a tener todos (risas).
Llevas 11 años en Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, ¿qué te han aportado los proyectos a nivel profesional? ¿qué crees que ha sido lo más importante que has aprendido?
Yo creo que Cruz Roja tiene una cosa que te ofrece desde que entras, que son los principios y valores fundamentales de la Institución, a los cuales es muy fácil acogerse. Eso hace que te sientas en línea con la entidad y es lo que ha hecho que, independientemente del proyecto en el que estuviera, me sintiera cómoda.
Otro de los aspectos más importantes que ofrece Cruz Roja es atender con dignidad. Con el tiempo nos hemos ido adaptando y dando dignidad a las personas en todos nuestros espacios. Que una persona se encuentre en situación de vulnerabilidad no quiere decir que valga todo: es necesario atender desde la empatía, evitar el asistencialismo y trabajar con un plan de intervención de mutuo acuerdo.
Este último es uno de los logros que he aprendido y ha puesto en marcha la entidad que marca la diferencia de lo que hacemos. Queremos que las personas sientan que nuestra puerta está siempre abierta y vamos a intentar apoyarlas en todo lo que podamos.
Uno de los aspectos más importantes que ofrece Cruz Roja es atender con dignidad. Que una persona se encuentre en situación de vulnerabilidad no quiere decir que valga todo: es necesario atender desde la empatía, evitar el asistencialismo y trabajar con un plan de intervención de mutuo acuerdo.
¿Cuál crees que es tu sello personal? ¿qué es lo que marca más tu modo de actuación a nivel profesional?
Yo soy una persona muy cercana, creo que la cercanía y el talante conciliador son aspectos fundamentales. También lo es la sonrisa, que ahora con las mascarillas es más difícil de reconocer, pero que siempre la tenemos (risas).
Independientemente del proyecto, estamos centrados en la persona, en adaptarnos, en estar allí donde nos puedan necesitar. Al final, aunque Cruz Roja somos todos, las asambleas estamos a pie de calle, es la primera puerta que encuentran las personas en los barrios, las ciudades y los pueblos.
Otra característica que creo que tengo es la versatilidad, y esto es algo que he adquirido estando en las asambleas locales. Al final allí tienes más peso, tienes que saber un poco de todo y estar más pendiente de los proyectos. En oficina autonómica o en otros proyectos en los que he trabajado, sabes más en profundidad y es una labor más especializada. En la asamblea local tienes mayor amplitud de conocimientos.
«La cercanía y el talante conciliador son aspectos fundamentales. Independientemente del proyecto, estamos centrados en la persona, en adaptarnos, en estar allí donde nos puedan necesitar.»
Ahora un nuevo reto, asumes la Dirección Técnica de la Asamblea de Pinto-Valdemoro. ¿Qué te espera los próximos días? ¿Qué es lo que más te atrae de este nuevo puesto como DT?
Sí, empiezo hoy, durante los próximos días estaré formándome y conociendo los diferentes departamentos, así que habrá un periodo de adaptación. Lo que sí puedo decir es que, tras darle muchas vueltas, me encanta trabajar en la asamblea local, es un espacio en el que me siento cómoda. Me gusta trabajar con equipos de voluntarios y estar cerca del terreno. Esto creo que es lo que más me atrae.
Actualmente vivimos un periodo complicado debido a la pandemia de Covid-19 que ha afectado nuestras vidas, ¿cómo valoras la actuación de Cruz Roja estos meses? ¿cómo vislumbras el escenario para los próximos meses?
Creo que hemos tenido una respuesta muy potente, y que es importante ver lo que hemos hecho hasta ahora. Después de una respuesta tan fuerte considero importante reflexionar y aprender mucho de lo que hemos hecho.
Ha habido actuaciones muy buenas, pero estoy segura de que podemos optimizarlas más y lograr una mayor eficiencia en futuras emergencias como la originada por el Covid-19. Por eso, observar y ver lo que hemos hecho es fundamental para que si una situación similar se repite nos pille con la lección aprendida. Ninguna acción es igual que la siguiente y siempre tendremos un campo de mejora cuando nos preparamos para actuar.
Por ampliar un poco esa mirada hacia el futuro, ¿qué reto te marcas, qué te gustaría conseguir en tu primer año como DT?
Me gustaría hacer las cosas bien, seguir disfrutando del trabajo que hago y que tanto el equipo técnico como voluntario de la asamblea se sientan satisfechos con ello.
Ana, tú que ya conoces bien la entidad y llevas varios años formando parte de la casa muchos años, ¿qué significa para ti «ser de Cruz Roja»?
Cruz Roja tiene algo muy grande, que es el sentimiento de pertenencia. Al final, llevo toda una trayectoria profesional ligada a la casa, y ponerme el chaleco es una seña de pertenencia pero también una responsabilidad. Quizás esa sea la palabra más adecuada.
Ponerme el chaleco es un acto de responsabilidad, que representa el trabajo de mucha gente. Dentro de la asamblea, fuera, a nivel internacional. Cruz Roja tiene un impacto social muy grande y yo me lo tomo como un acto tremendo de responsabilidad.
Es algo de lo que me he dado cuenta por ejemplo cuando he hecho acompañamiento a Mayores, te mira todo el mundo y piensas que ponerte ese chaleco te abre muchas puertas, y que se lo ha puesto mucha gente antes que tú que lo ha hecho muy bien. Hay que tener eso, respeto y responsabilidad.
¡Muchas gracias y mucha suerte en esta nueva etapa, Ana!