La crisis sociosanitaria provocada por la irrupción del COVID-19 ha movilizado a miles de personas que han querido sumarse por primera vez al voluntariado de Cruz Roja.
Con motivo del Día Internacional del Voluntariado, Cruz Roja en la Comunidad de Madrid quiere agradecer la implicación de las 18.600 personas voluntarias que colaboran día a día con su acción solidaria y desinteresada apoyando y acompañando a personas en situación de dificultad social. El confinamiento nos ha hecho acordarnos de muchas cosas que hemos echado de menos, pero también es cierto que, más allá de lo material, esta pandemia ha potenciado una de las cosas más bonitas que tenemos como sociedad: la solidaridad y la humanidad hacia las personas más vulnerables. La gasolina de nuestro personal voluntario.
El voluntariado de Cruz Roja en Madrid está compuesto en un 63,98% por mujeres, y un 36,02% hombres, con una edad media de 40 años. La edad que comprende el mayor número de personas voluntarias está entre 21 y 30 años (28,97%), con estudios superiores (50,78%).
También cabe destacar que el 16,79% de nuestro voluntariado es de origen extranjero, procedentes de países como Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador, principalmente, y que el 14,21% son mayores de 60 años.
Una respuesta unánime, solidaria y comprometida
Con la llegada de la pandemia, Cruz Roja puso en marcha el plan Cruz Roja RESPONDE, como respuesta inmediata a las personas en situación de vulnerabilidad social sobrevenida por el COVID-19.
Muchas personas voluntarias coinciden en que el paréntesis en su vida profesional y educativa sobrevenida por el Estado de Alarma les ha permitido disponer de un tiempo libre con el que antes no contaban. Así, se plantearon por primera vez formar parte de un voluntariado activo que pudiese ayudar a otras personas en dificultad, y que una vez superada la primera fase de emergencia quieren continuar desarrollando.
Hasta la fecha, el plan ha ayudado a 139.186 personas en la Comunidad de Madrid, gracias a la movilización de 10.878 voluntarios y voluntarias en las áreas de Socorros, Salud, Inclusión social, Empleo, Educación y Medio Ambiente
Un dispositivo muy importante para Cruz Roja durante la emergencia socio-sanitaria, fue la plataforma de Mercamadrid, cedida por Ahorramas. Desde esta ubicación, decenas de personas voluntarias preparaban kits de productos básicos que después se repartían a las familias más afectadas de toda nuestra región.
Tania Torres, ha sido la Referente del área de Logística en este dispositivo, y ha colaborado en primera línea durante esta crisis, coordinando a los voluntarios en el almacén. Se incorporó a la plataforma en plena pandemia, el 28 de abril.
A raíz de la crisis, la empresa de Tania declaró un ERTE que le permitió tener tiempo, y enseguida pensó en ayudar a los demás a superar la crisis. «Pensé: soy joven, sana y tengo ganas de ayudar, no puedo quedarme en casa sin hacer nada. Conocía poco de Cruz Roja, pero sí a gente que había colaborado y hablaba muy bien de ella, por eso elegí esta organización. Quizás no me había llamado la atención antes el voluntariado por desconocimiento, y ha sido una decisión que me enorgullece. Con el voluntariado no solo he ayudado a los demás, también a mi misma», nos explica.
Poco después de llegar, Tania pasó a ser referente de la plataforma, coordinando a las personas voluntarias y siendo el nexo de unión entre el equipo técnico y voluntario. «De entrada, yo sabía poco de Logística, pero sí es muy útil para esta labor el hecho de trabajar con personas y gestionar equipos en mi vida profesional. He aprendido muchísimo. Ahora entro en un almacén y veo cosas que antes ni se me pasaban por la cabeza. No había cogido un traspalé en mi vida y luego no me podía separar de él (risas)».
«Quizás no me había llamado la atención antes el voluntariado por desconocimiento, y ha sido una decisión que me enorgullece. Con el voluntariado no solo he ayudado a los demás, también a mí misma»
En cuanto a su labor en este almacén, tras unos principios complicados para todos, se supo adaptar a la perfección. «Hubo que organizarlo todo, porque llegaban cientos de donaciones al día, había que clasificar los lotes de alimentos, a veces nos faltaban productos… era un gran volumen de trabajo. Por fortuna pudimos ordenar ideas y trazar metodologías de trabajo que nos permitieron funcionamos a buen ritmo rápidamente», nos cuenta.
