¡Regresa la experiencia inmersiva más molona de Cruz Roja para poder conocer la labor que hacen nuestras compañeras y compañeros!
El pasado lunes, Violeta López, técnica del Programa Inclusión Digital y Envejecimiento, a través de la experiencia Trotamundos, visitó el Proyecto CRECE y cómo este se desarrolla en las asambleas locales de Madrid, concretamente en la de Leganés. Una experiencia enriquecedora que le ha hecho acercarse aún más a la labor que lleva a cabo Cruz Roja en la Comunidad de Madrid. La propia Violeta ha querido comentarnos su experiencia con el proyecto CRECE en la oficina autonómica.
Cuéntanos el equipo, área y puesto que fuiste a visitar y qué es lo que hiciste durante la visita
Fui a visitar, como experiencia de Trotamundos, el Proyecto CRECE que desarrollan las asambleas locales en Madrid. CRECE es un proyecto piloto y experimental de que busca transformar el modelo de apoyo y cuidado de larga duración en las personas para prevenir y retrasar la institucionalización, y potenciar la autonomía de las personas en situación de dificultad social, evitando así el sentimiento de soledad no deseada, a través de un enfoque comunitario. Los beneficiarios son jóvenes ex tutelados, mujeres en dificultad social, personas sin hogar y personas mayores. Se desarrolla en las locales de Alcorcón, AL Madrid zona Oeste y Leganés.
¿Cómo te recibieron los compañeros y compañeras?
Fue una experiencia muy agradable y enriquecedora.
La primera parte de la mañana pude estar en Muguet, donde me acogió Esther Horna Varas, técnica de gestión autonómica del dpto. de Inclusión Social, que lidera este proyecto a nivel Autonómico. Me estuvo explicando el Proyecto Marco, con sus objetivos, indicadores, calendarización y la parrilla de actividades. Además, pude ver también cómo hacer un correcto seguimiento de la actividad, la extracción de datos, la redacción de informes y memorias, así como las buenas prácticas que se han realizado a nivel nacional.
Por la tarde tuve la suerte de acudir a la Asamblea de Leganés, donde me acogió Purificación Guerrero Fernández, la técnica del proyecto en este municipio, que pudo compartirme todas las experiencias que han llevado a cabo en el centro, las actividades desarrolladas, la organización de personal tanto voluntario como participante del proyecto, las sinergias con las entidades externas y la coordinación con el resto de agentes comunitarios.
¿Qué es lo que más te llamó la atención de la experiencia?
El enfoque del proyecto, el tipo de actividades que se desarrollan en el mismo son más novedosas. Se basa en crear sinergias entre diferentes entidades formales, informales, organismos públicos y en compartir y dar nueva vida a espacios que estaban en desuso o se utilizaban para otros fines, poniéndolos a disposición de la ciudadanía. La diversidad de perfiles que en el mismo se atienden da riqueza a la intervención, ayuda a “salir de la caja” de las etiquetas sociales. Creo que el máximo valor del proyecto es el impulsar la autonomía de la comunidad para dar respuesta a sus propias necesidades, fomentando actividades que perduren el tiempo y que cubran necesidades de forma mutua.
¿Qué reflexión sacas de esta experiencia y del trabajo que realizan otros compañeros y compañeras de Cruz Roja?
Tras pasar por esta experiencia he podido afianzar mi idea de la relevancia que tiene intervenir con la sociedad y favorecer el trabajo comunitario por varias razones. La primera de ella es la importancia de facilitar una conexión y cohesión social, que fomente un sentido de pertenencia y corresponsabilidad entre los miembros de la sociedad, que fortalezca los lazos sociales y promueva la solidaridad. La particularidad a destacar es la idea de que la resolución de problemas locales venga de las propias comunidades, soluciones POR, PARA y DESDE la comunidad, que son las que mejor comprenden sus propias necesidades y pueden identificar, con ayuda de agentes comunitarios, cuál es la manera más efectiva de abordar los problemas locales.
Por último, este tipo de intervención promueve el empoderamiento y participación ciudadana, fomenta la autonomía de las personas y facilita que las mismas puedan permanecer en sus entornos de referencia el mayor tiempo posible con la mejor calidad de vida. Si conozco los recursos de los que dispongo, me siento arropado/a y estoy atendido/a, ya que se a dónde acudir en caso de necesidad mía o de una persona conocida. De esta forma el trabajo comunitario mejora tanto el entorno, como la calidad de vida de las personas que en el viven, lo que a su vez contribuye a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
En esta noticia hablamos del Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.
