Entrevistamos a nuestro compañero Ferrán Blavi quien ha estado ayudando a Cruz Roja Murcia para atender la llegada de personas migrantes a sus costas en plena crisis de la Covid-19

Las historias y relatos son el mejor vehículo para poder transmitir una reflexión, moraleja o valores. Lo hemos podido vivir desde que éramos bien pequeños/as a través de esos relatos que nos han contado nuestros familiares o personas más cercanas. Además, los relatos, cuando son contados en primera persona, te hacen situarte en el punto de vista de la persona que los vive, lo cual, hacen todavía más interesante el contenido. Esto es lo que nos pasa cada vez que hablamos con Ferrán Blavi, coordinador del proyecto de Atención Humanitaria de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, que nos sumerge en el mundo de la Atención Humanitaria de una forma cercana, humana y vivencial.  En esta ocasión hemos hablado con nuestro compañero para que pudiera relatarnos con ese tacto la experiencia de los   9 días que ha compartido con los compañeros y compañeras de la Región de Murcia ayudando en la atención de personas migrantes procedentes de las costas de Argelia.

En esta entrevista Ferrán nos pone en contexto sobre la situación vivida en Murcia con esta llegada y cómo los compañeros y compañeras de Cruz Roja Murcia han estado trabajando al 200%, coordinándose con las autoridades pertinentes para atender las necesidades de estas personas en plena pandemia de la Covid-19. Pero, además, Ferrán nos cuenta cómo él ha vivido el llegar a un equipo diferente para poder inculcar los aprendizajes y experiencias vividas en la emergencia social de Madrid y, así, planificar, gestionar y atender un dispositivo de Atención Humanitaria en la Emergencia provocada por el Covid-19 sumada a la situación de la llegada a las costas.

Con la llegada de Ferrán a Murcia, el modelo de intervención del equipo de Atención Humanitaria en la Comunidad de Madrid ha pasado la prueba definitiva para comprobar que la mezcla entre eficiencia, calidad y calidez es una fórmula que, bien gestionada, funciona a la perfección en la Emergencia Social.

Todos estos aspectos y otros ligados a la experiencia vivida en Murcia, nos los ha comentado Ferrán en las siguientes líneas:

Para poder poner en contexto a las personas que lean esta entrevista, cuéntanos Ferrán por qué se produce y cuáles son los desencadenantes de tu viaje a Murcia para apoyar a la Cruz Roja de esa localidad.

Entre el 24 y 25 de julio, la Región de Murcia vivió una oleada de llegadas de personas procedentes de las costas de Argelia. Alrededor de 468 personas llegaban en 31 embarcaciones siendo la última llegada masiva que se produjo en sus costas de 500 personas en el año 2017.

En esta ocasión, Murcia se encuentra con en un contexto diferente al del año 2017, ya que ante la situación del COVID-19, obliga a la Organización generar una movilización excepcional de recursos.

Actualmente la Secretaría de Estado de Migraciones exige que cualquier persona que llega a nuestro país por frontera marítima se le debe hacer la prueba PCR, lo que en esta ocasión dificultó la intervención, ya que se generó un embudo en la zona portuaria, y un confinamiento en el puerto de Cartagena a la espera de que la Consejería de Sanidad realizará todos los trámites para llevar a cabo las pruebas PCR y el tratamiento de datos. Este supuso diferencias importantes entre administraciones a la hora de asumir competencias. Mientras transcurrían los días y se iban resolviendo estas cuestiones, Cruz Roja realizaba la atención básica a través de los diferentes equipos ERIEs a pie de puerto. Y en paralelo, los equipos de Atención Humanitaria se organizaban para asumir la atención fuera de la zona portuaria.

En todo este proceso, el hacinamiento en la zona portuaria de Cartagena se seguía produciendo y los momentos de tensión se sucedían, teniendo como consecuencia que un grupo de personas se fugaran del puerto. Al cabo de unos días se realizaron las primeras pruebas PCR dando positivo 34 personas. Eso hace que la Consejería tenga que aislar estas personas en espacios habilitados para ello e implica que el resto de personas tenga que estar haciendo la cuarentena obligatoria por sospecha de contacto, a la espera de un segundo PCR para confirmar que fueran negativas. Es aquí cuando entra la movilización del programa de Atención Humanitaria de Murcia que fue quien asumió la organización de varios dispositivos para poder atender a los grupos de personas para la realización de la cuarentena, coordinándose con las distintas administraciones. La respuesta a la Comunidad Autónoma por parte de los Ayuntamientos para la cesión de espacios no fue la esperada debido a la situación que se vive en Murcia con respecto a la Covid-19. Cartagena, por ejemplo, cedió un polideportivo municipal, la administración autonómica y estatal cedió un albergue de unas 40 plazas y también se logra la cesión del espacio con mayor capacidad y el que con los días será el principal punto de la atención. Se trata de un hotel que se encuentra a 1h y 30 minutos de Murcia con una capacidad inicial para albergar a 150 personas pero que luego, la Administración ve la posibilidad de aumentar su capacidad para albergar a 300 personas. Este hotel se valora como una buena opción para futuras ocasiones de evitar tener a personas en el núcleo urbano y evitar posibles conflictos con la población.

