El pasado miércoles, el equipo de voluntarios de Cruz Roja Aranjuez que realizan su labor en el Centro Penitenciario, contaron con un integrante más, Víctor Quirós, Director autonómico del Departamento de Voluntariado, que les acompañó durante toda la mañana para conocer de primera mano el desarrollo de su actividad.
Los propios compañeros nos cuentan de primera mano su aventura:
El equipo llega, como siempre puntual, a su cita de las 9:30 en la asamblea para coordinar los últimos detalles de la actividad programada y realizar los ajustes necesarios en los equipos que intervendrán en los distintos módulos. Una vez recogido el material necesario, la uniformidad y comprobado que todos lleva su DNI, montan en el tango, cargados de energía e ilusión hacia el Centro Penitenciario, que se encuentra a unos 20 km de la asamblea.
Una vez allí, tras pasar los controles de acceso se distribuyen en pequeños equipos hacia los distintos módulos. En dos de ellos ahora se están trabajando competencias sociales básicas ( control de la ira y de impulsos. autoestima, habilidades sociales…). En otro módulo se realiza un taller que al que los internos han querido llamar «Ocio activo», un taller donde ellos mismos han programando la actividad que les interesa realizar, desde debates de actualidad, visionado de documentales, juegos de mesa y en un futuro hasta algún partido de fútbol o baloncesto. Y por último, en el módulo sociocultural se comenzaban unas sesiones de prevención de accidentes dirigidas a los internos de apoyo incluidos en el protocolo de prevención de suicidios. Mañana será el turno de los compañeros del taller de alfabetización, que apoyan a los internos que quieren aprovechar la oportunidad que se les brinda y que no tuvieron años atrás.
» Ha sido una experiencia muy interesante. Es un equipo con un gran potencial, que realiza una importante labor humanizando el entorno. Llama la atención el cariño, respeto y agradecimiento que mostraban los internos y como todos ellos decían que se había producido un cambio desde la llegada de los voluntarios de Cruz Roja. En todos los módulos me pedían más.» concluye Víctor tras la visita.
Y es que , alguien que se interese por ellos, que les pregunte que tal la semana, que les haga reflexionar para buscar algo positivo que haya pasado en los últimos siete días, que les regale unos colores y unos dibujos con mandalas que tanto les gustan, les permiten fijar la atención en otra cosa, e incluso, regalárselos después a algún familiar. La implicación de los compañeros y compañeras de Cruz Roja hace que cambie todo, porque les permite relacionarse entre ellos de otra forma, ponerse en el lugar del otro, conocer compañeros nuevos y como ellos dicen «nos quita horas de patio y de pensar cosas malas».
Y esto es posible, en la actualidad, gracias a la implicación de un equipazo de 18 voluntari@s que con un gran trabajo detrás de seguimiento, planificación y coordinación, pone su empeño en dar cada día lo más grande que se puede dar, esperanza, porque como trabajan diariamente en nuestros talleres… «RENDIRSE NO ES UNA OPCIÓN«.
¡Enhorabuena, chicos!, porque esto es sólo el principio, ¡estamos seguros!