«Cuando fui a repartir con las URS y entregamos los kits, me di cuenta del valor de lo que hacemos. Ver que esos productos que has preparado llegan hasta el destinatario, el final del proceso, para mí, es la mayor motivación que puedes tener»
Destaca la compenetración y la comunión que se creó entre todo el equipo. «Ha sido una experiencia espectacular, creo que todas las personas que estuvimos ayudando lo recordamos con mucho cariño. Solo salíamos a la calle para hacer nuestro voluntariado, pero íbamos con la sensación de ser útiles para quienes más sufrían.»
Hacer voluntariado ha significado para ella abrir una ventana para ser consciente de todo lo que puede dar a los demás. También ha tenido la oportunidad de llevar a las casas estos kits a las familias, una experiencia muy especial para ella. «Cuando fui a repartir con las URS y entregué esos kits, me di cuenta del valor de lo que hacemos. Ver que esos productos que has preparado llegan hasta el destinatario, el final del proceso, para mí, es la mayor motivación que puedes tener. También ver a compañeros que han sido beneficiarios de Cruz Roja y ahora querían devolver esta ayuda», rememora.
Recuerda con cariño y rescata algunas anécdotas de esos días, en los que hubo una gran comunión entre las personas voluntarias, una verdadera piña. «A cualquier voluntario que le menciones el tomate Celorrio, te puede contar. Los lotes los preparábamos siempre como robots, como una cadena de montaje, y ese tomate, siempre nos daba por saco. Lo pusiera donde lo pusieras no encajaba (risas). Haces grupo, sí. Nos seguimos viendo a día de hoy y preguntando qué tal está yendo, seguimos en contacto. Me quedo con esto. La gente que estamos aquí queremos ayudar, somos humanos, y es lo que nos llena», concluye.
También contamos con casos de familias completas que se han sumado al voluntariado de Cruz Roja, movidas por una experiencia previa familiar. Como Teresa y sus hijos, Natalia y Armando, que se sumaron sin dudarlo a las URS de Pozuelo, en una experiencia que les ha marcado, como nos contaron en esta entrevista para Zona CREO.
O el de compañeros de profesión, con actividad no esencial durante la pandemia, que también han querido estar presentes en los momentos más duros de la crisis. Uno de los puntos fuertes durante la crisis, ha sido el voluntariado corporativo, gracias a la labor del equipo de Alianzas y Captación de Fondos. Organizaciones como Altran, AXA, Empresa de Transportes de Madrid (EMT), Agencia para el Empleo, han colaborado
A este respecto, Víctor Quirós, director de Voluntariado de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, destaca que “2020 ha sido un año singular, en el que Cruz Roja ha tenido que realizar la mayor movilización de recursos materiales y humanos de su historia para dar respuesta a las personas afectadas por la crisis sanitaria y socioeconómica sobrevenida por la irrupción del COVID-19. El apoyo de personas particulares y empresas, que han colaborado a través del voluntariado corporativo, nos ha permitido dar respuesta a más de 139.000 personas sólo en la Comunidad de Madrid, número que se eleva a 2,8 millones de personas en todo el territorio nacional”.
Toda esta labor no hubiera sido posible sin la implicación de las 10.878 personas voluntarias que prestaron su tiempo y dedicación dentro del plan Cruz Roja RESPONDE en la Comunidad de Madrid. Pero no son las únicas. Quirós quiere hacer una mención especial, y no olvidar en este reconocimiento, “a las voluntarias y voluntarios mayores de 60 años (muchos de los cuales por formar parte de los denominados grupos de riesgo no han podido estar en la calle realizando su acción voluntaria habitual, y que han tenido que permanecer en casa en algunos casos apoyando a través de acciones online, pero que están deseando que la situación se normalice para seguir teniendo una relación directa con las personas, que es lo que más les motiva”.
