Durante todo este tiempo hemos estado mostrando la labor de los diferentes equipos que han estado contribuyendo a paliar las consecuencias de la Covid-19. Los meses de marzo, abril y mayo, sobre todo, fueron unos meses muy duros donde se llevó a cabo una intensa labor en el plano de la emergencia sanitaria. Por ello, para no olvidarse de aquellos momentos es bueno generar un espacio donde poder mirar hacia atrás y poder generar una reflexión con personas que estuvieron en primera línea de acción, como es el caso de nuestro compañero voluntario, Pedro Bas.

Pedro es enfermero y es personal de apoyo a la docencia e investigación en la Universidad. Además, está vinculado con los hospitales del Gregorio Marañón, El Clínico y el 12 de Octubre, en relación a las asignaturas relacionadas con medicina.

Pedro lleva muchos años como voluntario en Cruz Roja. Se incorporó en el año 2003 en la asamblea de Getafe en la base Bravo 41 de Socorros y Emergencias y, desde hace unos años, en el ERIE de Asistencia Sanitaria. Desde este Equipo de Respuesta Inmediata ante emergencias, Pedro y el resto de compañeros y compañeras estuvieron atendiendo situaciones muy complicadas y complejas en su labor del día a día en primera línea de acción durante los meses duros de la crisis sanitaria.

Pedro, en los primeros momentos de la pandemia, estuvo ayudando en el traslado de altas sanitarias de pacientes de Covid-19, a través del TSNU. A partir de ahí, a través de la ERIE Sanitaria, se incorpora en la Atención de las Residencias con la UME y los Bomberos. A través del Centro de Coordinación del Summa 112, se pidió ayuda al personal médico y enfermero para dar apoyo telefónico y poder atender a las demandas de la población en relación al virus, donde Pedro también estuvo aportando su granito de arena. Y como última intervención, Pedro estuvo colaborando en el IFISE con la Comunidad de Madrid y la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112) para la realización de 11.000 test a efectivos de seguridad y profesionales de emergencias.

Por todo ello, hemos querido entrevistarle y poder generar esta reflexión en alto sobre todo lo acontecido en esos días.

Cuando te acuerdas de todo lo que vivimos en aquellos días de marzo, abril y mayo, ¿qué es lo que se te viene a la cabeza? ¿Qué emociones y sentimientos te afloran?

Recuerdo días muy duros donde te afloran muchos sentimientos y emociones. Recuerdo cuando en los primeros días teníamos que ir al hospital para el traslado de pacientes. No se me olvidará la cara de tristeza y, a la vez, de alivio de las personas por seguir viviendo al haber superado la enfermedad. Fueron días de mucho cansancio y de incertidumbre.

Pero, por encima de todo, recuerdo dos situaciones. La primera es la que vivimos en el Centro de Coordinación del Summa (SCU) en el que yo empecé en el turno de noche, que era donde más demanda había. Ahí veía una situación de impotencia, temor y ansiedad en las llamadas que atendía porque las personas pensaban que se les acababa el mundo. Dar respuestas a todas y a todos fue muy complicado, además, salías a las 8 de la mañana y, en ese mismo día, a las 22h volvías otra vez porque era necesario y la situación lo requería.

Otra de las actuaciones que me marcaron muchísimo fue la intervención en las residencias de la Comunidad de Madrid.  Nuestra labor fue dar apoyo a la UME haciendo la valoración y asistencia sanitaria, movilizando 9 ambulancias para el traslado de personas a otros centros. Aquella situación fue muy compleja y muy dura. Cuando entrábamos en la residencias nos encontrábamos a personas de edad avanzada en una situación muy delicada. Nosotros comunicamos todas las anomalías que encontramos pero fue una situación muy muy dura de vivir tanto para Cruz Roja como para los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid y la UME.

No quieres recordarlo pero es verdad que si Cruz Roja volviera a necesitarme, allí estaría de nuevo.

 

¿Qué aprendizajes has adquirido a raíz de estas situaciones que nos acabas de contar?

La situación vivida en las residencias me marcó muchísimo, ya que fue un escenario muy duro lo que vivimos ahí dentro.  Intervenimos cuando ya cuando la situación estaba descontrolada, por lo que nos hubiera gustado poder actuar antes y poder haber evitado determinadas situaciones mediante una serie de protocolos, normas y consejos.

