Mercedes Babé es historia viva de Cruz Roja. Una mujer intrépida que lleva toda la vida dedicada a apoyar y luchar por hacer de nuestra organización un referente del Tercer Sector. La trayectoria de  Mercedes dentro del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja resulta casi inabarcable, desde sus comienzos en CRJ, hasta sus años como Directora del Departamento de Asuntos Sociales, pasando por su posterior traslado a Ginebra apoyando temas de Bienestar Social y Acción Social y Comunitaria. Hoy compagina sus tareas de voluntaria en la asamblea de Majadahonda-Las Rozas con la vicepresidencia de la Asamblea Local, como miembro del Comité Autonómico de Madrid y como Presidenta de la Comisión Permanente de Cruz Roja Internacional.

¡Os dejamos con esta enriquecedora entrevista!

Mercedes en ‘Las Tardes de Cruz Roja’ de noviembre de 2018

Mercedes, la primera pregunta, para situar al lector que lea la entrevista, es ¿quién eres y cuál es y ha sido tu labor en Cruz Roja?

Mercedes Babé es una voluntaria de Cruz Roja Española que cumple esta primavera 50 años en la organización. Tengo que buscar el carnet de primeros auxilios, que fue el primero que tuve, pero me parece que comencé en marzo o abril de 1970. Y no parezco tan vieja (risas).

Empecé haciendo un curso de primeros auxilios, y después me enganchó el equipo de monitores para seguir promoviendo cursos y haciendo cosas con ellos. Entonces conocí Cruz Roja Juventud, que acababa de empezar en España y me apunté parra colaborar. Estuve como voluntaria de Juventud en Madrid, hasta que me ficharon como técnica de CRJ en la sede Central. Así que, primero como voluntaria y luego como trabajadora, empezó mi trayectoria en Cruz Roja.

No me he aburrido nada en mi trayecto profesional. Estuve también en Formación y en difusión del Derecho Internacional Humanitario, aunque creo que lo mejor, teniendo en cuenta mi profesión, fue la creación del departamento de Acción Social. Con esta área empezó a cambiar la tendencia del trabajo de Cruz Roja Española, pasando del área tradicional entonces en la Cruz Roja, que era Salud al terreno de la Acción Social, que es ahora una prioridad.

Tuve la suerte y el privilegio de ser la primera directora encargada de poner en marcha ese proyecto. Sin embargo, en el área Social apenas había gente, y trabajamos mucho para conseguir voluntarios, organizar proyectos y colaborar con otras organizaciones, porque no se trataba de duplicar, sino de ver las necesidades que había, qué hacían otros y cómo podíamos complementar.

Después de varios años en CRE, me presenté a una convocatoria que había en Ginebra, en la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, como Responsable de Servicios Sociales, volviendo de nuevo al programa de Acción Social. Estuve 7 años trabajando en Ginebra en proyectos muy interesantes con todas las Sociedades nacionales y poniendo en marcha nuevos proyectos de apoyo psico-social después de desastres y de conflictos. Esta exposición me abrió más los ojos al mundo internacional.

Volví entonces a CRE como Directora de Cooperación Internacional, donde estuve otros 12 años, hasta que acepté una jubilación anticipada y, con ello, me incorporé de nuevo a la etapa de voluntariado en mi Asamblea Local de Majadahonda-Las Rozas y continuando mi apoyo voluntario a la Presidencia de la CRE para las Relaciones Internacionales con el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Luego, me presenté a las elecciones y actualmente soy vicepresidenta de la Asamblea Local y miembro del Comité Autonómico de Madrid.

Hace poco más de un año, no sé si casualmente, me invitaron a participar en un seminario para contactar y preparar a Mujeres Líderes del Movimiento que se celebraba en Ginebra. Uno de los objetivos de la red de mujeres del Movimiento, llamada GlowRed, era promover la participación de más mujeres en puestos de gobierno dentro de nuestra organización. Este seminario para mí fue muy importante.

Ya había gente que me había sugerido formar parte de la Comisión Permanente, el órgano del Movimiento Internacional que se ocupa de organizar la Conferencia Internacional y de mantener la coordinación y la armonía. La máxima autoridad del Movimiento es una Conferencia Internacional que se celebra cada 4 años.

