Desde el área de Salud de la asamblea de Jarama se realizó un espacio para compartir, crecer y disfrutar con los participantes que acudieron al taller.
El primer día hicieron una presentación de grupo donde hablaron de su situación actual e hicieron un trabajo de vinculación entre ellos a través de juegos, ejercicios que promovieron la relación, la complicidad, la confianza.
También se trabajó con el niño interior, con música y movimiento, en ejercicios de darse cuenta del otro y de pequeña exposición ante el grupo, juegos de expresión de emociones, con el cuerpo y la palabra, juegos con el propio nombre como experiencia de autovaloración, y para finalizar, hubo un cierre nutritivo y amoroso para promover el sentimiento de pertenencia.
Durante el segundo día se recogió la experiencia del día anterior y desde este lugar de confianza creado, se plantearon improvisaciones y juegos de roles sobre situaciones personales, que ellos mismos interpretaron, a caballo entre la realidad y el juego, de manera que el espacio imaginario sirviera para poder expresarse e investigar lo que la situación le produce.
Para finalizar, hubo una recogida de lo vivido y un cierre en el que los participantes pudieron devolverse unos a otros lo bonito y la aportación positiva que recibieron de los demás.