Cruz Roja apuesta por paliar la soledad no deseada en los colectivos más vulnerables. Así surge CRECE, el nuevo proyecto de la entidad que pretende abordar el aislamiento y la soledad no deseada, desde una respuesta transversal, para prevenir la institucionalización de Mujeres en Dificultad Social, Personas Mayores, Jóvenes Extutelados y Personas Sin Hogar. 

Se plantea un proyecto con cuatro líneas de intervención que se ejecutarán simultáneamente y que están interconectadas por el objetivo de prevenir la institucionalización y apoyar la desinstitucionalización:

  • Reducción del aislamiento social y la soledad no deseada
  • Activación, capacitación y coordinación de recursos del entorno comunitario
  • Acompañamiento social de jóvenes extutelados a través del empleo y habilidades para la vida independiente. Incorporación social laboral de mujeres VVG a través de una intervención integral.
  • Fortalecimiento de capacidades personales en personas institucionalizadas

Para ello, se va a trabajar activando los recursos comunitarios de las zonas en las que se va a implementar el proyecto (Leganés, Alcorcón y Pozas), se van a llevar a cabo itinerarios socio-laborales y se van a fortalecer las capacidades de las personas que ya se encuentren institucionalizadas. CRECE viene a sumar, no viene a replicar respuestas, sino a complementar las ya existentes, tanto desde Cruz Roja como las que ya están implantadas en la comunidad. Es un proyecto financiado por los fondos europeos Next Generation.

Para conocer más sobre el proyecto hemos querido hablar parte de su equipo técnico: Belén Delgado, Técnica Dinamizadora Comunitaria en Alcorcón; Irene Álvarez, Técnica Dinamizadora Comunitaria en Pozas; Purificación Guerrero, Técnica Dinamizadora Comunitaria en Leganés y Esther Horna, Técnica de Gestión de Inclusión Social.

 

¿Quiénes sois, cuánto tiempo lleváis y cuál es vuestra labor en Cruz Roja?

Puri: Yo soy Puri Guerrero y en diciembre cumplí 13 años en Cruz Roja. Empecé en un proyecto sociocomunitario en Pozas y la última labor que he desempeñado fue en Cañada Real como técnica de gestión y técnica de infancia, donde he estado cinco años. Ahora estoy en el proyecto CRECE en Leganés.

Irene: Mi nombre es Irene Álvarez y actualmente estoy en CRECE, en Pozas. Llevo 11 años en la entidad pasando por diferentes programas y proyectos, y el último en el que estuve fue en Extrema Vulnerabilidad, en la zona centro de Madrid, como Trabajadora Social.

Belén: Yo soy Belén Delgado y llevo en Cruz Roja casi 3 años. Entré cuando empezó la pandemia en el programa RESPONDE hasta que finalizó el proyecto, en la asamblea de Fuenlabrada-Humanes. Después, estuve un año y medio en Cruz Roja Juventud en la asamblea local de Alcorcón y actualmente, en esta misma asamblea, estoy con el proyecto CRECE.

Esther: Mi nombre es Esther Horna y llevo en Cruz Roja unos 6 años y medio. Siempre he estado en el área de personas mayores aunque en diferentes asambleas, primero haciendo sustituciones y luego con plazas asignadas, sobre todo en Corredor Sur y en Majadahonda-Las Rozas, donde también llevé el programa de mujer en dificultad social. Actualmente, soy la técnica de gestión del proyecto CRECE.

 

 

El objetivo principal del proyecto CRECE es dar una respuesta transversal contra el aislamiento y la soledad no deseada en personas mayores, mujeres en dificultad social, niños, adolescentes y jóvenes y personas sin hogar. ¿Cuáles han sido los pasos previos para que Cruz Roja haya iniciado un proyecto en exclusiva para abordar este problema?

Belén: Se está viendo que las personas necesitan, cada vez más, entrar en instituciones por su situación de soledad y esto, sobre todo, es por no tener una buena promoción de la autonomía personal. Se ha visto que se está invirtiendo mucho dinero en que estas personas estén en instituciones cuando se podría hacer un trabajo comunitario previniendo la soledad y que, teniendo cubiertas sus propias necesidades en el entorno social y comunitario, puedan ir avanzando y mejorando en salud emocional, salud física y en lo social. Ahora se está apostando por un modelo más centrado en la persona y en sus capacidades y por eso creo que esto va a ser el futuro, centrarse en la persona y en lo comunitario para que no tengan que acceder a centros y pasar el resto de sus días allí.

Puri: Se parte de un análisis global, porque los fondos que vienen son del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, los fondos de recuperación Next Generation EU. Cruz Roja trabaja con las personas a nivel individual y a nivel grupal, tiene sede casi en todos los territorios, en cualquier sitio y ciudad, está muy próxima a las personas. Creo que es un momento óptimo para que se pueda trabajar incluyendo una parte muy importante como es el marco comunitario. La perspectiva comunitaria es el añadido importante de este proyecto porque nos exige trabajar fuera.

 

Cruz Roja ya trabajaba previamente con estos colectivos de manera individual en cada una de las áreas. ¿Qué novedad aporta este proyecto para trabajar con todos los colectivos a la vez?

Esther: Yo creo que lo que nos va a diferenciar del resto de proyectos es que, como bien decía Puri, añadimos el componente comunitario. Es un proyecto que se inicia en Madrid pero que estamos iniciando a la vez en toda España.. En este tema estamos acostumbradas a trabajar con personas mayores, pero no se trabaja ni con mujeres víctimas de violencia de género, ni con personas sin hogar, ni con jóvenes extutelados de una forma tan profunda en este tema. A ellos/as les damos otro tipo de respuesta como empleo, ayudas sociales, formación… pero no soledad no deseada, eso es lo que nos va a diferenciar del resto de proyectos.

 

Esther: «Es un proyecto transversal que va a contar con todas las áreas de conocimiento de Cruz Roja y para ello trabajamos de manera coordinada»

 

El proyecto pretende abordar la soledad no deseada para prevenir la institucionalización de los diferentes colectivos desde la perspectiva comunitaria, ¿qué significa esto?

Esther: Voy a ponerte un ejemplo. Una persona mayor que decide irse a vivir a una residencia no porque a nivel de autonomía personal se encuentre limitado, sino porque se ha quedado sin familia, la tiene lejos de donde vive, sus amistades han fallecido… se siente sola, y toma la determinación de ir a una residencia por ese motivo. Desde CRECE lo que pretendemos es que esa persona pueda llegar a crear una nueva red en su comunidad que le aporte apoyo para que no tome esa decisión. No vamos a trabajar con gente que si tiene que estar en una residencia o en un centro para que dejen de estarlo, sino con gente a la que no le hace falta y tome esa decisión por otras causas.

 

Teniendo en cuenta este ejemplo, ¿cómo se va a ayudar desde Cruz Roja, que herramientas se van a aportar, para que las personas en situación de soledad puedan crear comunidad?

Belén: Nuestro papel también es conocer todas las entidades y asociaciones del barrio para que esa persona pueda asistir a distintas actividades o acciones donde pueda crear lazos, porque va a conocer a gente. Por ejemplo, asistir a un taller de mandalas en una asociación de vecinos, o hacer acciones comunitarias en el bloque de vecinos para que la persona pueda conocer a sus propios vecinos, que es algo importante y que se está perdiendo. Se trata de promocionar una autonomía personal y social que la persona va desgastando a medida que se va quedando solo. Lo ideal es que esto sea en un entorno favorable, como puede ser su vecindario, y no en una institución cerrada como puede ser una residencia.

Irene: Añadiendo a lo que comenta Belén, se trata de crear, ver que se está haciendo y poder unir las acciones que ya se están realizando, porque implica a diferentes agentes sociales como comercios y demás que se encuentren en el barrio.

 

 

¿Cuáles van a ser las áreas implicadas en el proyecto y cómo os vais a coordinar con ellas en base a las respuestas que vais a ofrecer?

Irene: Se podría decir que, de manera transversal, van a estar todas implicadas. En esta primera fase del proyecto es una de las tareas que hemos estado realizando, coordinándonos con las compañeras de las asambleas locales desde el área de mujer, empleo o juventud a través de reuniones, poniendo en común ambos proyectos y buscando posibles colaboraciones.

 

 

Contadnos a cuántas personas se pretende ayudar, en qué zonas se va a implementar, qué objetivos os planteáis para este primer año y cómo se identifican los perfiles para que se inicien en el proyecto

Belén: El primer ítem para identificar a una persona susceptible del proyecto es que se encuentre en una situación de soledad no deseada. Se va a trabajar en Alcorcón, Leganés y Pozas y, al ser un proyecto comunitario, podemos hablar más de acciones comunitarias que de datos, pero se prevén unas 90 personas por asamblea hasta 2024.

 

Puri: «Lo importante es que se genere una red a nivel local, de cercanía, que transforme un modelo asistencial en un modelo de cuidados y que eso pueda ser sostenible»

 

¿Qué cambios esperáis ver en las personas que entran al proyecto y en qué circunstancias se considera que una persona ya puede salir de él?

Esther: La idea de CRECE es que cuando termine el proyecto, en junio de 2024, todas las personas que hayan pasado por el proyecto hayan logrado tener esa red comunitaria y de apoyos para salir de la situación de soledad no deseada, haber mejorado su puntuación en el cuestionario inicial y que tengan la capacidad de seguir generando esa red o mantenerla por sí mismos.

Puri: Una de las cosas que tiene el proyecto es que sea sostenible en el tiempo y no un proyecto piloto. A nivel macro, lo importante es que se genere una red a nivel local, de cercanía, que transforme un modelo asistencial en un modelo de cuidados y que eso pueda ser sostenible.

 

 

Dentro del proyecto, se ha llevado a cabo un trabajo previo con una serie de grupos focales que os han transmitido sus inquietudes o su forma de pensar. ¿Qué conclusiones habéis obtenido de estos grupos?

Belén: Lo que hemos identificado primordialmente es que existen varios tipos de soledad según el colectivo, no es el mismo sentimiento de soledad el de una persona sin hogar, el de una mujer o el de una persona mayor.

Puri: Las mujeres en dificultad, que han tenido relaciones de violencia en casa, están a cargo de los hijos o son madres solteras, tienen que interrumpir su vida social. Me preocupa el tema de ocio con mujeres que tienen a su cargo a menores que no pueden dejar con nadie, me gustaría trabajar a nivel comunitario para poder dar respuesta, para ofrecer un tiempo para ellas.

Esther: En los jóvenes quedó muy latente que viven mucho la soledad. En el perfil de los jóvenes extutelados, con todos los procesos migratorios tan precoces en los que están solos, quedo muy latente que han experimentado esa soledad y requieren ese acompañamiento.

 

Irene: «La problemática de la soledad no es individual, sino un problema común»

 

Contadnos cuál es vuestra misión y papel dentro del proyecto.

Irene: Hay dos puestos diferenciados, somos tres dinamizadoras comunitarias y una técnica de inclusión. La función de las dinamizadoras es crear ese puente entre Cruz Roja y la comunidad y las áreas internas.

 

 

¿Qué papel tiene el voluntariado y cómo se puede apuntar la gente para ser voluntarios/as del proyecto?

Belén: Para apuntarse como voluntarios/as, al igual que cualquier proceso de voluntariado de Cruz Roja, pueden ir a la asamblea local y entrevistarse con el técnico de voluntariado o con nosotras. Que nos cuenten cómo le gustaría aportar al proyecto y ver cómo podría encajar.

 

¿En qué fase se encuentra ahora mismo el proyecto?

Belén: Nos encontramos en una fase en la que hemos hecho mapeo, hemos hecho análisis de la realidad… La fase de reunirse con entidades y asociaciones no va a acabar, es un trabajo continuo, pero se podría decir que ya estamos en una fase de identificación de perfiles y necesidades de los posibles participantes.

Esther: Otra de las fases es la formación en temas específicos de intervención comunitaria, que va a ser una formación que vamos a llevar a cabo a lo largo de todo el proyecto. Hemos recibido 70 horas de formación, vamos a tener más cursos y es extensible al voluntariado que se incorpore, es una parte muy importante porque es bastante desconocida.

 

Belén: «Me gustaría que todo el mundo pudiera ver realmente lo que significa estar solo y pueda ver que todos/as, con nuestras acciones en el día a día, podemos hacer CRECE»

 

A nivel individual, ¿qué os gustaría conseguir con este proyecto?

Irene: Que podamos incorporar en nuestro día a día el ponernos las gafas de soledad o de diferentes soledades.

Belén: Que tanto nosotras, como los agentes comunitarios, como cualquier persona, pueda ver realmente lo que significa estar solo y pueda ver que todos/as, con nuestras acciones en el día a día, podemos hacer CRECE.

Puri: A mí me gustaría que se asuma desde la casa la figura del técnico dinamizador sociocomunitario o comunitario, porque creo que en Cruz Roja hacemos un buen trabajo individual y grupal y la parte comunitaria es necesaria para trabajar. Si esa pata no se hace, el modelo de cuidados va a exigir trabajar con otros y salir de nuestra zona de confort. Entonces, que se incorpore una persona que trabaje en esta línea para que CRECE sea sostenible en todas las locales.

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