Voluntaria, Referente, Directora de Juventud y ahora, Directora Autonómica de CRJ. Iris Javato lleva 10 años y casi media vida, formando parte y creciendo con nuestra entidad. De sus palabras, de su actitud y de su mirada se extrae la pasión y la energía con la que vive las palabras ‘CRUZ ROJA’. Iris es consciente del reto que acaba de aceptar en CRJ, ser su nueva Directora en la Comunidad de Madrid. Por ello, hemos querido conocerla un poco más y que nos cuente qué significa para alguien tan joven pertenecer a Cruz Roja y qué opinión le merece la actualidad y el futuro de nuestra organización.
Pregunta. ¿Quién es Iris y de dónde viene dentro de Cruz Roja?
Iris: Yo empecé como una participante y voluntaria más, muy joven, dentro del Proyecto PINEO de la Asamblea Local de Madrid, cosa de la que estoy muy orgullosa. Creo que eso ha marcado mucho mi carácter, ya que, después de 10 años en Cruz Roja, puedo decir que he crecido dentro de la entidad y del proyecto.
En estos 10 años, ¿cuál dirías que ha sido la etapa que recuerdas con más cariño y cuál recuerdas como más difícil?
La etapa más amable fue cuando empecé como referente, dentro del proyecto PINEO, en la Asamblea Local de Madrid. Fue una etapa en la que creamos muchas de las bases que, a día de hoy, seguimos manteniendo en el proyecto. Por ejemplo, durante aquellos años comenzamos a realizar la acampada de ‘Semana Santa’, que hoy en día continúa, y las salidas que hoy mantenemos son muy parecidas a las que iniciamos en su día. La recuerdo como la etapa más dulce precisamente por eso, porque creo que fue en la que más satisfacción y recompensa en el trabajo he tenido.
Una de las más complicadas fue cuando la Local de Madrid se separó de la Autonómica y se zonificó. Fue un momento complejo, porque además, yo acababa de asumir el cargo de Directora local de CRJ. Este paso supuso para toda la entidad supuso un esfuerzo importante a nivel organizativo.
Pero la etapa más complicada, sin duda, es a la que me estoy enfrentando ahora, ya que tenemos mucho por hacer, mucho que abarcar, muchas cosas que ordenar y poco tiempo para llevarlo a cabo.
¿Por qué decidiste afrontar este reto de asumir la Dirección Autonómica de CRJ?
Fue un reto un poco complejo, porque era un momento complicado para la organización. A la vez, también es un periodo estratégico porque tenemos encima las elecciones, y creo que necesitábamos aportar algo de calma a la institución.
«Tenemos que seguir creciendo, mantener nuestra actividad, seguir creyendo en lo que hacemos y por todo ello, me planteé el reto. Yo soy también Directora de Juventud de la Local Madrid, trabajo con un equipo técnico y voluntario increíble, que nos ha funcionado muy bien y por qué, no trasladar ese modelo a la Autonómica».
¿Cuál dirías que es tu sello personal, ese matiz que te distingue laboralmente?
Creo que tengo varios ‘sellos personales’. El primero de ellos diría que es que me gusta mucho escuchar al equipo, tanto opiniones positivas como negativas. Aunque yo tenga una idea preconcebida, al final, escuchando a los demás la idea puede transformarse en algo totalmente distinto, lo cual muchas veces es muy positivo. De alguna manera, necesitamos dejar que la gente sueñe, que planteen ideas que todos luego podamos articular y hacer de ellas algo material.
Y, mi segunda, ‘marca de la casa’ es el trabajo ‘en red’. Para mí es muy importante ese trabajo, ya no solo en las Asambleas Locales, sino también con todos los departamentos, porque al final somos todos parte de una sola organización y debemos avanzar juntos.
¿Qué es lo que más te gusta de este nuevo cargo que estás estrenando?
Todo lo que se puede cambiar. Creo que es el momento ideal para mejorar, para transformar las cosas. Es un momento muy bonito, con las elecciones, con todo el futuro de CRJ y eso es lo que más me llama, lo que más me ilusiona.
¿Qué significa ‘ser’ de CRJ?
Es un sentimiento que no sabría explicar. La gente que ha pasado por CRJ lleva siempre con orgullo ese paso por la entidad y es que creo que es un movimiento que conlleva un sentimiento de orgullo muy fuerte y quizás, algo diferente al del resto de la institución. Pero, desde luego, es algo muy bonito.
En todo este tiempo en CR, ¿qué crees que has aprendido que vas a poder ahora aplicar en este cargo?
«Yo soy quien soy por Cruz Roja, porque yo he crecido aquí.»
Como habilidades, por ejemplo, he aprendido cómo manejar equipos, y he desarrollado otros rasgos como la paciencia o la tenacidad que, al final, te vienen dados después de tantos años formando parte de la organización.
¿Cómo le explicarías a alguien que no conoce la organización qué significa pertenecer a ella?
Significa cambiar el mundo. Cada uno con su granito de arena, cambiamos desde lo más pequeño hasta el nivel internacional, con unos valores, los de la entidad, que son únicos y distintos a los de cualquier otra organización.
¿Qué crees que es eso que nos diferencia de otras entidades que hacen una labor similar a la nuestra?
Somos muy distintos porque al final la mayoría de las organizaciones trabaja en uno, dos o tres campos, mientras nosotros y nosotras trabajamos en infinidad de áreas y proyectos. Y, por supuesto, nos diferencian nuestros principios. Muchas veces, debido a ellos, a nuestra organización le toca hacer un poco de ‘árbitro’ y las demás entidades nos ven así y es algo que muchas veces agradecen, el tener a una entidad tan grande como la nuestra ejerciendo ese papel neutro y de diálogo con todo el mundo.
De cara a este 2019, ¿qué reto te gustaría conseguir?
Las elecciones de juventud, sin duda. El reto ideal es que todas las Asambleas Locales tuvieran un Consejo Local constituido, con los que se garantiza dos años de actividad y un Consejo Autonómico fuerte, que creo que es muy importante. Y hacia ahí es a donde tenemos que ir, retos realistas y que hagan movilizar conciencias.