El Centro de Formación Profesional cumple 10 años. Y parte de su evolución se evidencia en el crecimiento positivo que han tenido en los últimos años donde, en el año 2019, contaban con 284 alumnos matriculados, subiendo a más de 670 en el curso 2021 – 2022. Esta evolución denota la profesionalidad, cercanía y eficiencia del centro para poder adaptar e incorporar nuevos recursos al mismo, y la apuesta de Cruz Roja por la educación como uno de los pilares de la institución.

Durante estos últimos años hemos sido testigos de la evolución de dicho centro, incorporando nuevas titulaciones a sus filas, nuevos avances tecnológicos en sus aulas y en la forma de impartir las clases, la llegada de la internacionalización para la movilidad en las prácticas del alumnado y la docencia, la incorporación del Aula Profesional de Emprendimiento, o la adaptación del Centro como centro examinador oficial del Oxford Test of English. Novedades, avances que se incorporan al eje central de toda la mecánica del centro, que no es otra que el binomio alumnado – profesorado.

Y aquí es donde está una de las claves de dicho Centro, ya que los más de 800 estudiantes egresados han contado y cuentan con un plantel de docentes experto, activo y contemporáneo a cada una de las materias que imparten en sus aulas, ya que la gran mayoría del profesorado siguen ejerciendo su profesión laboral además de impartir las clases. Esto beneficia al alumnado para estar ‘a la última’ en cada uno de los ciclos formativos, con experiencias y acciones contadas y vividas en primera persona por el profesorado. Por ello, hemos querido hablar con cinco de dichos profesores/as, para que nos transmitieran cómo se vive esa dualidad de seguir estando activos en su profesión y compaginarlo con la docencia en el Centro de FP. Además, hemos querido profundizar en lo que significa para ellos ser ‘profes’ en una institución como Cruz Roja, en lo que les aporta enseñar a jóvenes que en un futuro podrían ser sus compañeros/as.

Os dejamos con la entrevista que hemos hecho a:

  • Diego Iñigo Molet, docente en el ciclo formativo de Técnico/a en emergencias sanitarias
  • Myriam de la Fuente, docente en el ciclo formativo de Técnico en cuidados auxiliares en enfermería
  • Héctor Fernández, docente en el ciclo formativo de Técnico/a en farmacia y parafarmacia
  • Belén Venegas, docente en el ciclo formativo de Técnico/a en educación infantil
  • Fernando Torres, docente en el ciclo formativo de Técnico/a en integración social
Diego, Belén, Myriam, Héctor y Fernando durante la entrevista

 

 

Contadnos un poco sobre vosotros/as, ¿qué profesión tenéis y que clase impartís en el Centro de FP de Cruz Roja?

Héctor: Yo soy farmacéutico adjunto en una farmacia del centro de Madrid y, además, soy profesor titular en el grado medio de Técnico en Farmacia y Parafarmacia. Estudié el grado de Farmacia en la Universidad de Santiago e hice el doctorado allí. Después, estuve en la industria farmacéutica y ahora aquí, dando clase. La enseñanza siempre me ha gustado, quise ser profesor en la universidad, pero no pudo ser, así que estar aquí es un privilegio para mí. Soy de las nuevas incorporaciones al Centro de FP de Cruz Roja, me incorporé en diciembre de 2022, por lo que llevo aquí unos cinco meses.

Myriam: Yo soy enfermera y tengo casi 30 años de experiencia profesional en múltiples sectores, últimamente en atención primaria y emergencia extrahospitalaria. Como docente llevo 13 años y aquí, en Cruz Roja, desde septiembre. Doy clase en el curso de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, enseñando técnicas básicas de enfermería, y en el curso de Técnico en Emergencias Sanitarias, dando apoyo psicológico.

Belén: Yo soy maestra de educación infantil y de audición y lenguaje, y soy maestra en el ciclo superior de Educación Infantil. Llevo trabajando más de 10 años en escuelas infantiles y colegios. Además, hice un máster en trastorno del espectro autista y me he dedicado mucho a las necesidades educativas especiales. Actualmente, además de como profesora, trabajo de equinoterapeuta en una hípica, dando terapia a niños/as con necesidades educativas.

