Trabajo en equipo, solidaridad y humanidad. La espectacular nevada que ha traído el temporal Filomena ha dejado las calles con una más que difícil accesibilidad para los y las viandantes. Para muchas personas, salir a comprar, ir a por medicinas o a hacer cualquier recado, se ha vuelto una odisea. Aunque hay operarios que trabajan en la limpieza de las calles, lo cierto es que no se da a basto para liberar todos los accesos a sus domicilios de la nieve y el hielo acumulados.
Un grupo de usuarios del Centro de Acogida Temporal San Blas lleva desde que terminó la nevada colaborando con los vecinos y vecinas de su barrio para quitar la nieve y permitir que sus trayectos sean más cómodos y seguros.
El CAT San Blas es un albergue para personas sin hogar de origen migrante financiado por el Ayuntamiento y gestionado por Cruz Roja. Está situado en el barrio de Simancas, donde hay muchos edificios residenciales con patios interiores bastante laberínticos,, en los que viven una gran cantidad de personas mayores y hasta donde no pueden llegar las máquinas quitanieves. La acumulación de nieve es muy importante, y se están creando grandes placas de hielo en las superficies cubiertas.
Ante este panorama, esta iniciativa ha sido más bienvenida que nunca. Todo comenzó cuando un vecino, que estaba despejando en solitario un caminito en la zona, le pidió a uno de los chavales si le podía ayudar. A este chico, Mohammed, enseguida se le unieron cerca de 20 compañeros/as que, viendo la situación de las calles y las dificultades que tenían los vecinos y vecinas, decidieron seguir quitando la nieve y haciendo caminos por una buena parte del barrio.
Los chicos han recibido el aliento de muchos vecinos y vecinas mayores, que han salido a las terrazas a aplaudir «a los de la Cruz Roja», dándoles una motivación extra para continuar
Cargados de ganas e ilusión, continuaron quitando la nieve. Aunque al principio apenas contaban con una pala, escobas, recogedores y cubos, el tener que usar instrumentos «improvisados» para retirar la nieve no ha sido un impedimento. A medida que pasaba el tiempo, la organización para las labores en el barrio ha ido mejorando paulatinamente: hacían turnos para utilizar la pala mientras el resto ayudaba a barrer, apartaba trozos de hielo con las manos, e investigaban nuevos caminos y accesos para poder abrir en medio de la copiosa nieve. Todo un trabajo en equipo con continuos ánimos mutuos y mucha generosidad en el esfuerzo.
Alejandro Mardomingo, Coordinador del centro, nos asegura que «con los chicos y las chicas que pasan por el CAT, voy perdiendo cada vez más la capacidad de sorprenderme, pero esta iniciativa me ha sorprendido y emocionado. Calculamos que los chicos/as han abierto varios kilómetros de caminos en la zona, de cerca de un metro o metro y medio de ancho. Han dotado de acceso a todos los portales, paradas de autobús, farmacia, etc. Me parece un gesto muy bonito por su parte.»
Además de despejar todos estos lugares, también atendieron algunas demandas particulares: la de una señora que, cuando les vio con la pala, les pidió si podían despejar una escalera que estaba bloqueada y por la que necesitaba subir un vecino invidente con su perro guía. Los chicos acudieron en el acto y despejaron la escalera.
También ayudaron a levantarse del suelo a un señor mayor que había resbalado por el hielo cuando iba a comprar pan. Le encontraron gracias a que su nieto les llamó desde la ventana de su casa, donde vio la caída. Acudieron rápidamente a ayudarle y, una vez el hombre se hubo recompuesto, le ayudaron a llegar hasta el portal. Además despejaron esa calle, para evitar que a otra persona le pudiera pasar lo mismo.
Mohammed, que lleva más de 10 años en España y que nunca había vivido una nevada así, fue uno de los primeros chicos que comenzó a ayudar y, gracias a su iniciativa, se unieron muchos de los compañeros. El propio Mohammed nos cuenta en este vídeo cómo surge la iniciativa y en qué cosas han podido ayudar a las comunidades de vecinos cercanas:
«Ojalá esto sirva para eliminar prejuicios sobre los marroquíes. Nosotros hemos venido a buscar un futuro y queremos ayudar a la gente de España. Ahora con la nevada lo podemos hacer, y por eso estamos contentos. Es una oportunidad para demostrar que sabemos hacer cosas buenas por los demás», nos cuenta Mohammed.
«Esta es la primera vez que vemos la nieve en España… y ha caído muchísimo» cuentan los chicos/as, que estaban realmente sorprendidos de ver tanta nieve. «Al principio ha sido bonito ver todo el paisaje nevado, y podíamos salir, jugar en la nieve, pero ha seguido nevando y al final se ha quedado todo bloqueado. Ahora nuestra obligación es ayudar porque somos jóvenes, tenemos fuerza, podemos quitar las ramas, quitar la nieve de la acera, de los comercios… estamos encantados de contribuir» nos comentan. Eso sí, recomiendan salir lo mínimo posible y solo si es por un asunto urgente.
Queremos felicitar a los chicos/as por esta gran iniciativa, que demuestra las grandes personas y grandes ciudadanos que son, ayudando de forma altruista a mucha gente en un momento como este. Un refuerzo muy positivo para ellos/as, que les ayuda a sentirse activos/as, útiles y a demostrar su capacidad de iniciativa, del respeto hacia el resto de personas y de estar dispuestos a contribuir para superar esta excepcional e inesperada situación.
¡Estos chicos y chicas son un auténtico tesoro!
Nota: El Centro de Acogida Temporal San Blas es un centro cofinanciado por el Ayuntamiento de Madrid
Solo necesitamos oportunidades para demostrar nuestro potencial….
Gracias a todos esos hombres y mujeres!
Bonita historia, enhorabuena!!
Genial los chavales!!su gesto es desinteresado y generoso… y si tuvieran oportunidades no serían prometedores… quién sabe pero se merecen una oportunidad????
Muy bien narrado!! Gracias ?