Desde la asamblea comarcal de Majadahonda – Las Rozas, con motivo de conocer la nueva actividad que se viene desarrollando en el programa de Medio Ambiente sobre el Bono Social Energético desde hace unas semanas, han querido entrevistar a Francisco Souto, voluntario del programa de medioambiente.
Francisco es un voluntario «a tope», ya que trabaja en dos programas importantes: Empleo y Medio Ambiente. El pasado año 2022, la asamblea de Majadahonda – Las Rozas propició que 50 personas encontraran empleo, lo que supone un 25% del conjunto que obtuvieron empleo en nuestros dos municipios.
En cuanto al programa de Medio Ambiente sobre ahorro energético que se venía desarrollando hace tiempo en la asamblea, se ha mejorado considerablemente. En el programa anterior de lucha contra la pobreza energética se tenía en cuenta el grado de aislamiento en los domicilios y se indicaban modificaciones para lograr mejorar la estanqueidad de las casas, reduciendo así el gasto en electricidad y en gas. Con el bono social eléctrico, esta mejora se contempla de una forma más integral y es mucho más eficaz.
A la pregunta de «¿Nos puedes explicar qué es el bono social energético y cómo se puede conseguir?» Francisco aclaró que el bono social eléctrico es un descuento en la factura de la luz regulado por el gobierno y cuyo objetivo es ayudar y favorecer a las personas más vulnerables. Actualmente, a quien le conceden el bono social eléctrico también tiene concedido bono social térmico.
Eso es justo lo que hace Francisco con las personas que necesitan pedir el bono. Por un lado, les explica las condiciones que tienen que reunir para solicitar el bono social eléctrico, la documentación que tienen que aportar y, además, les explica ciertos puntos que actualmente tienen asignados en sus contratos para, con un simple cambio, ahorrar más de un 30% de su consumo.
¿Y cuáles son las condiciones para solicitarlo? Es necesario que la solicitud sea para la vivienda habitual, estar acogido a la tarifa conocida como PVPC y tener una potencia contratada no superior a los 10 kW. A partir de estas bases, los posibles beneficiarios se clasifican en consumidores vulnerables o vulnerables severos, en base a determinados requisitos como el nivel de renta de la unidad familiar o la existencia de miembros de la familia con discapacidad, dependencia, víctimas de violencia de género o terrorismo. También se considerarán las familias numerosas y los pensionistas, debiendo verificar que los ingresos familiares no superen determinados umbrales de renta.
Las ayudas consisten en un descuento del 25% sobre el PVPC para los denominados consumidores vulnerables, el cual se eleva hasta un 40% para los consumidores vulnerables severos. El descuento se aplica tanto sobre el término de energía como sobre el de potencia, estableciéndose un límite en la energía anual consumida.
En cuanto a los requisitos sobre el nivel de renta, es necesario calcular la casuística particular determinada por la composición familiar y la clasificación de vulnerabilidad. De todo esto se encarga el voluntario Francisco Souto. Es decir, el análisis de las características de cada una de las personas que llegan solicitando dicho bono, optimizar sus condiciones, y presentar todos los documentos necesarios en la administración.
Con este bono energético no aplica la concesión automática del bono social térmico.
Como veis, la labor desarrollada por Francisco es fundamental para aquellas personas que lleguen a encontrarse en la disyuntiva ‘o comemos o nos calentamos’.
En esta noticia hablamos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1, 10 y 13 como parte de nuestro compromiso para potenciar la consecución de la Agenda 2030. Puedes obtener más información de los ODS en el siguiente enlace.