Concha Cruz cuenta con una larga trayectoria en Cruz Roja. Comenzó en la entidad como psicóloga en el programa de Atención a drogodependientes en Instituciones Penitenciarias y ahora, 26 años después, vuelve a sus orígenes en Salud, convirtiéndose en la coordinadora autonómica en este área.
Culmina su etapa como Directora Técnica en la asamblea comarcal de Corredor Sur dejando, como ella dice, parte de su esencia y de su duro trabajo. En esta entrevista nos habla sobre su recorrido en Cruz Roja, de cómo es el trabajo dentro de una dirección técnica y sobre cómo afronta este nuevo reto como coordinadora del área de Salud.
Cuéntanos, ¿Quién es Concha Cruz y cuál es tu trayectoria en Cruz Roja Comunidad de Madrid?
Soy Concha Cruz y soy psicóloga. Empecé a intervenir con Autismo y Psicosis infantiles en otra entidad hace muchos años y, como siempre me había interesado el tema de la drogodependencias y , en aquel momento, una de las entidades con más experiencia en ese tema era Cruz Roja, sobre todo a nivel de la Comunidad de Madrid, envié mi currículum. Casualmente, pasado un tiempo me llamaron para cubrir una sustitución de otra psicóloga que había causado baja en el programa de Atención a drogodependientes en Instituciones Penitenciarias en la prisión de hombres de Alcalá Meco. Mi entrada a Cruz Roja fue allí mismo, en la estación, donde quedé con la responsable del proyecto, me presente y fuimos para el centro penitenciario. Solo éramos tres en el equipo, una trabajadora social y dos psicólogas, que mediábamos con los funcionarios de prisiones para ver a las personas y hacer grupos de apoyo psicológico e intervención social y llegamos a participar en las Juntas de Tratamiento , de cara a los permisos. Yo iba una vez al mes a Pozas, donde estaba el Director de Actividades y Servicios (que era como se llamaba anteriormente el Dto de Intervención Social) y allí registrábamos y dábamos el reporte de lo que hacíamos. Entonces no teníamos móviles ni portátiles institucionales. Allí estuve cerca de tres años y medio y aprendí muchísimo sobre drogodependencias y sobre extrema vulnerabilidad. De ahí, pedí el posible cambio como psicóloga al Centro de Tratamiento de Drogodependencias de Casa de Campo. Estuve allí trabajando con un equipo multidisciplinar unos tres años, hasta que la coordinadora que estuvo en prisiones paso a VIH y me propuso como psicóloga al equipo de atención a domicilio , tanto a adultos como a menores con VIH y a sus familias. Íbamos por toda la Comunidad de Madrid ofreciendo apoyo educativo, psicológico y social y trabajando la adherencia terapéutica. En aquel momento, el VIH estaba en plena ebullición y había un gran desconocimiento al respecto. Allí estuve cerca de tres años y medio hasta que me propusieron volver a CTD de Casa de Campo como coordinadora del centro. Cuando llevaba allí aproximadamente un año, haciendo también intervención psicológica, el anterior secretario autonómico me propuso ir a la Asamblea de Alcobendas- San Sebastián de los Reyes ( hoy Jarama) como Directora técnica. Yo me resistí un poco, porque no quería dejar la intervención, y porque además las asambleas locales eran grandes desconocidas, porque desde el ámbito autonómico apenas teníamos coordinación. Al final fui a entrevista y conocí a la Presidenta local de entonces, a Pilar Roy, quien también estrenaba la figura del director técnico y se empezaron a definir nuestras funciones que eran ocuparnos de toda la gestión de la asamblea, del equipo técnico, del presupuesto, de la captación…
Estuviste en la asamblea de Jarama y después pasaste a Móstoles, ¿no?
