El teatro es una forma de expresión artística que ha existido desde tiempos inmemoriales. A lo largo de la historia, ha demostrado ser una actividad enriquecedora y terapéutica para personas de todas las edades. Por eso, haciendo gala de sus ganas, ilusión y un gran sentido del humor, con permiso de su autor, Pedro Muñoz Seca, un grupo de usuarios del Centro de Día se subió al escenario para representar una adaptación de «La Venganza de Don Mendo«, una caricatura de tragedia en cuatro jornadas, escrita en verso, con algún ripio.
De esta forma clausuraron una actividad que venían desarrollando desde hace meses y en la que muchas personas participaron, poniendo mucho empeño, compromiso y, sobre todo, cariño. La iniciativa fue presentada ante el público y los familiares por algunas de las personas implicadas: Bárbara Martín (psicóloga del Centro de Día), Begoña García (supervisora del Centro), Álvaro de Carcer (voluntario, ayudante de dirección y responsable de la adaptación) y Luis Andión (usuario del centro de día, director y autor de la idea original).
Bárbara comentó cómo surgió la idea, cuyo objetivo era plantear una actividad motivadora, en la que los usuarios quisieran implicarse y que permitiera la participación de las diferentes áreas, siguiendo el Modelo de Atención Centrado en la Persona. Inicialmente, según trasladó Begoña, el equipo estaba pensando en algo relacionado con la zarzuela, dado que a muchas personas les gusta la música. Sin embargo, Luis propuso llevar a escena «La Venganza de Don Mendo», idea que fue apoyada por todos los participantes y el equipo, ya que estas intervenciones teatrales permiten trabajar aspectos relacionados con la memoria, el aprendizaje y la autoestima, además de ofrecer una oportunidad de socializar y relacionarse con los demás de manera diferente.
Así, se pusieron manos a la obra. Álvaro, que colabora como voluntario en el centro desarrollando un taller de lectura, dio un giro al taller y lo transformó en un taller de teatro en el que todos los usuarios que así lo desearon pudieron participar, eligiendo incluso el personaje que querían interpretar. No faltaron personajes como Magdalena, Azofaifa, el Marqués de Don Mendo, Moncada, el duque Don Pero, Doña Berenguela y el rey Alfonso VII. La diversión y las risas estuvieron presentes tanto en el día del estreno como durante todo el periodo de ensayos.
El grupo motor agradeció la colaboración recibida por parte de todo el equipo y el resto de usuarios en la elaboración del vestuario, especialmente a Antonio Pineda, conductor del centro, que se encargó de toda la escenografía. También expresaron su gratitud a todos los familiares que acudieron y apoyaron con su presencia esta iniciativa tan motivadora, divertida y gratificante.
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