¿Esta llegada masiva a las costas de Murcia se continua en los sucesivos días?

Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, divisa un número indeterminado de embarcaciones esperando en las costas de Argelia para salir a la mar y pero se detecta que estas salidas cesan de manera repentina.

Intuimos que la afluencia de embarcaciones y pateras procedentes de Argelia cesa, debido a que sus propios compatriotas desde el puerto de Cartagena contactan con ellas y ellos para decirles cual su situación y que no es la mejor momento para poder salir ya que las autoridades españoles están reteniendo a las personas en la zona portuaria por protocolo COVID-19 . La llegada de personas migrantes procedentes de Argelia es algo que estamos viviendo de forma regular en los últimos 3 – 4 meses debido a los cierres de los CÍES en nuestro país. Esto provoca que las mafias en el Magreb se organicen para que las personas puedan llegar a España. Estas personas al llegar a costas no pueden ser trasladas a los CIES ni tampoco se les puede aplicar el convenio de devolución entre países porque sus fronteras están cerradas por la situación actual del COVID-19. Al permanecer los CIES cerrados y las fronteras de Argelia, en este caso, también es la combinación perfecta para que las personas que quieran llegar a nuestras costas y continuar su viaje hacia Francia se produzca y últimamente además de manera masiva.

Como muestra de ello, nos encontramos unos cuantos casos en el que hemos atendido a personas que era su quinta vez que hacían el viaje hasta España, teniendo claro que esta vez sí que podían llegar a Francia.

Cuando llegas a Murcia, una vez que ya conoces la situación de partida, ¿Qué te encontraste?  ¿En qué momento de todo el proceso que nos acabas de contar llegas? ¿En qué parte de la gestión de dispositivos de emergencia necesitaban más ayuda los compañeros y compañeras de la Región de Murcia? 

La Dirección de Migraciones de OC, tras recibir la petición de CRE Murcia, entra en contacto con varios territorios, entre los que está Madrid, para poder solicitar apoyo ante esta situación sobrevenida vivida en Murcia. Es cierto que desde Atención Humanitaria en Madrid hemos trabajado en anteriores ocasiones en contextos de emergencia y tenemos experiencia en situaciones sobrevenidas con un número elevado de personas a quien atender. La Coordinadora Autonómica, Nieves Morales, me localiza el domingo 2 de agosto y me hace la propuesta para poder viajar a Murcia lo antes posible. Después de valorarlo, acepto el reto y en menos de 24 horas ya estoy moviéndome hacia allí.

La petición que hace Cruz Roja de Murcia y a la Dirección de Migraciones de OC es poder contar con un apoyo de otras Cruces Rojas para que se les pueda echar una mano a nivel estratégico para la definición de los dispositivos, para la formación de equipos en un marco de la emergencia, y para dar apoyo y soporte a la Dirección de Migración de Cruz Roja Murcia. En este sentido, principalmente mi trabajo ha estado centrado en el dispositivo de mayor capacidad; El Cenajo (antiguo Hotel cerrado situado al lado del embalse del Cenajo), facilitando a la Dirección de AH Murcia poder dedicar y realizar presencia física en el resto de dispositivos y con otras cuestiones importantes como la coordinación con administraciones, etc.

Yo llego a Murcia en el momento en el que las personas ya han sido o están siendo evacuadas de la zona portuaria y son repartidas por los diferentes dispositivos para hacer la cuarentena reglamentaria.

«lo que hemos hecho es aportar nuestro granito de arena en la línea de trabajar bajo la premisa de que la emergencia puede y debe ser un contexto organizado y sistematizado»

¿En qué ha consistido la aportación de valor de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid dentro de la gestión de estos dispositivos?

