El pasado jueves 19 de agosto fue el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, y desde la Asamblea de Pinto-Valdemoro, quisieron hacer un homenaje a todas las personas que durante la pandemia han ofrecido su ayuda, su tiempo, su bondad, su solidaridad y su gran corazón para ayudar a las personas más vulnerables, así como a todas aquellas personas que durante mucho tiempo han callado, han estado apartadas y por fin han alzado la voz para pedir ayuda.

La crisis sanitaria ha sacudido fuertemente a algunos sectores, pero al analizar los datos estadísticos, desde la asamblea han sentido la necesidad de visibilizar la situación de la población más vulnerable. A través del programa de “Extrema Vulnerabilidad” de la Asamblea Cruz Roja de Pinto-Valdemoro, se desarrollan diversos proyectos con el fin de atender las necesidades más básicas y ofrecer alivio del sufrimiento humano, facilitando a su vez el acceso a ayudas económicas, entre otros.

A lo largo del 2019, desde el proyecto de “Atención Urgente a las Necesidades Básicas”, se atendieron a 79 personas nuevas, 115 nuevas personas fueron ayudadas, ofreciendo desde la asamblea la prestación de ayuda a un total de 128 personas y se realizaron un total de 130 intervenciones.

En el 2020, sin embargo, se atendieron a 289 personas, 331 personas nuevas fueron ayudadas, 449 personas recibieron prestaciones y se realizaron 930 intervenciones. En lo que llevamos del 2021, sin haber finalizado aún la temporada de verano, ya han logrado atender a 138 personas nuevas, ayudado a 185, ofrecido 319 prestaciones e intervenido en 1052 ocasiones.

El aumento tan significativo en la atención más básica, no es tan alarmante como los datos estadísticos del proyecto “Responde”, donde se ofrece ayuda inmediata debido a la alta población afectada en la actualidad por la economía sumergida. En el 2019 se atendieron a 7 personas, en el 2020 a 1939, y 343 han sido atendidas a lo largo del 2021. Respecto al número de prestaciones, se ofrecieron 5 en el 2019, 2973 en el 2020 y 679 hasta ahora en lo que llevamos del 2021. Y por último, se intervino en 35 ocasiones en el 2019, en el 2020 fueron 7014 y, en el 2021, llevando ya 3029 intervenciones.

Entre todas estas personas que han pasado por la asamblea durante la crisis sanitaria, han logrado ayudar a verdaderos supervivientes, entre ellas está Hanane, una mujer de origen marroquí que quiso contar su duro testimonio, ejemplo de coraje, valentía, fuerza y superación.

Hanane, beneficiaria de Cruz Roja

Siguiendo las tradiciones de su cultura, su familia organizó una cita con un posible pretendiente y se enamoró locamente. Sintiéndose siempre un espíritu joven e inocente, tuvo la necesidad de salir de su país, de sentirse libre y conocer otras culturas que le ofrecieran más posibilidades. La juventud y el amor ciego llevaron a Hanane, totalmente confiada, a casarse con el amable hombre que había conocido.

En el 2002 decidió hacer las maletas y traer a su marido a España. Se instalaron en Madrid y aquí formaron una familia. Pronto comenzaron los problemas para ella, viéndose sola en el cuidado de los hijos, en el mantenimiento de su casa, con toda la carga emocional y la responsabilidad de llevar el dinero a su casa ya que su marido nunca trabajó. Por si fuera poco, ella y el hijo mayor fueron maltratados físicamente por el padre y mientras estaba embarazada de su hija más pequeña, el marido la abandonó y la dejó al cargo de sus 3 hijos. Actualmente sigue en búsqueda por las autoridades marroquíes, último paradero conocido, por abandono y por no mandar dinero para cubrir las necesidades básicas de sus hijos.

Hanane es una madre joven a punto de cumplir 40 años, separada, con 3 hijos menores de 8, 10 y 12 años respectivamente. La trabajadora social que atendía su caso le habló de Cruz Roja, y pronto se puso en contacto con la Asamblea de Pinto-Valdemoro, donde sus hijos participan en el proyecto “Éxito Escolar”. En marzo del 2020, nada más arrancar la pandemia, se vio afectada por un ERTE en la empresa en la que trabaja, un establecimiento de comida rápida en Getafe, y su dura situación económica resultó ser insostenible.  Gracias al seguimiento constante de Mónica, Técnico Responsable del área Cruz Roja Juventud, y la continua lucha de superación, Hanane recibió ayuda de Cruz Roja.

 

Sin ayuda para la conciliación familiar, tras 3 meses sin cobrar su salario, asustada, sola e indefensa, Hanane cuenta cómo la depresión y la ansiedad se apoderaban de ella en aquellos momentos, pero tuvo que armarse de valor para pedir ayuda. A través del proyecto “Responde”, la Asamblea de Cruz Roja Pinto-Valdemoro le hizo entrega de varias cajas con productos básicos de higiene y comida. También se les proporcionó a sus hijos una caja con algunos juguetes y equipo tecnológico para poder seguir desarrollando su actividad escolar durante la pandemia. Hanane recuerda el momento en el que voluntarios de Cruz Roja le hacían entrega de esas cajas, se emociona, cuando dice, palabras textuales, “aquí te dan la mano cuando más ayuda necesitas”.

Hanane, beneficiaria de Cruz Roja, junto a dos técnicas de la asamblea de Pinto-Valdemoro

Hanane ha querido también expresar qué significa para ella Cruz Roja: “Para mí Cruz Roja es tranquilidad, amabilidad, paz, risas, acompañamiento…No estás solo”. Cuando le preguntan si cree que Cruz Roja alivia el dolor de las personas sonríe y dice: “Sí, te sientes acogida, segura, te ofrecen la confianza que necesitas”.

Al terminar la entrevista Alicia, trabajadora social de la asamblea, le consiguió su primera cita para vacunarse contra la COVID-19, así como animarla a acudir al SEPE para informase sobre cursos para personas trabajadoras afectadas por un ERTE, así como la posibilidad de encontrar un empleo mejor.

Desde la perspectiva de la acción humanitaria, han querido contar con una entrevista con Patxi, voluntario de Medio Ambiente en la sede de Cruz Roja Pinto-Valdemoro. Tras verse afectado al inicio de la pandemia por un ERTE, decidió que quería ser voluntario de Cruz Roja, participando a diario y activamente en las necesidades que iban surgiendo dentro de nuestra asamblea. En muy poco tiempo Patxi se convirtió en una persona imprescindible, dedicada en cuerpo y alma a favorecer las necesidades de las personas más necesitadas durante la crisis sanitaria. Desde la asamblea han querido agradecer enormemente la labor de Patxi, la de todo el Equipo Técnico, así como la del gran equipo de voluntariado. Te dejamos a continuación su entrevista:

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