La Comisión Permanente es el órgano fiduciario de dicha Conferencia, que se ocupa de mantener la armonía en el Movimiento, en los periodos en que no hay Conferencia. El año pasado, me presenté como candidata para formar parte de la Comisión Permanente y en la Conferencia Internacional celebrada en Ginebra, el pasado mes de diciembre (2019) fui elegida primero como miembro de la Comisión y luego Presidenta de la Comisión Permanente.

¿Cuál es el día a día de la Presidenta de la Comisión Permanente? ¿cuál es tu labor?

Actualmente el trabajo lo hago desde la oficina de El Plantío y, en todo caso, a distancia porque los miembros de la Comisión somos de diferentes partes del mundo. Nuestra labor, es por una parte, monitorizar lo que se ha acordado en la Conferencia Internacional así como las resoluciones y acuerdos del Consejo de Delegados, y velar para que se implementen por todos los componentes del Movimiento (las 192 Sociedades Nacionales, el CICR y la Federación Internacional).

Por ello, mi dedicación es, en parte, trabajar, sobre todo, con las dos organizaciones internacionales del Movimiento: el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que reúne a las 192 Sociedades Nacionales.

«Me encanta ver que se puede responder a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad gracias a la dedicación de muchísima gente, de todo el voluntariado, personas que quieren dedicar su tiempo y su trabajo a otras personas.»

De hecho, cuando saliste elegida, lo fuiste recibiendo 290 votos de 340, lo cual te debió suponer un refuerzo de la confianza del Movimiento Internacional.

Efectivamente, es un refuerzo de la confianza como bien dices, y da muchísima satisfacción pensar que hay mucha gente detrás apoyando. Honestamente, yo no me presentaba a la Presidencia de la Comisión, yo quería ser miembro de ella. Pero al acabar la elección y ver que tenía tal cantidad de votos, me pidieron si quería aceptar la presidencia y no me quedó más remedio que aceptar pues me parecía que los 290 votos que me apoyaron, así lo pedían.

No era mi intención, y no es falsa modestia. Pero bueno, pensé que así lo había querido la Conferencia Internacional y aquí estoy, como Presidenta de la Comisión Permanente, al servicio de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, para humildemente tratar de devolver algo de lo mucho que he aprendido y he recibido de nuestra Institución, que me ha hecho crecer en mi trayectoria de la Cruz Roja.

 

Antes del confinamiento tuve la oportunidad de entrevistar a Javier Senent, presidente de Cruz Roja Española, y en una de las preguntas, hablando del Voluntariado, dijo que la sociedad española es una de las más reconocidas por la Cruz Roja. Principalmente, porque siempre estamos en liza y en primera plana en acciones internacionales. Tú que estás dentro del Movimiento y que has pasado muchos años relacionada con la Cooperación Internacional, ¿cuál crees que es el papel actual de Cruz Roja Española a nivel internacional?

Efectivamente, así es. Cruz Roja Española tiene un papel relevante dentro del Movimiento, y se nos percibe desde hace bastante tiempo como una Sociedad Nacional fuerte y, sobre todo, muy visible y muy enraizada en nuestro país.

Desde siempre he pensado que lo ideal sería que Cruz Roja dejara de ser necesaria, y que desapareciera nuestra organización. Eso hubiera sido el sueño de Henry Dunant, no ser necesario para atender a los heridos en Solferino. Pero el hecho es que tenemos que seguir estando ahí, y en Cruz Roja Española, a nivel local, estamos muy cerca de las personas.

Es algo que yo ahora estoy disfrutando mucho, al pertenecer a una Asamblea Local. Después de haber trabajado muchos años en el ámbito internacional y en la Oficina Central, me encanta ver que se puede realmente responder a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad gracias a la dedicación de muchísima gente, de todo el voluntariado, personas que quieren dedicar su tiempo y su trabajo a otras personas.

 

Desde tu punto de vista, a nivel internacional ¿cuál es el punto fuerte de la sociedad española? A lo mejor en Ginebra alguna vez te han comentado si trabajamos bien, ¿cuál es ese punto diferencial que tenemos?

Yo creo que la capacidad y flexibilidad de Cruz Roja Española para incorporar voluntariado a todas sus tareas, es de los rasgos principales y de las cuestiones mejor valoradas por la población y por las instituciones internacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, en Ginebra. Precisamente ofrecer actividad a los voluntarios en necesidades que tiene la comunidad en diferentes áreas, ya sea personas Mayores, apoyo a la Infancia, personas refugiadas… verdaderamente en necesidades sociales, que es donde tenemos la prioridad.

