El pasado viernes saltó la alarma anti-intrusión por un fallo de suministro en la sede situada en Carabanchel Alto.
Antes de la media mañana, todo el personal que trabaja en la sede ubicada en Carabanchel Alto tuvo que abandonar las instalaciones debido a un fallo en el suministro de una de las alarmas anti-intrusión. El desalojo se realizó de forma ordenada hasta el punto de encuentro.
Unas cien personas se agruparon pacientemente a las afueras de las instalaciones a la espera de la señal para regresar al trabajo y sin problemas e incidentes, el desalojo transcurrió de forma exitosa.