Lo más importante es que hemos aportado algo oxígeno, al venir de fuera de la situación de emergencia. Un oxígeno útil para poder ofrecer apoyo en la planificación, la gestión y la atención de la misma. A raíz de nuestra experiencia aquí en Madrid, lo que hemos hecho es aportar nuestro granito de arena en la línea de trabajar bajo la premisa de que la emergencia puede y debe ser un contexto organizado y sistematizado.  He estado trabajando codo con codo con la persona designada para asumir las funciones de coordinación en uno de los Dispositivo de mayor capacidad, para prepararla a liderar todos estos procesos de arranque y consolidación del mismo.

Principalmente, he hecho mucho hincapié con todos los equipos en ser capaces de hacer un salto cualitativo en la atención en este tipo de situaciones, y entender e incorporar en la cobertura de necesidades básicas, la atención psicosocial. Hemos trabajo para que los equipos identificarán y comprendieran que el enemigo principal en un marco de emergencia como este, es el miedo y la incertidumbre individual y grupal. El objetivo principal de los equipos debe ser en todo momento reducir este miedo e incertidumbre a través de la atención psicosocial; la comunicación, la información, y el ajuste de expectativas, son elementos clave, entre muchos otros, para ello. Todo ello permite y fomenta que las personas tengan las herramientas necesarias para sobrellevar la situación que están viviendo y tener la capacidad de adaptarse a la misma. Trabajar desde este marco de la humanización de la atención ayuda a reducir la incertidumbre y el miedo, así como desactiva los mecanismos que estas situaciones puedan generar a las personas, propiciando que la convivencia y la comunicación sea más sencilla, la atención más integral y logrando un mayor impacto y beneficio a las personas.

También, hemos trabajado en cuestiones más operativas como hacer una filiación mucho más exhaustiva y completa y no solo centrada a recoger datos sino en la línea de poder ofrecer un espacio atención de forma más individual a las personas, organizar y establecer rutinas para ayudar a las personas a mantenerse activas, diseñar estrategias y espacios dedicados a comunicamos con el gran grupo, asentar las bases de futuros procedimientos, generar espacios para la descarga emocional debido al cansancio y las situaciones vividas, etc.  Otro ejemplo a modo de anécdota en relación a lo que comentábamos antes de que es imprescindible organizar y sistematizar absolutamente todo en una situación de emergencia ha sido el aprovisionamiento del tabaco. Incorporar el tabaco como una necesidad básica en este contexto era fundamental.  La logística de aprovisionamiento ha sido compleja pero los equipos han incorporado que era necesaria para reducir la ansiedad del grupo y facilitar nuestra atención.

También hemos tenido que ir encajando las dinámicas de trabajo y la colaboración con las FFCCSS y la seguridad privada del dispositivo.  Hemos tenido que incorporar aspectos de seguridad en nuestro trabajo del día a día como, por ejemplo, dejar los vehículos estacionados para poder realizar una posible evacuación de la zona, ir acompañados de dos en dos la hora de realizar la atención, no acceder a los módulos sin el personal de seguridad, etc. ya que cualquier momento el clima dentro del grupo podía cambiar. El grupo ha pasado por momentos donde han reconocido nuestro trabajo y lo ha agradecido de manera ferviente, así como en otros momentos donde hemos sido increpados y amenazados.

¿Qué aspectos han podido dificultar el trabajo durante estos 10 días?

Algunos aspectos que no nos han facilitado nuestro trabajo durante estos días han sido la incertidumbre personal y del propio equipo provocada por la Covid-19, la utilización de EPIs de manera constante bajo la excesiva temperatura y humedad, la distancia del dispositivo con respecto a Murcia provocando muchas horas en carretera, etc.

También, hemos vivido momentos de tensión y hemos tenido que ser protegidos por la Guardia Civil para poder abandonar las instalaciones de manera seguro. La acumulación de tensión y estrés del grupo, provocados por la cuarenta y los días previos de hacinamiento en la zona portuaria, entre otros, ha hecho mella poniéndonos en su primera línea de enfado y malestar.

En la parte de coordinación he intentado que la persona que asumía el liderazgo en este dispositivo trabajara desde el marco de la anticipación y evaluación constante. Esa vital, que la coordinación este enfocada en resolver cuestión sobrevenidas del día a día a día, pero mucho más importante a que tenga las capacidades de anticiparse a la mayoría de ellas.

«La verdad es que ha sido impresionante volver a vivir cómo, ante una situación sobrevenida, se movilizan a todas las personas de los equipos independiente de su perfil para hacerle frente a esta emergencia, como hacemos en Madrid»

Ahora que has convivido con otra Cruz Roja, que has podido vivir su manera de trabajar, ¿Qué diferencias y similitudes has encontrado con Respecto a Comunidad de Madrid? 

La verdad es que en términos generales solo encuentro similitudes. La situación de Murcia me ha recordado a muchos momentos vividos en Madrid.

La verdad es que ha sido impresionante volver a vivir cómo, ante una situación sobrevenida, se movilizan a todas las personas de los equipos independiente de su perfil para hacerle frente a esta emergencia. Todos estos perfiles que inicialmente hacen una intervención más programada y pautada tienen que salir de sus puestos y trabajar en un marco completamente diferente. En eso, creo que Murcia fue muy rápida, que la respuesta de los equipos ha sido muy eficaz y que ha habido mucha predisposición y capacidad para ser polivalentes. He visto una realidad muy parecida al equipo de Atención Humanitaria de Madrid.  

También ha habido preocupación y situaciones incomodidades que han llevado, en ocasiones, a los equipos al límite.  La capacidad para sobreponerse, trabajar y sacar la fuerza necesaria para hacer frente utilizando en momentos el sentido del humor, me recordado muchas situaciones vividas en Madrid también.

Estar con el equipo de Atención Humanitaria de Murcia ha sido muy fácil porqué me lo han puesto muy fácil. Ellos y ellas sabían que venía alguien de otro territorio a echarles una mano y nos hemos adaptado rápidamente mutuamente. Los equipos han podido ver y testear algunas estrategias básicas en la atención en el marco de la emergencia y comprobar que sí funcionan.

También he podido comprobar como desde la Dirección de Atención Humanitaria de Murcia se trabaja de manera muy parecida a nuestra Coordinación en Madrid. Siendo siempre la prioridad las personas a atender y, a la vez, el cuidado de los equipos.  Así como, pensar en perfiles concretos de dentro de los propios equipos para que sean estas personas quienes lideren y asuman responsabilidad en función de sus competencias en situaciones sobrevenidas. Este es el mejor ejemplo de que una coordinación/dirección conoce a sus equipos y a cada una de las personas que los conforman.

Para finalizar, ¿Qué valoración haces de la situación que has vivido y de la colaboración mutua entre diferentes Cruces Rojas como son Madrid y Murcia? 

La experiencia ha sido muy positiva y muy enriquecedora. Para mí, el poder estar en los primeros momentos que CRE pone en marcha la atención humanitaria cuando las personas están recién llegadas a las costas ha sido algo que no había vivido nunca.

Estratégicamente para mí ha sido un viaje muy positivo porque me ayudará a aportar más valor al trabajo que realizamos en Madrid. Me ha encantado trabajar de la mano con la Dirección de Atención Humanitaria de Murcia porque he visto que tenemos líneas de trabajo muy parecidas, compartimos preocupaciones y propósitos.

También ha sido muy emocionante ver como toda la experiencia adquirida en el equipo de Atención Humanitaria de Madrid de estos años la hemos podido compartir con todos los equipos de Murcia.  Estoy satisfecho de haber observado y vivido una vez más que si es posible trabajar en un contexto de emergencia desde el marco de la humanización de la atención y que la atención psicosocial juega un enorme papel en la gestión de las misma.

En alguna ocasión he hecho un ejercicio mental de imaginar al equipo de Madrid en la gestión de esta emergencia en Murcia y pensar cómo lo habría resuelto. Esto ha sido un ejercicio de abstracción divertido e interesante de hacer.

No quiero olvidarme de todo el apoyo y cariño que recibido estos días procedente de Madrid.  En mi ausencia, que ha coincidido que Oli, también, estaba de vacaciones, todos los equipos de AH Madrid han funcionado de manera autónoma resolviendo de forma eficiente y eficaz el día a día. Quiero agradecer a Paula Domínguez por su compromiso y aceptar una vez más quedarse al frente del equipo de Atención Humanitaria de Madrid en ausencia de la coordinación.

Agradecer, también, a Nieves Morales que ha estado en todo momento pendiente de mí y he podido compartir y descargar emocionalmente algunas situaciones.

Agradecer, como no, a todos los equipos de Murcia y la Dirección de AH por las facilidades, por darme esta oportunidad, dejarme ser uno más y sobre todo por la cantidad de momentos, situaciones y anécdotas vividas. Además, de poder generar sinergias de cooperación y trabajo con otro territorio.

En definitiva, todo lo que he vivido en estos 9 días en Murcia ha sido muy intenso pero gratificante y afianza y refuerza el modelo de trabajo con el que apostamos hace ya unos años en Madrid y que venimos trabajando hasta la fecha.

«Me siento orgulloso de que se haya pensado en mí para poder asumir este reto, y satisfecho de haber podido ser de utilidad a los equipos de Murcia.»