Cuando salíamos de allí, la gente de las residencias nos agradecían mucho nuestra labor, pero me iba a mi casa pensando en qué más podía ayudar o qué podía hacer. Se comenzaron a hacer una serie de informes detallados de todas las situaciones que nos encontrábamos para que Octavio, Javi o Susana (Personas de mando en Cruz Roja) pudieran defenderlos en la mesa técnica de coordinación con otras entidades. En esos informes detallábamos por escrito qué se debía hacer o que no se debía hacer en todos los ámbitos, no sólo el sanitario, dentro de las residencias.

A nivel de motivación, lo que más me motivaba era la gran respuesta de todos y todas mis compañeras. Les veía trabajar y el esfuerzo bestial que hacían y yo me vinculaba con ellos. De ello, aprendías sobre la convivencia, sobre el estar todos a una: si hay que cargar alimentos, se cargaban, si hay que retirar escombros, se retiraban.

«Lo que me llevo es ese esfuerzo y esa valía de estar todos y todas a una, a pesar del agotamiento. Lo que más me motivaba, como decía antes, era la respuesta y el apoyo por parte de todos. Además, el apoyo por parte de la coordinación de Cruz Roja, de las y los compañeros del ERIE Psicosocial, del 112, ha sido clave.»

A todos y a todas, además, nos han hecho la prueba de la Covid-19 y eso se agradece, también. Me he sentido respaldado y entendido por la entidad.

(En el siguiente vídeo que publicamos en el mes de abril se puede ver a Pedro narrando la situación en el centro de Coordinación.)

 

En el caso de que existiera una segunda ola del virus se características similares a la primera, ¿qué se podría mejorar para una nueva actuación de nuestros servicios de Cruz Roja?

Cuando estás en situaciones como esta dependes de otros organismos y las rutinas cambian frecuentemente. La improvisación era algo que estaba en el día a día, pero es muy complicado organizar algo que va cambiando tan rápido en el tiempo, debido a la situación que se vivía.

Nosotros y nosotras nos hemos visto muy acompañados por Cruz Roja. Siempre que necesitábamos EPIs, los teníamos y he visto una entidad muy bien controlada y organizada, así que no sabría que cambiar para mejorar.

 

 

Ahora cuando ya ha bajado la adrenalina, cuando ya ha pasado un tiempo, ¿has notado sobre ti alguna consecuencia tanto física como psicológica a raíz de todo lo vivido durante esos días?

Realmente, cuando tienes una experiencia sanitaria y cuando has pasado ya por unidades críticas como oncología médica, radioterapia, etc. ya has visto la muerte de cerca. En esta ocasión, esta situación lo que te provoca es un cansancio y agotamiento a todos los niveles.

Lo que más me preocupa ahora son las noticias que estamos recibiendo sobre el temor de una nueva oleada, y eso te hace revivir todos los momentos de esa dura realidad. Esas son las secuelas, que ante ese miedo a una segunda crisis, vuelves a revivir esas llamadas de personas que te decían que no podían respirar, etc. Psicológicamente si que te afecta.

Estas noticias también te provocan un estado de ira ante lo que vemos en la sociedad. Hay una parte de la sociedad que no está escuchando al personal sanitario. Ahí están los datos que confirman los incrementos de casos, que denota el relajamiento de las personas ante este virus. Cuando sucede esto y tu has pasado por situaciones tan duras como, por ejemplo, la pérdida directa, te fastidia. Yo he tenido la mala suerte de perder a un amigo de 43 años, ex- compañero de Cruz Roja y trabajador del 112, por eso, cuando ves que la gente se ha relajado te genera un estado de incomodidad que no es bueno.

Pero bueno, en el caso de Cruz Roja lo requiera, tanto yo como mis compañeras y compañeros estaremos ahí dando el 200%.

Para finalizar, no me quiero olvidar a mi compañero Fidel, que es técnico, excelente persona, y que siempre ha estado ahí en cualquier circunstancia.

Os dejamos con el vídeo que publicamos de  Pedro y Félix, enfermeros voluntarios de la asamblea de Getafe, que publicamos el 25 de marzo mientras ofrecían su ayuda y apoyo al personal del Servicio de Coordinación de Urgencias (SCU) del SUMMA 112. 

 

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