Este próximo viernes es 8 de marzo y desde el departamento de Comunicación nos lanzamos a pensar en qué podíamos hacer. ¿Y si juntamos a una representación de 8 mujeres para hablar de todo lo que acontece alrededor del 8M? Y así, el pasado lunes, no 8 sino 10 compañeras nos cedieron su tiempo y sus opiniones para hablar del 8M y de la figura de la mujer.  El Día Internacional de la Mujer,​ conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad de oportunidades muchas veces menores que la del hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Es decir, en pro de lograr una igualdad real y efectiva en la sociedad. En Cruz Roja Madrid hemos querido reflejar esta fecha tan representativa para la sociedad actual, dando el protagonismo a 10 mujeres de diferentes proyectos, edades, cargos y procedencias que forman parte del personal voluntario y laboral tanto del ámbito autonómico como del ámbito local.

En un formato de coloquio, de charla conjunta, hemos querido contar con la opinión de nuestras compañeras ante la importancia de este día, y tratar temas tan importantes como su sentimiento sobre este día, sobre cómo ha transcurrido la evolución de la mujer en los últimos años, sopesar los datos de la desigualdad de género en España y hablar sobre la visión que se tiene desde dentro de nuestra propia entidad, entre otros temas. Contar, desde dentro, las reflexiones de 10 mujeres de nuestra entidad ante una fecha tan importante.

Saray Casado, Técnica de CRJ, Beatriz Berraco, Voluntaria del programa de Mayores, Icíar García, Técnica de Captación de Fondos, Carmen Cantón, Responsable del área de Contabilidad y Tesorería del departamento Económico- Financiero, Sara Sánchez, administrativa del departamento de Servicios Generales, Ana Belén Martínez, Técnica del servicio de Prevención de Riesgos Laborales, Esperanza Jiménez, Directora del departamento de Auditorias y Calidad, Adriana Hotchleiner, Presidenta de la asamblea local de Pozuelo de Alarcón,  Blanca Gallego, Coordinadora Programas de Mujeres e Infancia en Dificultad Social y Lucimara Sanches, Voluntaria del departamento de Voluntariado, han sido las mujeres que han podido mantener esta charla coloquio de la que hemos extraído reflexiones muy interesantes.

Además, a esta charla se sumaron Nieves Morales, Coordinadora autonómica, e Iris Javato, Directora autonómica de CRJ, quienes quisieron acompañar al resto de mujeres en los primeros compases de la entrevista.

Comentar también, que por cuestiones ajenas a la entrevista, nuestras compañeras voluntarias Juani Fernández del departamento de Salud y Medio Ambiente y Ana Belén Martínez ‘Abby’ del área de CRJ , no pudieron acompañarnos en la entrevista.

7 preguntas de una entrevista que hemos dividido en dos post que saldrán en días consecutivos. Aquí os dejamos la primera parte de la entrevista.

1 .-La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se realizó el 19 de marzo de 1911 en Europa en los países de Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, y su conmemoración se ha venido extendiendo, desde entonces, a otros países y continentes.

En 1972 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 1975 Año Internacional de la Mujer​ y en 1977 ​invitó a todos los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

El año pasado en Madrid, hubo una manifestación en la calle que congregó a más de medio millón de personas según las organizadoras.

Cuando hablamos de este día (8M) y de la importancia que toman días como este, ¿qué significado adquiere para cada una de vosotras?

Saray.- Yo creo que el Día Internacional de las mujeres es una cita para seguir trabajando por la equidad de género.

Carmen.- Para mí el 8M, sobre todo, con esa gran manifestación que vivimos el año pasado, significa cohesión y fuerza. Estar todas unidas defendiendo nuestros derechos.

Sara.- Tenemos que seguir luchando, esa es la idea principal. Poco a poco y año tras año iremos ganando terreno. Yo lo que veo es que cada año hay más movilización. Este año ni siquiera es día 8 y ya hay mucha información en los medios. Y esa es la sensación, que cada vez nos movemos más.

Lucimara.- Incluso los hombres ya se están concienciando y sí están apoyando, y eso es un gran cambio.

Beatriz.- Es un día necesario, y estoy de acuerdo con que cada vez se moviliza más a la gente. Los hombres se están concienciando y, por ejemplo, a los niños, desde pequeños, se les está concienciado con la igualdad. Esto es algo necesario.

Blanca.- Para mí ese día es, sobre todo, para conmemorar las memorias de las mujeres que en su momento pusieron su granito de arena a la causa, incluso arriesgando su vida. Pero sobre todo, para mostrar la importancia que las mujeres tenemos en la sociedad. Que se vea que si cada una nos quedásemos en nuestra casa y parásemos de hacer las cosas, no sólo a nivel profesional, ver qué pasaría.

Ana Belén.- Es un día que me parece muy importante porque da visibilidad a las mujeres. Yo soy madre de dos niñas y un niño y es un día que me permite hablar con mis hijas. Esto no quita que, a diario, pueda seguir trabajándolo. Para los más pequeños es un día importante también porque en el colegio se les habla de estos temas.

En cuanto a la educación de los y las más pequeñas, yo con mis hijas lo veo más fácil, pero con mi hijo tengo que hacer un refuerzo para inculcarle el respeto a la mujer. Que no solo los eduquemos todos en la igualdad de derechos, sino que a los hombres, por los últimos acontecimientos de abuso a las mujeres, enseñarles también ese respeto a la figura de la mujer desde que son pequeños. A colaborar, a contribuir con sus hermanas y por supuesto a respetarlas.

Icíar.- Para mí este día es simbólico, ya que lo más importante es que no se quede solamente en esta fecha, si no que se trabaje durante todo el año, a cualquier escala.  Que en este día se represente todo el trabajo que se ha hecho y que queda por hacer. También me parece una buena oportunidad de crear debates, ver otras maneras de pensar y de, incluso, redefinir el poder desde el punto de vista femenino.

De izquierda a derecha: Ana, Iciar, Lucimara, Sara y Paula

 

Adriana.- Creo que es importante darle una fecha para llegar mejor a todos los rincones, ya que tenemos unos derechos que no nos puede quitar nadie y debemos de trabajar por ellos, pero también me gustaría que no nos utilizasen a las mujeres.

Y es que en muchos casos existen movimientos que, al final, acaban por utilizarnos, además muchos de ellos liderados por hombres. Luchemos por lo que nosotras necesitamos que es, exactamente, lo mismo que cualquier hombre, porque valemos lo mismo.

Nieves.- Estoy completamente de acuerdo con lo que dicen Adriana y también Icíar. Creo que es una cuestión de derechos: luchar en contra de cualquier tipo de discriminación y por la igualdad. Creo que el Día Internacional de la mujer puede ser un día señalado en el calendario para reivindicar y tratar de que las mujeres también sean líderes, de cualquier forma, dentro de su entorno. Lo que pasa es que hay que trabajarlo todos los días del año. Me llama mucho la atención ver como en días como este, en ocasiones, pasan desapercibidos y otras veces, dependiendo, por ejemplo, del contexto político de nuestro país, se utilizan de forma indiscriminada, jugando con los derechos de las mujeres. Al final, sin las mujeres no se podría tener un desarrollo sostenible de la humanidad.

Esperanza.- Estoy de acuerdo en lo que han dicho mis compañeras, sobre todo, que no sea solo un día simbólico sino que realmente se trabaje durante todo el año en este tema y que también se pueda hacer algo más en aquellos países en los que la mujer todavía está muy sometida y que necesita años de lucha. También es importante remarcar que hay que cambiarles la mentalidad a las mujeres y que, en el día a día, hagamos lo posible para que seamos iguales, tanto hombres como mujeres.

Esta mañana escuchaba en la radio diciendo que ya hay un 51% de personas en España que son mujeres, entonces, que se note.

Carmen.- Es verdad que estamos hablando mucho de derechos pero también deberíamos hablar de obligaciones, y sobre todo, en labores del hogar. El hombre creo que se tiene que involucrar un poco más, porque parece que su papel es ayudar a las mujeres en vez de asumir sus propias responsabilidades y no es así, es también parte de su tarea.

Iciar.- Creo que muchas veces nos deberíamos preguntar, hombres y mujeres, qué podemos hacer para ayudar a este movimiento feminista. Por ejemplo, hoy una amiga me pasaba la noticia de que el actor y comediante Berto Romero ha decidido bajarse el sueldo para que su compañera de reparto pueda cobrar lo mismo que él. Esos gestos simbólicos también ayudan mucho para que realmente no se quede solo en la forma si no también, en el fondo del cambio.

2.- Vamos a ver una serie de datos del 2018. Entre el 22 y el 27 de febrero de 2018 con 1.402 entrevistas para el diario  El Confidencial ,de la mano del instituto IMOP,  se publicó un estudio que decía que:  Casi el 60% de los encuestados cree que en España existe una mayor desigualdad entre hombres y mujeres que en el resto de los países de nuestro entorno socioeconómico.

Las mujeres lo ven todavía más claro: el 62% de las que participaron en este Panel del Confidencial ven  a España como un país con más desigualdades que el resto de naciones europeas, frente al 52% que así lo piensa en el caso de los hombres.

¿Cómo nos hace sentir esta estadística? ¿Es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad? ¿Significa que nuestra sociedad es menos igualitaria que la de nuestros países vecinos o que, por el contrario, estamos más concienciados y nos damos más cuenta de que existe esta realidad?

Adriana.- Creo que es una cuestión de tiempo. Yo soy mitad española y mitad austríaca y allí este movimiento empezó, mucho antes, a dar pie a la mujer para que pudiera trabajar, para que tuviera otros derechos, con grandes beneficios a la natalidad. En el norte de Europa nos llevan esa ventaja. Y tenemos que alcanzarlos.

Lucimara.- Yo creo que vamos en buen camino. Yo soy ingeniera, cuando me gradué había 5 chicas y 50 chicos. Hoy en día, en las carreras científicas, esa diferencia ya no es tan grande.

Blanca.- Es verdad que hemos empezado a movernos más tarde por la situación que atravesó nuestro país durante 50 años. Pero también, creo que, con respecto a la encuesta, esa sensación de las mujeres viene dada, principalmente, por el tema del fomento de la natalidad en España.  Esta semana hemos visto el caso de un político hombre dando lecciones a las mujeres sobre cómo tenemos que llevar nuestra vida o nuestro embarazo, que si abortamos no estamos fomentando la hucha de las pensiones, etc. Lo peor no es que ese señor salga y lo diga, lo peor es que hay gente que comparte ese tipo de opiniones.

Para mí que solo el 62% opine que ‘estamos mal’ me parece poco. Creo que es muy optimista. Pienso que estamos en el camino, pero cuando escucho el comentario de ‘ni tan mal estamos’ se me cae el mundo encima, porque quien tenemos hijas sentimos pánico. A nuestras hijas les tenemos que enseñar, por desgracia, a defenderse, y da terror ver las situaciones que se dan en la sociedad.

 

Adriana.- Yo creo que el problema no es solo de género, es un problema sobre el qué estamos enseñando a nuestros hijos e hijas. Hay una falta de respeto generalizada hacia todo ser humano, y el respeto es la base de todo lo que queramos hacer. Si además, una persona es más débil que yo o creo que es más débil, aún tengo que respetarlo más. Empecemos por ahí y luego sigamos construyendo el edificio.

Beatriz.- Yo estoy totalmente de acuerdo Adriana, ya que no es que solo sea hacia la mujer, sino que el comportamiento de niños y adolescentes es de continua violencia entre ellos y hacia todo. Lo primero que hay que fomentar en la educación es respeto, porque por ahí empezamos, porque hay discriminación no solo hacia la mujer, sino hacia todo ser humano.

Ana Belén.- Totalmente de acuerdo de que la educación y el respeto es la base pero sí que es verdad que el número de acosos y abusos a mujeres ha subido en el último año casi un 20%, por lo que algo estamos haciendo mal. No sé si es porque antes no se sabía o porque está habiendo un repunte de desprecio hacia la mujer que es llamativo. Yo creo que ahí, las madres de hijos también tenemos mucho que hacer.

Sara.- Ya no solamente el repunte que ha habido contra nosotras, es que encima, se está dando en la gente más joven, por eso me planteo lo mal que lo estamos haciendo. Porque antiguamente es verdad que había abuso y mucho, pero creo que en una edad más adulta. Ahora, cada vez los abusos se producen entre gente más joven y yo creo que, además de la educación, también es muy importante reforzar la autoestima de la mujer. Si la mujer se conoce, si la mujer se quiere, puede encontrarse con una situación de abuso y sabrá poder salir de ahí. Pero si no se quiere, es muy complicado salir de esa situación. Por eso es muy importante reforzar esa autoestima.

Beatriz.- Eso es, desde luego, lo más importante es que la mujer se sienta segura e importante y eso, desde pequeña, se lo tienen que dar en su familia. Muchas veces es, en su propia casa, el momento en que a la mujer le hacen sentir inferior.

La igualdad empieza en casa, y a la mujer se le tiene que decir “tú eres igual que todos, tú vales lo mismo que los demás, tú te sientes como todos, cuando salgas a la calle y te digan que eres menos, no te vas a sentir menos porque te vas a sentir igual y vas a saber reaccionar.”

Es importante que desde muy joven podamos inculcar lo que decía Blanca. Que desde pequeñas, a las mujeres se le enseñe a defenderse, si, está bien, pero también hay que empoderarlas, hay que enseñarles su valía, porque si desde pequeñas las metes en una burbuja, lo que haces es hacerlas que se sientan vulnerables, que tengan miedo.

“Tienes que ser fuerte, tienes que defenderte, porque eres igual que los demás y vales para ello, sino lo que estás haciendo es crear una víctima.”

Saray.- Estoy de acuerdo en que hay que empoderar a las mujeres desde niñas. Yo creo que la sociedad está, en cierta forma, más sensibilizada y ante cualquier mal acto, nos saltan las alarmas. Pero sí que es cierto que a diario sufrimos ciertos tipos de discriminaciones  y que es importante recalcarlas.

Saray, ¿Qué comportamientos o actitudes ves en tu día a día?

Saray.- Al final estamos en una sociedad donde lo que sale en los medios de comunicación es la punta del iceberg. En los medios sale cuando ya ha habido violaciones o muertes.

Para evitar esto tenemos que trabajar siempre desde abajo. Lo que más me molesta es que no nos demos cuenta de que hay que empezar a trabajar desde abajo: el humor sexista, el lenguaje inclusivo, etc. para que no vaya escalando en la pirámide de la violencia.

3.- En este coloquio, contamos con personas de diferentes edades y eso es muy enriquecedor para la siguiente pregunta, donde el enfoque lo queremos poner en la evolución que estamos teniendo en la sociedad. Ante aspectos básicos como estudiar, el hecho de ligar, el matrimonio, el acceso al trabajo, el abrirse una cuenta bancaria, etc.

¿Cómo se hacía todas estas cosas cuando teníamos 20 años? ¿Y ahora? ¿Cómo ha evolucionado el estilo de vida de una mujer en España en los últimos 40 años? ¿Cómo se ha ido empoderando la mujer en este tiempo?

Adriana.- En España la situación ha cambiado bastante. Yo he tenido una educación bastante igualada, con algunas anécdotas que no me he tomado como algo personal. Por ejemplo, yo no entendía que las mujeres tenían que pedirle permiso al marido para abrir una cuenta corriente, porque yo en mi casa eso no lo veía.

Yo parto de una base, la mujer y el hombre son absolutamente lo mismo: para trabajar, para una ley o ante cualquier situación. Creo que somos complementarios, pero no puede haber ninguna diferencia.

Cuando yo era pequeña y terminé el colegio, no era el mejor momento económico para mi familia. Yo tenía un hermano y mi padre, por entonces, decidió que él podía estudiar y yo debía ponerme a trabajar, ya que él sería posiblemente el que debería, en un futuro, sostener una familia. Eso no se debería de dar y eso es lo que ha evolucionado. Creo que a mis hijos e hijas les doy las mismas oportunidades en lo que ellos y ellas quieran.

De izquierda a derecha: Saray, Adriana, Carmen, Beatriz y Esperanza

 

Esperanza.- Yo también lo he notado. Es cierto que en mi casa no tuve ningún problema para hacer lo que quise. Pero también es cierto que mi padre, autónomo, fue el primero que me dijo que empezara a ayudar en la empresa familiar. Le llevé toda la administración y empezaron a evolucionar muchas cosas en su negocio.

A pesar de que no tuve problemas para hacer lo que quise, sí que se notaba en mi casa, la diferencia entre hombres y mujeres. Yo tenía que llegar antes por la noche o tenía que hacer ciertas labores que mi hermano no.

En el trabajo, en algún momento, sí que he sentido un poco de discriminación por una cosa que ha dicho Adriana anteriormente, que el hombre tenía que mantener a la familia. Esto está cambiando, pero es muy importante que seamos nosotras quienes seamos ese piloto del cambio.

A mi hijo, que tiene ahora mismo 17 años creo que le he enseñado el respeto hacia las mujeres, respeto hacia sus compañeras, de la misma forma en que respeta a sus compañeros. Para él la mujer no es el sexo débil, es una compañera más. Y espero que a lo largo de su vida mantenga esas creencias que ahora mismo tiene.

Lucimara.- Yo he tenido una educación muy machista por parte de mi madre. Ella me decía que debía casarme con un hombre que me protegiera, me arropara, me cuidara. Yo trabajaba y tenía mi carrera, mi profesión y en casa yo hacía todo. Yo tenía doble jornada, el trabajo de 8 horas en la oficina y luego hacer todas las cosas de la casa, ya que mi marido llegaba, se sentaba en el sofá y quería su comida preparada.

Me tire 20 años viviendo así, hasta que llega un punto en que esto no lo pude soportar. Soy madre y mirando hacia el futuro, lo que me gustaría de mi hija es que tuviera una vida diferente, que supiera que tiene que sacar su valor. Y que las cosas tienen que ser compartidas, que uno solo no ayuda, divide.

Blanca.- Yo siempre cuento una anécdota. Mi abuela siempre arropaba mi abuelo, le doblaba la ropa, le hacía todo. Y yo recuerdo muchas veces preguntarle a mi abuela por qué hacía eso, y ella me decía: “Esta es la época que a mí me ha tocado vivir y yo a tu abuelo ahora no lo voy a cambiar, pero como yo a ti te vea hacer esto, te la cargas” como diciendo que ni se me ocurriera hacerlo.

Beatriz.- Yo tengo 36 años. Yo la única discriminación por ser mujer que he vivido ha sido en casa y por parte de mi madre. Ella siempre me ha dicho que por ser mujer tienes que ayudar, tienes que hacer las cosas de casa, tienes que plancharles las camisas a tus hermanos. En cambio, mi padre y mis hermanos siempre me han tratado como a un igual.

En el trabajo la verdad es que nunca he sentido discriminación, aunque también es verdad que soy enfermera y la mayoría de profesionales somos mujeres.

Saray.- Yo sí que he visto discriminación en mi casa, sobre todo con mis abuelos. Sin embargo, mi madre, desde muy pequeña, siempre me ha empoderado y me ha enseñado a luchar por mis derechos.

(Mañana, publicaremos la segunda parte de la entrevista con el foco en las soluciones que se pueden implementar, la visión desde la propia entidad y de la respuesta social que se da y la repercusión de la manifestación del 8M de 2018.)

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