Fernando: Yo soy trabajador social y, además del máster de profesorado, tengo el máster comunitario en servicios sociales. Llevo más de 37 años trabajando con personas. En mi labor como docente imparto dos módulos en el ciclo de grado superior de Técnico en Integración Social, concretamente, el módulo de metodología de la intervención y el de habilidades sociales. Compagino esto dirigiendo una entidad privada sin ánimo de lucro en la que nos dedicamos a planificar, gestionar y evaluar programas de intervención social. También soy fundador de una empresa en la que hacemos consultoría social, sobre todo desarrollando planes de voluntariado y, desde hace tres o cuatro años, planes de igualdad. Llevo tres cursos impartiendo clase en el Centro de FP, desde septiembre de 2020.

Diego: Yo soy enfermero, trabajo en el SUMMA 112. Llevo dando clase en el Centro de FP cuatro años y, vinculado a la docencia, unos diez aproximadamente. Aquí imparto la asignatura de Atención Sanitaria Especial en el grado medio de Técnico en Emergencias Sanitarias.

 

¿Cuál es vuestra motivación para impartir clase y tener un trabajo fuera de la docencia a la vez?

Diego: Yo creo que todas las profesiones sanitarias están vinculadas a la formación. Todos los profesionales sanitarios necesitamos formación continua y, desde mi punto de vista, el involucrarme en la formación de las nuevas figuras me parece muy motivante y necesario.

Belén: En mi caso, al fin y al cabo, soy maestra. Educar es algo que he querido hacer toda mi vida. El cambio ha sido pasar de educar a niños/as de 0 a 6 años a educar a adolescentes, pero esto también ha sido mi motivación. A lo largo de tu vida te encuentras con muchos tipos de maestros/as y ves cuáles son los tipos que te gustaría que tuvieran las próximas generaciones. Poder ayudar a formar a esas personas que van a estar con los/as niños/as del futuro fue mi motivación. He pasado de enseñar a enseñar, a enseñar. Les enseño a hacer lo que yo haría en un aula.

Myriam: A mí, hay dos cosas que me motivan de transmitir lo que hago. Una es conseguir que los/as adolescentes y jóvenes, que a veces llegan aquí sin saber muy bien que quieren ser, se animen a hacer algo gracias a nosotros/as. La segunda es poder transmitirles la humanización del cuidado, especialmente a los/as alumnos/as de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería. Para cuidar, aparte de tener unos conocimientos, hay un ingrediente que no puedo enseñar, pero sí mostrar, el humanizar el cuidado. Cuando trabajas con jóvenes, poder transmitir la pasión por mi profesión y ese toque de humanidad motiva mucho.

Héctor: Mi principal motivación es que ser docente me permite desarrollar mis tres grandes pasiones: comunicar, aprender y la farmacia. Además, es muy gratificante ver cómo las alumnas evolucionan día a día, tanto a nivel personal como a nivel teórico-práctico. Eso me hace venir con ganas al centro, veo cómo evolucionan mis alumnas a la vez que evoluciono yo, gracias a ellas y al resto de profesores.

Héctor en el aula de farmacia

Héctor: «Me produce mucha satisfacción ver a mis alumnas evolucionar y me encantaría tener compañeras como ellas»

Fernando: Para mí, después de estar tantos años haciendo formación no reglada, llegar a la reglada fue todo un descubrimiento. Mi mayor motivación, como trabajador social y profesional de la ayuda, es poder practicar en el aula compartiendo mi experiencia del día a día. De alguna manera nosotros/as tenemos una ventaja, el poder acercarnos a la realidad del alumnado del siglo XXI. Como decía Paulo Freire, “la escuela no cambia el mundo, pero si forma personas que pueden cambiarlo”, y sentirme parte de ese momento es lo que más me motiva.

 

¿Qué diríais que le aporta al alumnado que los/as profesores/as tengáis vuestro propio trabajo y que, además, deis en el centro asignaturas relacionadas con este?

Fernando: Les aporta el hecho de compartir la práctica, la actualización y la posibilidad de alcanzar un aprendizaje muy significativo, ejemplarizando en todo momento la teoría. Teoría y praxis se tienen que dar la mano en esta formación profesional. Yo creo que esa es la mayor aportación que le podemos dar al alumnado.

Héctor: Yo creo que es una gran ventaja para las alumnas. En el ámbito teórico, que nosotros/as nos dediquemos a esa profesión que enseñamos nos permite focalizarnos mucho en los ámbitos teóricos que luego ellas van a aplicar y, en el lado práctico, hacen muchísimas prácticas de situaciones de vida real. En mi caso, traigo situaciones que yo me encuentro en la oficina de farmacia, las expongo, las debatimos y vemos cómo ejecutarlas. Les ofrecemos herramientas para que en su futuro, cuando se expongan a esas situaciones, puedan enfrentarse a ellas. Creo que ese paso más allá que damos nosotros al dedicarnos a ello es lo que nos distingue del resto de profesores.

Myriam: Estar actualizados/as es un aporte muy grande, hay profesores que cuentan teoría de hace 20 años y no la realidad de hoy en día. También es importante poder exponer ejemplos prácticos y hacerlos. Yo creo que todo esto les aporta frescura. En mi caso, no me gustan las rutinas, y tener esa ventana abierta de vuelta a la enfermería asistencial y de contacto con mis pacientes aporta frescura a mis clases.

Belén: Creo que lo que más les enriquece a ellos/as es que nosotros/as hemos vivido lo que estamos contando y llevamos años teniendo situaciones que en un futuro les pueden ocurrir a ellos/as, y eso no viene en los libros. Que podamos darles esa parte hecha es algo que van a tener ganado en su experiencia. En mi caso, les pongo situaciones que no son solo para que ellos/as aprendan como maestros/as, sino para que aprendan como niños/as, ya que van a ser sus futuros/as clientes. Ellos/as van a ofrecer su servicio a niños/as y muchas situaciones reales que les pongo son para que ellos/as se sientan cómo se van a sentir esos/as niños/as con los que van a estar. Por otra parte, que estemos en activo hace que podamos aclarar todas las dudas con las que vienen, porque saben que las hemos vivido y que podemos darles respuesta.

Diego: Como he dicho antes, creo que las profesiones sanitarias tienen una actualización constante. Esta actualización se hace a través de evidencias científicas, de investigación, etc. Un profesor que no está trabajando en la calle puede leer y estudiar esas investigaciones, pero no vivirlas en persona. Muchas veces lo que adquirimos es vivir esas actualizaciones, trabajarlas en el día a día. El profesor que está trabajando en activo le da un plus muy significativo porque los libros nos explican muchas cosas, pero el hacer del día a día y de ejecutar esa teoría es diferente. Además, como también comentaba Myriam, en los libros no se trata la humanización, y nosotros sí podemos enseñarles eso.

Diego en una de las ambulancias

Diego: «Me gratifica cuando me encuentro con mis alumnos/as ya trabajando o cuando me entero de que están en la Universidad, me motiva el haber sido parte de su formación y aprendizaje»

 

¿Qué os aporta a nivel personal poder dar clase a los/as alumnos/as del Centro FP y que, además, sea en una entidad como Cruz Roja?

Myriam: Las instalaciones son fantásticas, cuando vine a hacer la entrevista de trabajo me quedé enamorada del centro. Además, hay muy buen ambiente de trabajo. En cuanto a qué me aportan los/as alumnos/as, es la visión fresca de un cambio generacional y cómo miran la salud y la emergencia, me hace reflexionar sobre mi papel como enfermera y como docente. Además, muchos/as de los alumnos/as del Centro de FP van a pasar a ser trabajadores/as de Cruz Roja y, como docente, es una gran responsabilidad. Queremos que nuestros/as alumnos/as lo hagan muy bien. A mí me gusta mucho mirarles como compañeros/as, porque sé que el día de mañana van a estar trabajando en un hospital mano a mano conmigo. Cuando entro a clase les saludo diciéndoles “buenos días, compañeras”, me gusta pensar que dentro de poco voy a estar trabajando con ellas y quiero que sean la persona con la que quiero trabajar.

Héctor: En mi caso, la palabra es “aprendizaje”. Yo estoy aprendiendo muchísimo, poder rodearme de compañeros/as que están tan formados/as me enriquece mucho. Hace unos meses entré sabiendo muy poco de profesorado y ahora hago muchas cosas, porque me veo muy influenciado por mis compañeros/as. Como decía Myriam, hay muy buen ambiente entre nosotros/as. También me produce mucha satisfacción ver a mis alumnas evolucionar y me encantaría tener compañeras como ellas.

Fernando: Yo estoy súper orgulloso de pertenecer a una organización como Cruz Roja y de compartir claustro con mis compañeros/as. Tenemos un equipo directivo magnífico, la figura de María Cacho y de Joaquín Nuño son vitales. El centro es una maravilla, tenemos muchas facilidades. Nosotros/as nos exigimos mucho y creo que hacemos nuestro trabajo con una pasión tremenda.

Fernando impartiendo clase

Fernando: «Como decía Paulo Freire, “la escuela no cambia el mundo, pero si forma personas que pueden cambiarlo”, y sentirme parte de ese momento es lo que más me motiva»

 

Belén: La parte humana de la entidad se está transmitiendo a ellos/as. Respecto a la pregunta de qué nos aportan los alumnos/as, yo llevo menos de un año trabajando aquí, pero lo resumiría en ilusión y confianza. Yo tenía el miedo al venir aquí por el cambio de edad de los chicos/as a quien daba clase y ahora, cuando llega el domingo, tengo ganas de venir a clase igual que la tenía con los/as niños/as. Tengo esa ilusión que me transmitían los más pequeños porque mis alumnas de ahora tienen esa ilusión que tenía yo cuando empecé y porque me dan esa confianza de que son mis iguales.

Diego: Aquí tenemos ganas de venir a dar clase, tenemos una libertad de cátedra y un nivel de independencia importante, pero a su vez tenemos apoyo cuando lo necesitamos. El Centro también es muy importante. He estado en muchos otros centros y para mí, como docente, una de las cosas que me motivan es tener los recursos idóneos para el aprendizaje de los/as alumnos/as. El material es infinito, cuando he necesitado algún tipo de material nos lo han administrado sin ningún impedimento. Algo que me gratifica mucho es cuando me encuentro con mis estudiantes ya trabajando o cuando me entero de que alguno/a está en la Universidad, me motiva el haber formado parte de su formación y aprendizaje.

 

¿Cómo lleváis el poder combinar el trabajo propio y dar clase?

Diego: Yo tengo la ventaja de que estoy a turnos, tengo días libres y lo puedo compatibilizar un poco mejor, aunque eso me hace tener muchos cambios de guardia. A los/as sanitarios/as, generalmente, nos dan facilidad a la hora de compatibilizar porque la profesión sanitaria está muy asociada con la formación. A veces causa un poco de estrés el compatibilizarlo, pero con mis turnos es llevadero.

Myriam: A mí me encanta lo que hago, en 30 años de profesión no me ha costado nunca ir a trabajar porque me encanta mi trabajo, pero es agotador. Yo estoy aquí como docente porque me encanta dar clase y tengo esa suerte.

Myriam en el aula de Enfermería

Myriam: «Siento más responsabilidad siendo docente de Cruz Roja que si lo fuera de otro sitio»

Héctor: En mi caso, me coincidió muy bien porque yo reduje las horas de trabajo en la farmacia y me permitía compaginarlo con Cruz Roja. Creo que si trabajase en la farmacia durante la semana sería más complicado.

Fernando: A veces es muy complejo. Yo imparto metodología, soy muy trabajador y es cuestión de organizarse. Es muy exigente, pero lo llevo fenomenal.

 

¿Qué significa para vosotros/as ser parte de Cruz Roja?

Fernando: Como he dicho antes, mucho orgullo. Me identifico totalmente con todos los valores de la casa y además, en mi caso, que he licitado tantos proyectos teniendo de rival a Cruz Roja, me pone muy contento estar aquí.

Héctor: En mi caso es orgullo y felicidad, me levanto con ganas cada mañana. Yo no soy tan consciente de la suerte que tenemos aquí, pero si valoro los recursos que tenemos en el Centro.

Myriam: Al orgullo y a la suerte añadiría el sentir cierta responsabilidad. Siento más responsabilidad siendo docente de Cruz Roja que si lo fuera de otro sitio.

Belén: Formar parte de Cruz Roja nos da una responsabilidad a la vez que un respaldo. Yo siento que tengo ese respaldo de estar en una entidad conocida a nivel mundial, con unos valores claros. Sé que donde vayan mis alumnas será un extra que hayan estado aprendiendo en Cruz Roja. Me siento orgullosa, responsable, con suerte, y respaldada.

Belén en el aula de Educación Infantil

Belén: «Lo que más enriquece a los/as alumnos/as es que nosotros/as hemos vivido lo que estamos contando y son situaciones que les pueden ocurrir a ellos/as, y eso no viene en los libros»

Diego: Yo también diría responsabilidad. Estar en una organización de esta envergadura te exige como docente el ser responsable de estar representando a una institución muy grande.

 

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