Sí, estuve siete años y medio en Jarama y después pasé a lo que antes era la Asamblea comarcal de Móstoles-Navalcarnero, que estaba más lejos de mi casa pero era una asamblea también grande con varios proyectos distintos y conocí a un nuevo Presidente (Salvador) y Comité local. Tenía dos recursos, uno de apoyo al tratamiento con drogodependientes y otro de mujeres en dificultad social. Teníamos una sede en Móstoles y otra en Navalcarnero y posteriormente, para ampliar presencia de proximidad, se abrió otra en Sevilla la Nueva. Fueron tres años y medio de mucha actividad, de reformular proyectos y convenios, poner en marcha otra vez la base de respuesta local…etc. El último año se preparó la división de Móstoles de Navalcarnero – Alberche, y a la vez llegue a Corredor Sur en 2019 , cuando ésta se acababa de separar de Corredor Norte, por lo que el primer año en Corredor Sur fue muy complicado porque se había dividido el equipo, lo/as voluntario/as tardaron en asumir que ya eran 2 Asambleas , tuvimos que reformular el proyecto del albergue y conseguir más fondos… Conocí una nueva Presidenta (Pilar) y un nuevo recién creado Comité comarcal. En el año 2019, la actividad de atención humanitaria pasó también a ser gestionada por la asamblea local, con un punto actividad en Mejorada del Campo y otro en San Fernando de Henares. Y si el primer año fue muy complicado, en el segundo llegó la pandemia, RESPONDE, después Filomena, la crisis de Afganistán con las llegadas a la Base de Torrejón, después la crisis de Ucrania con apertura de un dispositivo en Torrejón…etc. Han sido años de mucha actividad y muchos cambios en el equipo, y lo que ha supuesto la pandemia y el desgaste.
¿Cuánto tiempo has estado en Corredor Sur?
Tres años y medio también, como en la anterior. Y siete años y medio en la primera, catorce años y pico en total como DT y en Cruz Roja llevo desde 1996, 26 años.
Y ahora, un nuevo cambio
Ahora vuelvo a la autonómica y a mis raíces en proyectos de Salud, aunque es verdad que cuando yo llegué todo el tema del VIH y atención a drogodependientes en CTD y en prisiones dependía de Intervención Social. He empezado a hablar ahora con el equipo y no ha cambiado demasiado desde entonces. Se acaba de retomar el proyecto de atención a personas con VIH, las unidades móviles, la atención en prisiones también se está retomando en algunos centros penitenciarios… Vuelvo a mis raíces en Salud, con un equipo donde también hay psicólogas, enfermeras y a la gestión, aunque esta vez la función es completamente diferente ya que la visión es desde el ámbito autonómico.
¿Cómo se ha producido este cambio, el estar en una dirección técnica y pasar a coordinar el área de Salud?
Son muchos años al frente de Asambleas y necesitaba un cambio. Estuve hablando con Gabriel y con Nieves y me consideraron necesaria en Salud, ya que se ha potenciado mucho el área, sobre todo en los últimos años que han pasado con la pandemia. La visión que traigo yo del ámbito local va a favorecer que haya una mejor comunicación y que entendamos más los problemas que se plantean desde las asambleas locales para hacer ciertas actividades que se piensan desde el ámbito autonómico.
Y después de tantos años en la casa, ¿Qué es lo que te motiva para afrontar este nuevo reto en el área de Salud?
Me gustan los temas de salud, y creo que puedo aportar esa coordinación y comunicación que potencie la relación con las asambleas. Creo que todo el mundo debería pasar por distintos ámbitos de la casa. La actividad realmente está en las asambleas, y desde el equipo autonómico se tienen que saber las carencias o potencialidades que tienen las asambleas para dividir objetivos y plantear qué actividades se pueden hacer y cuáles no.
En este reto que se te plantea, ¿Qué funciones vas a desempeñar como coordinadora del área de Salud?
Mi función es coordinar tanto a los diferentes equipos que ya hay dentro del área como, sobre todo, coordinar su trabajo con el de lo/as técnicos/as de cada local y así conseguir los objetivos que nos planteamos en la Comunidad de Madrid. Me motiva el potenciar que sea un área importante y que desde la acogida tengamos muy en cuenta la salud como parte también fundamental en la vulnerabilidad de las personas que atendemos.
De toda tu experiencia en asambleas locales ¿Cuál es el aprendizaje que te llevas que sabes que va a aportar un valor añadido a esta nueva etapa en Salud?
Como te decía antes, cuando se está en la local se vive la actividad de Cruz Roja. En las asambleas es donde vemos a las personas, donde las atendemos, donde convivimos con el voluntariado, donde estamos todas las áreas en común y somos un solo equipo para lo mismo, donde aprendemos a controlar nuestro presupuesto, nuestro seguimiento real de lo que cuesta un proyecto, establecemos relaciones con los ayuntamientos o entidades de nuestro entorno y tenemos que conseguir que las personas que atendemos consigan cubrir sus necesidades dentro de lo que podamos… Todo eso lo hace un equipo de personas voluntarias y técnicas que tienen que estar en coordinación y con las ideas y objetivos muy claros.
