Tras tres meses y medio de conflicto en tierras ucranianas, más de una cuarta parte de la población de Ucrania se ha visto obligada a huir de sus hogares, mientras que millones de personas permanecen en zonas de intensos combates con necesidad urgente de asistencia humanitaria y protección.
Intensos combates siguen afectando a múltiples zonas del país, principalmente en el este, en las provincias de Donetska, Kharkivska y Luhanska, pero también en el sur (Odesa) y en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania más próxima al Donbás.
A nivel nacional, según los últimos datos que tenemos actualizados a 12 de mayo, desde Cruz Roja hemos atendido a más de 61.000 personas con la ayuda de más de 4.700 personas voluntarias.
En la Comunidad de Madrid esta ayuda se ha visto reflejada a través de los 11 puntos de atención entre puntos de personas en tránsito y puntos de acogida con alojamiento donde se ha atendido a más de 18.500 personas en todo este tiempo.
Pero más allá de estos datos, también existe otra realidad, la de personas de origen ucraniano que tienen redes de contacto en España y se han podido alojar en casas de familiares o amigos que ya vivían en España. Estas personas que están alojadas en toda la red de la Comunidad de Madrid están en pleno proceso de adaptación a la cultura y la sociedad española y para ello, hay que empezar desde el principio: aprender el idioma y poder encontrar un empleo. Desde el minuto cero, todas las asambleas de la Comunidad de Madrid han abierto sus puertas para recibir a estas personas y poder ayudarlas en su proceso de adaptación con talleres de alfabetización a través de las clases de castellano, talleres de empleo donde poder ayudarles tanto con los trámites burocráticos como poder ayudarles a mejorar sus competencias y acercarles al tejido empresarial madrileño.
En cuanto a los datos, más de 300 personas ucranianas entre dispositivos y asambleas han sido atendidas dentro del Plan de Empleo en los diferentes talleres y atenciones.
Tampoco podemos olvidar la atención directa a estas personas para poder resolver cuestiones básicas ligadas a temas de primeras necesidades o temas burocráticos. En cuanto a los y las menores, desde las asambleas, como en los dispositivos, se están desarrollando talleres de ocio y tiempo libre donde los y las más jóvenes aprovechan su tiempo jugando y desarrollando actividades que fomentan sus capacidades. En cuanto a los datos, se han atendido en los dispositivos a más de 1.200 menores.
Para poder relatar esta nueva realidad nos desplazamos a la asamblea de Alcorcón donde, a través de los testimonios de personas ucranianas y el equipo de la asamblea, nos cuentan cómo se realiza esta adaptación a esta nueva vida: