Cruz Roja, mediante convenio suscrito con la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, desarrolla un proyecto orientado a la prevención y control de la Tuberculosis y del VIH para las personas más vulnerables, mediante pruebas de detección precoz, estudios de contactos y seguimiento de los tratamientos de estas enfermedades.
Amparada y justificada por el citado convenio, Cruz Roja Comunidad de Madrid, ha establecido una red de Unidades Móviles de Tratamiento Directamente Observado (T.D.O.) y Supervisado (T.D.S.). Este es el procedimiento que recomienda la O.M.S. como método más eficiente para el caso de las personas en riesgo de exclusión social.
Los médicos de los Centros de Salud y de los Hospitales, tanto públicos como privados, pueden derivar a dichas Unidades a las personas que cumplan los criterios de inclusión. Esta actividad está consiguiendo que más de un 80% de las personas atendidas finalicen, o mantengan, sus tratamientos adecuadamente.
Judith Pérez, enfermera, y María José Moirón, auxiliar de enfermería, son las personas que están al frente de la Unidad Móvil con base en la Asamblea de Pozuelo. Queremos conocerlas mejor y que nos expliquen la actividad que desarrollan, que nos parece muy interesante.
¿Cuándo os incorporasteis a CR?
Judith– Me incorporé a CR hace 5 años. Respondí a una oferta de CR e inmediatamente me contrataron. Al principio haciendo sustituciones y a partir de entonces me fui integrando en diferentes unidades, siempre dónde se necesitase una enfermera, en Rivas, en Getafe… actualmente estoy en la asamblea de Pozuelo y nos ocupamos principalmente de los casos que se dan en los municipios del norte y noroeste de Madrid.
Difundir bien el proyecto entre todos los interesados permitirá que se llegue a atender a un número mayor de personas que lo necesitan
María José – Derivada desde los servicios de empleo del INEM y tras superar un proceso de selección y aptitud, el 1 de octubre del 2007 me incorporé a CR, han pasado más de 14 años, siempre en el área de Salud.
¿Cómo ha sido el recibimiento en la Asamblea de Pozuelo?
María José – Muy bueno, los compañeros nos han acogido muy bien. Al principio se notaba que sentían una cierta curiosidad por la actividad a la que nos dedicamos, una curiosidad que era una forma de expresar interés por lo que hacíamos.
Judith – Nos han admitido muy bien, en ello influye que el equipo de la asamblea es muy bueno y hace que te integres bien, todo son facilidades. Hay una muy buena colaboración.
Estáis integradas en el equipo de Salud para trabajar en el proyecto de personas vulnerables que padecen VIH y/o Tuberculosis, ¿Cuáles son los criterios de inclusión?
Judith – Hay una relación extensa de requisitos suficientes para la inclusión: sinhogarismo, conductas adictivas, edad avanzada, salud mental, antecedentes de no cumplimiento del tratamiento, entre otros. No obstante, el médico que deriva al paciente, además de considerar todas esas circunstancias, puede justificar su prescripción de acuerdo con su mejor criterio para que sus pacientes reciban un tratamiento directo observado o supervisado.
¿Cómo se gestiona la derivación que prescribe el médico del paciente y su asignación a una determinada Unidad Móvil?
María José – El médico rellena un formulario con los datos de filiación y clínicos de la persona y se envía a la unidad de Coordinación de Adherencia Terapéutica del Área de Salud Pública de Cruz Roja. En un par de días los responsables de la Unidad Móvil se ponen en contacto con el profesional solicitante, confirmando la admisión del paciente. El primer encuentro entre el paciente y los miembros de la Unidad Móvil se hace en presencia del médico que solicitó el servicio. A partir de ese momento los miembros de la unidad móvil se ocuparán de que el paciente siga el tratamiento según las pautas prescritas por el médico.
¿Qué atención reciben los participantes?
Judith – Reciben una atención integral, nos dirigimos a sus domicilios o, en su caso, en la calle. Les damos su medicación in situ, presencialmente. Además, hacemos una valoración general tanto personal, como social, sus condiciones de vida, la de su entorno familiar; se hace también un estudio de contactos… La valoración efectuada se comparte con la asamblea que corresponda para su posterior intervención, si procede.
¿Cuántos pacientes habéis atendido hasta ahora?
María José – En 2021 hemos atendido a más de 220 pacientes.
Las enfermedades que atendéis presentan un nivel preocupante de infradiagnóstico, y esta circunstancia será aún mucho mayor en el colectivo al que os dirigís, ¿Qué se puede hacer para ir corrigiendo esta situación?
María José – No es lo mismo en las dos enfermedades. La tuberculosis presenta síntomas, da la cara, con lo que el diagnostico sobreviene. No es así en el caso del VIH, por lo que es necesario concienciar a la sociedad y efectuar pruebas diagnósticas preventivas, sobre todo en los colectivos de más riesgo, para su detección precoz.
Judith – Hay que tener en cuenta además que estamos ante una cuestión de salud pública, detectar la enfermedad beneficia al paciente y también protege a la sociedad.
¿Qué retos os gustaría conseguir en este ejercicio?
Judith – Nuestros retos van más allá de alcanzar un número determinado de pacientes atendidos; nuestros objetivos tienen más que ver con labores de concienciación, campañas de sensibilización, campañas de prevención, que se conozcan mejor estas enfermedades y cómo prevenirlas para minimizar sus consecuencias.
María José – Las campañas tienen también otro objetivo importante: paliar la estigmatización de los pacientes que sufren estas enfermedades.
Esta entrevista la leerán muchas personas con interés en el buen fin del proyecto, ¿Qué creéis que se puede mejorar, para optimizar las prestaciones de la actividad según vuestra experiencia?
María José – El proyecto no es muy conocido, incluso entre médicos y sanitarios; aquí hay pendiente una gran tarea divulgativa. Difundir bien el proyecto entre todos los interesados permitirá que se llegue a atender a un número mayor de personas que lo necesitan.
¿Qué es lo que más os gusta de vuestro trabajo? ¿Qué es lo que más os satisface de vuestra labor?
María José – Acompañamos a los pacientes durante un periodo de tiempo muy largo, mínimo 6 meses, pero, lo más habitual es que sea más de un año. Se establecen vínculos afectivos y es enorme la gratificación cuando se culmina el tratamiento y el paciente se sana o puede llevar ya una vida “normal”. La relación especial con el paciente se extiende también a su familia y a su círculo más inmediato. Les ayudamos también en cuestiones administrativas, en la búsqueda de empleo, en fin, en su vida diaria. Por otro lado, nosotras también aprendemos de ellos, su cultura, su forma de ver la vida…
¿Qué estáis aprendido de esta experiencia?
Judith – No sé si se trata de un aprendizaje, pero sí que veo que se podría extender esta actividad a pacientes de otras enfermedades como, por ejemplo, la salud mental. De hecho, cuando explicamos el proyecto en centros de salud, se nos suele hacer esta observación.
¿Queréis aprovechar para enviar algún mensaje a los socios, voluntarios y personal laboral de la Asamblea de Pozuelo?
Judith – Señalar que en nuestro proyecto también se necesitan personas voluntarias, es por tanto una actividad abierta al voluntariado. Para algunas tareas se necesitará formación especial, pero para otras que tienen que ver con el acompañamiento, esa formación especial no es imprescindible.
¿Qué significa para vosotras pertenecer a Cruz Roja?
María José – Yo me siento orgullosa de pertenecer a Cruz Roja, contribuir a hacer que la gente se sienta bien me satisface. No lo cambio por nada.
Judith – Contenta de pertenecer a esta Institución. Yo estoy muy feliz, la verdad. He trabajado antes en otros sitios y yo no me quiero ir, yo quiero ser Enfermera Social y el mejor sitio para hacerlo es Cruz Roja. Hay satisfacciones profesionales que no se dan en un hospital.
Os adjuntamos este vídeo que realizamos con motivo del Día Mundial de la Prueba del VIH para conocer el procedimiento de la Unidad Móvil:
Nota: El Proyecto VIH es un proyecto cofinanciado por la Comunidad de Madrid a través de los fondos provenientes de la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