¿Qué es para ti lo más bonito y lo más difícil de estar en una dirección técnica?
Para mí lo más bonito ha sido poder gestionar equipos, que entre ellos funcionasen como uno independientemente del área, y ver la evolución de los equipos con los que he estado. Creo que en general, algún bagaje personal queda. Lo más negativo es la dependencia 24 horas, 365 días al año, de que pueda pasar algo y tenga que estar ahí. En cuanto a gestionar equipos, a veces también se hace muy complicado, y más en años como los que hemos vivido con la pandemia, el teletrabajo, bajas y cobertura de puestos que tienen que estar si o si cubiertas… O incidencias de los propios recursos, y que normalmente las más graves a veces ocurren en fines de semana, vacaciones etc.
Como profesional, ¿Cuál dirías que es tu sello, tu marca personal?
Creo que soy muy trabajadora, muy exigente y perfeccionista. La exigencia la tengo primero conmigo misma y también con los demás; creo que en Cruz Roja no solo tenemos que sacar las cosas, si no que tenemos que hacerlas bien. Creo que eso si queda en mis equipos.
Llevas poco tiempo en el puesto de coordinadora en Salud pero, ¿Tienes algún objetivo ya marcado para esta nueva etapa profesional?
Como objetivo personal, y ya que estoy en Salud, quiero cuidarme más a mí misma y tomarme las cosas con más sosiego y no con tanta intensidad. Como objetivo profesional, espero que Salud siga avanzando y que tome una relevancia importante en las asambleas y que tengamos una muy buena coordinación.
¿Qué significa para ti ser parte de Cruz Roja?
Para mí es un orgullo. Antes comentaba con la compañera, que pones la tele y siempre que hay algún desastre en cualquier parte y de cualquier índole, está ahí Cruz Roja apoyando a las personas. Eso a mí me pone la piel de gallina. Yo me creo Cruz Roja y me creo sus principios y creo que debemos ser muy consecuentes con ellos.
En tus 26 años de trayectoria en la entidad, que has visto como ha crecido y cambiado Cruz Roja, ¿Cómo interpretas la evolución de lo que es Cruz Roja y de su actividad?
Ha sido impresionante. Desde hace 14 años que pasé a las asambleas locales, las mismas sedes han cambiado prácticamente todas, y han cambiado para mejor. Han cambiado para tener unos espacios de atención dignos, sedes modernas y amplias… en 14 años son otra cosa. También ha influido en positivo la creación de la figura de la dirección técnica para que estemos alienadas, con unos objetivos y proyectos comunes. Antes cada asamblea funcionaba según ella misma, ahora está todo más organizado y claro y hay un seguimiento real de la actividad y del presupuesto En aquellos tiempos, no se hacía ni la contabilidad a nivel local. Aún tenemos que mejorar ciertas cosas, pero aun así la evolución ha sido increíble.
¿Cómo te ha recibido tu nuevo equipo?
La mayoría es un equipo nuevo y muy joven, no conocen aún a fondo Cruz Roja. Se han quedado sorprendidos de que yo conociese tan bien todo lo relacionado con VIH y con drogodependencias de antes. Yo creo que bien, con un poco de expectativa, estoy ahora recién llegada y poniéndome al día y conociéndoles y espero después del verano empezar a visitar asambleas locales y conocer cómo está la situación en cada una.
¿Qué te gustaría decirles a tus compañeros y compañeras de Corredor Sur tras estos tres años y medio trabajando con ellos?
Ya se lo dije personalmente a ellos. Pudimos hacer una comida de despedida con quiénes pudieron estar, porque han sido fechas malas y les agradecí el trabajo realizado y el apoyo por su parte, también de Pilar, la Presidenta.
Aun así, como decía antes, yo espero que cuando me voy de un sitio quede algún aprendizaje en positivo de mi paso por allí, que haya cambiado su organización o estructura de trabajo gracias a que yo les haya apoyado. Hay gente que sí que me lo ha dicho, que ha quedado una forma de trabajo diferente, que a lo mejor ahora cambiará con la siguiente dirección, porque somos personas diferentes y cada uno gestionamos de una forma, pero lo importante es que les haya quedado algo positivo que les sirva para su desarrollo profesional.