Se habla de una crisis del voluntariado, pero lo que hemos visto en los últimos meses es que la gente está dispuesta a ayudar y trabajar en su comunidad y por su comunidad.

«Cruz Roja Española tiene un papel relevante dentro del Movimiento, y se nos percibe desde hace bastante tiempo como una Sociedad Nacional fuerte y, sobre todo, muy visible y muy enraizada en nuestro país.»

Vamos a la parte más local. Tú formas parte de la Asamblea de Majadahonda-Las Rozas y del Comité Autonómico de Madrid. Atendiendo a los últimos acontecimientos y datos específicos, Cruz Roja en la Comunidad aumenta año tras año el número de personas atendidas, ha presentado además siete sedes nuevas, incrementando la capacidad de atención, y hemos implantado la respuesta local en el 100% de las asambleas. A ti, que estás en el día a día de una asamblea, ¿qué te hace sentir estos datos de intervención en la Comunidad de Madrid?

Estos datos, me dicen que estamos adaptándonos a las necesidades, que lamentablemente crecen cada día, y que somos capaces de aunar esas necesidades con los ofrecimientos del voluntariado. La Cruz Roja no sería capaz de hacer toda la labor que se hace sin voluntariado. Los técnicos son esenciales para apoyar y coordinar, pero solo con ellos no sería suficiente para poder atender a 400.000 personas, con las que hemos trabajado en el año 2019.

En Majadahonda, por ejemplo, hemos crecido bastante y ha sido gracias a la implicación de voluntarios que no solo están registrados como tales, sino que dedican muchas horas. Estamos tratando cada vez más de implicarles para que se sientan parte de la organización, que no solo digan “yo soy voluntario de Cruz Roja”, sino “yo soy parte de la Cruz Roja Española”

Lo mismo nos pasa con los socios, también estamos tratando de involucrarlos más para que no se conformen con hacer una contribución, que está genial y es muy necesaria, sino para que además  vean qué es lo que se hace con ese dinero. En definitiva, estamos centrados en seguir aumentando y reforzando la visibilidad de la tarea que se hace con los fondos donados.

«Lo que hemos visto en los últimos meses es que la gente está dispuesta a ayudar y trabajar en su comunidad y por su comunidad.»

Cuéntanos alguna anécdota que recuerdes con algún socio, por ejemplo, o que hayas vivido en otro país, en donde se vea la labor de Cruz Roja Española.

De mi época de Cooperación Internacional, por ejemplo, recuerdo haber explicado a alguien que me preguntó por qué en muchos desastres la Cruz Roja siempre llegaba en las emergencias para facilitar socorros a la población…? Y le hablé que no siempre era igual, como él me decía; pues además de la respuesta en la emergencia, trabajábamos con la comunidad para mejorar sus condiciones de vida y buscar soluciones factibles ante esos desastres recurrentes.

Un ejemplo muy claro es el de Bangladesh, donde todos los años hay ciclones e inundaciones que causan graves daños. Después de trabajar con la comunidad, se vio como una de las necesidades era construir unos alojamientos temporales para las personas que no podían permanecer en sus casas, pues se inundaban… Otro de los problemas era que perdían a sus gallinas, que se ahogaban en las inundaciones, impidiéndoles mantener sus medios de subsistencia (carne y huevos como alimentos básicos), hasta que alguien sugirió que en lugar de gallinas que se ahogarían en la siguiente temporada de lluvias, podrían recibir patos, que podían nadar … y así, aunque hubiera inundación, mantendrían su alimento tradicional…

Otro tipo de proyectos de cooperación son los desarrollados como apoyo a las mujeres. Recuerdo especialmente uno que llevamos a cabo en Liberia con mujeres afectadas por el conflicto. Me encantó cómo se facilitó formación a estas mujeres para que salieran adelante por sí mismas. Y cómo estas mujeres cantaban y bailaban agradeciendo a CRE haberles confirmado que ellas eran los pilares que mantienen las familias.

El año pasado estuve de visita en Perú y vi otro de los proyectos que desde hace muchísimos años ha realizado Cruz Roja allí, como es la formación de mujeres en proyectos generadores de ingresos para ellas.  El orgullo de estas mujeres era enorme al pensar que podían vender sus trabajos de punto (jerséis, gorros o patucos para los niños), así como otras manualidades y que eran capaces de generar ingresos para su familia gracias al trabajo que habían desarrollado de macramé, cuidado de plantas o preparación de comidas, ya que muchas de ellas se dedican a cocinar y tienen ahora un catering.

Ese trabajo de apoyo económico a las personas es lo que hace que luego puedan ser verdaderamente independientes. Si no hacemos que puedan mantenerse en su vida diaria, no vamos a conseguir que desarrollen con normalidad su vida familiar y social. Yo creo que agradecen mucho el apoyo que les ofrece Cruz Roja Española.

Me quedan tres preguntas importantes. Hemos hablado del pasado, pero me gustaría también mirar al futuro. ¿Cuáles son los retos que se plantea Cruz Roja tanto en España como a nivel internacional?

Hace unas semanas se reunió la Comisión Permanente, que inicialmente íbamos a tener en un encuentro presencial en Ginebra pero que debido a la crisis del coronavirus tuvimos que suspenderla y la hicimos por videoconferencia.

Aún en sesión reducida, entre los objetivos que presenté, y que me gustaría que la Comisión Permanente promovamos en este mandato es el tema de la confianza. Para mí, la confianza es el objetivo básico y primordial en este momento, y para garantizarla, lógicamente, necesitamos ser íntegros y absolutamente intachables en nuestra conducta del día a día, individual y colectivamente.

También tenemos que ser transparentes con nuestra acción y con los fondos que recibimos y su aplicación. Es esencial asegurar: la confianza, la integridad y la rendición de cuentas, que son tres pilares básicos para nuestra acción a nivel nacional e internacional.

En estos 50 años que llevas en Cruz Roja, ¿qué has aprendido?

TODO. Si…. es que puedo decir que ha sido una parte muy importante de mi vida, realmente. Cuando me presenté a la Comisión Permanente comenté que los principios y valores que mantengo hoy, los aprendí de mi familia. Con ellos empecé a conocer y desarrollar una serie de parámetros de honestidad, solidaridad, respeto, generosidad, paz, buen entendimiento…

Poco a poco me he ido desarrollando en mi vida profesional como trabajadora social, enfocando mi acción sobre todo en éste área social, tanto en Cruz Roja Española como durante mi trabajo (7 años) en la Federación Internacional. Vi que muchísimas Sociedades Nacionales trabajan en el área social, y reafirmé el concepto de que, aun cuando no siempre se ve tanto como en los Socorros, la actividad que hacen los voluntarios de la ahora llamada área de Inclusión Social, es muy importante.

He aprendido muchísimo en muchas áreas. El año pasado, por ejemplo, asistí a un taller para mujeres líderes. Siempre me han dicho que era una mujer líder en el Movimiento y a mí eso me resultaba abrumador, pero me animé a participar y no me arrepiento. En ese taller aprendí, entre otra cuestiones, cómo preparar una posible campaña para ser miembro de la Comisión Permanente.

 

La siguiente pregunta se la hacemos a todo el mundo, para ti, ¿qué significa la frase “ser de Cruz Roja”?

Para mí implica la diferencia entre ser y estar. El ser es vivir y actuar como una persona íntegra en tu vida diaria, no solo en el comportamiento de las funciones de Cruz Roja o ejerciendo una actividad o desempeñando un papel en un momento determinado. “Ser de Cruz Roja” es tener valores y llevarlos a la práctica en tu día a día, con tu familia, con tus amigos, con la gente con la que te relacionas, con los vecinos… Es vivir los valores.

 

La última pregunta es un poco el motivo de la entrevista, y es preguntarte ¿cómo es que estás en El Plantío o tienes tu puesto de voluntaria aquí?

Eso es debido al nuevo papel que represento en la Comisión Permanente y el querer demostrar la independencia de la Comisión, que está al servicio de todo el Movimiento Internacional, frente al trabajo del día a día de la Sociedad Nacional (CRE).

Independientemente de mi colaboración en la Asamblea Local de Majadahonda, donde vivo, antes colaboraba en el día a día en cuestiones de relaciones internacionales con el Presidente de CRE. Para separar el trabajo de la Comisión Permanente del día a día de CRE, y como estaba este despacho disponible, he podido trabajar aquí. Se trabaja muy a gusto, hay gente maravillosa, que nos ha acogido muy bien y estoy encantada. Además, cuando volví de Ginebra, hace ya 20 años, la Oficina Central tenía su sede aquí… Así que tengo muchos y muy buenos recuerdos.

¡Muchas gracias Mercedes por concedernos esta entrevista y por estos 50 años dedicados a ayudar a las personas en Cruz Roja! ¡Ojalá sean muchos más!

 

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